UN VIAJE POR LA ANTIGUA ÉFESO

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Turquía – Región del Egeo  / EPHESUS (Asia)

 

La población de Selçuk se encuentra al oeste de Turquía, en la provincia de Esmirna. A 3 Km. se encuentra el sitio arqueológico de la antigua Éfeso. La mayor parte de las visitas que llegan a Éfeso lo hacen por medio de cruceros que amarran en el puerto de Kusadasi, a 20 Km. de distancia.  La antigua Éfeso es uno de los sitios arqueológicos más turísticos del mundo, con más de un millón de visitas al año. Desde el año 2015  forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

 

SU HISTORIA

El lugar donde se levanta Éfeso fue, desde la Antigüedad, un lugar de culto dedicado a la diosa de la fecundidad, Magna Mater, la Cibeles de los pueblos antiguos, la Artemisa de los griegos o la Diana de los romanos. Se cree que los hititas denominaron al lugar Aspasas y los micénicos Ilicatepe. En el 1044 a.C., Androklos, hijo del rey de Atenas, fundó la ciudad de Ephesos. El primer gran desarrollo de la ciudad se produjo con Lisímaco, general de Alejandro Magno y uno de los herederos de su Imperio, que, entre los años 323 y 281 a.C. diseñó el urbanismo de la ciudad además de establecer un perímetro amurallado de 8 Km. de longitud.

En el 133 a.C. Éfeso pasó a control romano, convirtiéndose en la capital de la provincia romana de Asia cuatro años después. En Éfeso estaba atracada la flota de Marco Antonio y Cleopatra antes de la batalla de Actium (31 a.C.).

El emperador Augusto impulsó fuertemente el desarrollo de la ciudad con la construcción de nuevos acueductos, un ágora porticada, el teatro o la Via Arcadiana que, a lo largo de 600m., unía el teatro con el puerto. El mayor esplendor lo alcanzó en el siglo II d.C. bajo los emperadores Adriano y Antonino. De este período es la gran biblioteca de Celso, la fuente de Trajano, las termas de Adriano o el edifico de la bolsa. A finales del siglo II d.C. la población de Éfeso debió alcanzar el medio millón de habitantes, siendo la cuarta mayor población del Imperio tras Roma, Alejandría y Antioquía.

 

Artemisa. Museo de Éfeso (foto: Brad Hostetler)

 

EL OCASO DE ÉFESO

El siglo III comenzó a marcar su declive. En el 262 d.C. los godos atacaron las costas del Mar Egeo, saquearon la ciudad y destruyeron el Artemission, el imponente templo de Artemisa, una de las maravillas de la Antigüedad. A principios del siglo IV d.C. experimentó cierta recuperación de la mano de Constantino pero dos terremotos, en el 358 y 368 d.C. la afectaron seriamente. La puntilla llegó en el 391 d.C. con el decreto del emperador Teodosio que ordenaba el cierre de todos los templos paganos. El complejo del Artemission fue saqueado y sus mármoles fundidos.

En el 614 d.C. un nuevo terremoto asoló la ciudad, dejándola prácticamente en ruinas. Un año después fue tomada por los persas y a mediados del siglo VII d.C. fueron los musulmanes los que conquistaron estas tierras. La desaparición de Éfeso se produjo poco después, primeramente el puerto fue inutilizado a causa de la sedimentación del río Cayster, que hizo retroceder la costa 5 Km. desde su posición original. Además, debido a una serie de inundaciones, la antigua ciudad quedó cubierta por una capa de sedimentos de 4m. de espesor. No fue hasta mediados del siglo XIX cuando el arquitecto inglés J.T. Wood descubrió los restos de la antigua Éfeso, llevándose a Londres los escasos vestigios del templo de Artemisa. En 1914 los turcos bautizaron como Selyuk a la incipiente población que nació junto a las ruinas de Éfeso.

 

Éfeso. Templo de Artemisa (foto: Carole Raddato)

 

QUÉ VER

Si iniciamos la visita a la antigua Éfeso por la Puerta de Magnesia, al sureste de la ciudad, lo primero que nos encontramos es una explanada donde se encuentran la basílica, el ágora,  la fuente de Polio,  el Pritaneo y el Odeón.

El pritaneo era el lugar donde se reunían los magistrados de la ciudad. Fue construido en el siglo III a.C., por Lisímaco y engrandecido en época de Augusto. En él se hallaba el Fuego Sagrado, alimentado bajo la protección de Artemisa. De esta diosa se encontraron en el lugar dos estatuas, representada con varios senos, según alguna de las teorías existentes.

El odeón era un pequeño teatro, levantado en el 150 d.C., gracias a las donaciones de Publius Vedius Antonius y su esposa. Contaba con un aforo de 1400 espectadores. Además de como teatro, era utilizado como bouleuterion o lugar de reuniones del senado de la ciudad.

 

Éfeso. Odeón (foto: Sean Munson)
Éfeso. Vía de los Curetes (foto: Damian Entwistle)

 

LA VÍA DE LOS CURETES

La principal arteria por la que discurren los miles de turistas que visitan Éfeso es la Via de los Curetes, delimitada por la Puerta de Hércules y la de Adriano. La primera estaba flanqueada por dos columnas con relieves del héroe mitológico. Se cree que el relieve de la Niké voladora que se encuentra en la Plaza de Domiciano pertenecía a este conjunto monumental. Bajando por esta calzada nos encontramos, a la derecha, con la Fuente de Trajano, o el Templo de Adriano. La Via de los Curetes estaba repleta de tiendas y comercios, al estilo de las mejores calles comerciales de Madrid o Barcelona en la actualidad.

La fuente de Trajano, erigida en torno al 104 d.C., contaba con una estatua del emperador, del que sólo se conserva un pie.

El templo de Adriano fue erigido con motivo de la visita del emperador romano a la ciudad. Conserva cuatro columnas de estilo corintio, y  unos frisos en el pórtico junto con una cabeza de Medusa. En la fachada del templo se conservan los pedestales que soportaban las estatuas de los emperadores Diocleciano, Maximiano, Constatino y Teodosio.

 

Éfeso. Fuente de Trajano (foto: Carole Raddato)
Éfeso. Templo de Adriano (foto: Carole Raddato)

 

LAS CASAS ATERRAZADAS

Fente al templo de Adriano, en la colina,  se encuentran una serie de casas aterrazadas, pertenecientes a las clases adineradas de la Éfeso romana. Las paredes de las mismas estaban cubiertas de pinturas murales y los suelos decorados con vivos mosaicos. Algunas de las viviendas aún conservan sus dos plantas.

 

Éfeso. Casas aterrazadas (foto: Carole Raddato)
Éfeso. Casas aterrazadas (foto: Carole Raddato)

 

LAS TERMAS ROMANAS

Antes de llegar a la Puerta de Adriano, a la derecha, encontramos unas letrinas públicas. En torno a ellas apareció la famosa figura de Príapo, con su descomunal pene.

Éfeso. Letrinas públicas (foto: Carole Raddato)
Éfeso. Letrinas públicas (foto: Carole Raddato)

 

BIBLIOTECA DE CELSO

Entre la Puerta de Adriano y la de Augusto se halla la extraordinaria Biblioteca de Celso. Fue construida en el 114 d.C. como mausoleo en honor de Julius Celsus Poleamaeanus, gobernador de la provincia romana de Asia. Llegó a contar con doce mil papiros, colocados en nichos abiertos en sus muros. Se restauró en los años sesenta por el Instituto Arqueológico austriaco. En su fachada se encuentran representadas en estatuas las Virtudes: Arete (la Bondad), Ennoia (el Pensamiento), Epistene (el Conocimiento) y Sophia (la Sabiduría). Las estatuas originales se encuentran en el Museo de Éfeso de Viena.

 

Éfeso. Puerta de Adriano y Biblioteca de Celso (foto: Carole Raddato)
Éfeso. Biblioteca de Celso (foto: Hakan Kavas)

 

EL GRAN TEATRO

Tras cruzar la Puerta de Augusto alcanzamos el Ágora, el mercado principal, de 110m2, construido bajo el principado de Augusto en el 3 a.C. Siguiendo por la Via Sacra llegamos al Gran Teatro. Sus orígenes se remontan al siglo III a.C. bajo el reinado de Lisímaco pero fue en la época romana cuando fue reformado y ampliado. Su extraordinaria acústica debía de ser la delicia de los veinticinco mil espectadores  que cabían en el mismo.

Desde esta zona se accedía al puerto de la ciudad, a través de la Calzada del Puerto. A su derecha se encuentra el complejo lúdico formado por el gimnasio del Puerto, la palestra de Verulano y las termas públicas.

 

Éfeso. Gran Teatro y Calzada del Puerto (foto: Francisco Anzola)
Éfeso. Gran Teatro (foto: Tom Sparks)

 

MUSEO ARQUEOLÓGICO

Los objetos arqueológicos hallados en las excavaciones de Éfeso los podemos contemplar en el Museo de Éfeso de Selçuk.

 

Museo de Éfeso. Friso de marfil hallado en las Casas Aterrazadas (foto: Carole Raddato)
Museo de Éfeso. Estatuas Fuente de Trajano (foto: Carole Raddato)

 

LA CASA DE LA VIRGEN MARÍA

A 7 Km. de Selçuk, y cercana a Éfeso, se encuentra un lugar importante para el Cristianismo: la Casa de la Virgen María. Según la tradición, María, acompañada de Juan se desplazó a este lugar tras la crucifixión de Jesus. En 1896 fue declarada lugar santo por la Iglesia Católica, siendo visitada por los pontífices Juan Pablo II (1979) y Benedicto XVI (2006).

 

Casa de la Virgen María (foto: Martin H. Fryc.)

 

 

MÁS INFORMACIÓN.
SITIO ARQUEOLÓGICO DE ÉFESO (Efes Örenyeri, Selçuk)
HORARIOS: Abril - octubre, de 8:30 a 19:00. Noviembre - marzo, de 8:00 a 17:00. 
TARIFAS 2019: Adultos...60 TL. Casas Aterrazadas... 30 TL. 
CONTACTO: efesmuzesi@kultur.gov.tr


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