KALABSHA. LOS TEMPLOS DE AUGUSTO Y RAMSES II
Egipto / Aegyptus
La isla Nueva Kalabsha se halla situada al sur de la Gran Presa de Asuán. El acceso a la misma se puede realizar en taxi desde Asuán y coger después un barco que nos lleve al muelle de la isla. Otra opción es la de realizar uno de los cruceros que navegan por el lago Nasser y que tienen a esta isla entre sus recorridos.
SU HISTORIA
La isla de Talmis se encontraba en la orilla occidental del Nilo, en Nubia. La construcción del lago Nasser en los años sesenta del siglo pasado la condenaba a su desaparición junto con un importante número de monumentos del Antiguo Egipto. Con la finalidad de salvarlos, la UNESCO auspició una colaboración internacional sin precedentes. Gracias a esta iniciativa se salvaron los ya mundialmente conocidos templos de Abu Simbel.
En 1970, se trasladó a la isla Nueva Kalabsha, el templo de Kababsha o de Mandulis, que se hallaba en la mencionada isla de Talmis.
QUÉ VER
En la isla Nueva Kalabsha se encuentran ubicados varios templos egipcios, rescatados de la inundación del Lago Nasser, gracias al patrocinio de la UNESCO. Además del templo de Kalabsha, se trasladaron a la isla otras destacadas construcciones de Nubia, como el templo de Beit el-Wali, el de Gerf Hussein y el kiosko de Qertassi. Para poder visitar todos estos monumentos, se creó un sendero que los comunica, pasando por todos ellos.
EL TEMPLO DE KALABSHA
El templo de Kalabsha o de Mandulis inició su construcción en época ptolemaica, aunque se finalizó en época del emperador Augusto. Originariamente se hallaba situado a 56 km. al sur de Asuán, pero fue desmantelado y llevado a su actual ubicación a causa de la construcción de la presa. Estaba dedicado a los dioses Isis, Osiris y Horus – Mandulis, que era la personificación romana del dios solar nubio Merwel. El templo contaba con tres cámaras, todas ellas decoradas con relieves en los que aparece representado Augusto, como faraón, realizando ofrendas a los dioses del panteón egipcio.
EL TEMPLO DE BEIT EL-WALI
En Beit el-Wali, a 50 km. al sur de Asuán, se hallaba un pequeño templo, excavado en la roca, que actualmente se encuentra al noroeste de la isla de Nueva Kalabsha. Fue construido en tiempos de Ramses II y dedicado a Amón y los dioses locales de Nubia y Asuán. En su interior, encontramos espectaculares relieves murales con escenas de las victorias de Ramses II y sus hijos en las batallas contra las tribus nubias y los tributos traídos al monarca en forma de animales y marfil.
EL TEMPLO DE GERF HUSSEIN
No se reconstruyó hasta hace pocos años. Sorprendentemente, los bloques de este templo de época ramésida se dejaron abandonados en la isla de Nueva Kalabsha tras ser rescatados en los años sesenta de la construcción de la presa. La Casa de Ptah o Per Ptah, como era denominado, fue construido Setau, regente de Nubia, durante el reinado de Ramses II. Tras la reciente restauración realizada por arqueólogos egipcios, podemos ver un gran patio columnado dedicado a los cultos de Re-Horakthte y Amun-Re. En el interior del templo, seis pilares, con colosales estatuas del faraón, soportaban el techo de una gran sala, que precedía a la antecámara y al gran santuario central, donde se encontraba representado Ramses II con los dioses. Podemos hacernos una idea de la espectacularidad de este templo gracias a las litografías de David Roberts, pintor orientalista escocés del siglo XIX.
EL KIOSKO DE QERSTASSI
Se halla situado al sur del templo principal de Kalabsha. Originariamente estaba localizado a 30 km. al sur de Asuán. El acceso al mismo se encuentra flanqueado por dos columnas con capiteles de la diosa Hathor, mientras que las columnas que soportan el arquitrabe cuentan con capiteles papiriformes.
OTROS LUGARES DE INTERÉS
Otros monumentos que podemos encontrar en Nueva Kalabsha son una capilla, dedicada al dios Dedwen, construida por Tutmosis III, originariamente ubicada en la isla de Uronarti, entre la segunda y tercera catarata del Nilo; una estela, que narra la expedición de Psamtik II a Nubia en el 592 a.C.; otra estela que realza las victorias de Seti I; o diversos petroglifos prehistóricos con recreaciones de animales, como elefantes, jirafas o gacelas.