Los barcos romanos de Comacchio

Publicado el 15 de octubre de 2018. Última actualización el 26 de agosto de 2025.
Italia – Emilia Romana / SPINA (Italia)
La localidad de Comacchio, en la provincia de Ferrara, se levanta en pleno delta del Po, sobre trece islas unidas por canales y puentes. Conocida como la “Pequeña Venecia”, su historia está marcada por el agua: primero como heredera de la ciudad etrusca de Spina, luego como puerto romano y más tarde como enclave estratégico medieval.
HISTORIA DE COMACCHIO
Comacchio hunde sus raíces en Spina, la ciudad etrusca fundada en el siglo VI a.C., célebre por sus contactos con Grecia. Tras su destrucción por las incursiones celtas, el área recobró importancia en época romana. Plinio el Viejo la menciona en su Historia Natural y Estrabón en su Geografía, como un núcleo clave en las rutas comerciales del norte de Italia. La ciudad continuó activa en época longobarda, hasta que en el siglo X fue arrasada por Venecia, su rival en el control del Adriático.
QUÉ VER
El principal símbolo de Comacchio es el Trepponti, un puente monumental construido en 1638, que marcaba el acceso a la ciudad. Este puente, auspiciado por el cardenal Giovanni Battista Palotta y diseñado por el arquitecto Luca Danese de Rávena, constituye el punto de unión del canal navegable «Palotta», proveniente del mar, y el centro de la ciudad, desde donde se extendía una densa red de canales.

EL MUSEO DE LOS BARCOS ROMANOS
El Museo del Delta Antico, inaugurado en 2017 en el antiguo Hospital de los Enfermos, alberga colecciones que recorren la historia de la región: prehistoria, la ciudad etrusca de Spina, la romanización y la Edad Media.
El núcleo central es el pecio romano conocido como Fortuna Maris, datado en torno al 12 a.C. y hallado en 1981 durante labores de drenaje en el canal Valle Ponti. Esta embarcación fluvial, de fondo plano, transportaba pasajeros y mercancías hacia el valle del Po. Su hundimiento, quizá a causa de una tormenta, permitió conservar el casco y una carga extraordinaria:
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102 lingotes de plomo con inscripciones de fundiciones hispanas.
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Ánforas de vino y cerámica de cocina.
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Objetos personales de la tripulación, como calzado de cuero, ropa y herramientas.
El casco, formado por troncos de madera de boj, fue restaurado y consolidado con resina transparente. Se exhibe en sala junto a modelos y reconstrucciones de su sistema de construcción.


UN NUEVO BARCO FLUVIAL ROMANO EN COMACCHIO
En 2014 se anunció el descubrimiento de otra nave fluvial romana en el entorno de Comacchio. Datada en el siglo V d.C., medía unos 20 m de eslora y estaba construida con tablones de roble y olmo unidos mediante cuerdas (sutilis navis). Su estructura plana la hacía idónea para navegar por los canales artificiales romanos, como la Fossa Augusta, que conectaba el Po con el puerto de Rávena. Este hallazgo confirma la importancia del delta como red logística de Roma en el norte de Italia. (fuentes: estense.com y national geographic).
COMACCHIO Y SUS ALREDEDORES: RÁVENA Y ADRIA EN UNA JORNADA
Visitar el Museo del Delta Antico y pasear entre los canales de Comacchio es ya una experiencia única, pero si disponemos de un día completo, merece la pena aprovechar su localización en el delta del Po para explorar dos destinos cargados de historia: Rávena y Adria. Ambos se encuentran a menos de una hora en coche y ofrecen al viajero una perspectiva complementaria sobre el papel de esta región en la Antigüedad.
Rávena: capital del Imperio en Occidente
A unos 40 km de Comacchio, Rávena alcanzó su apogeo en el siglo V d.C., cuando se convirtió en capital del Imperio Romano de Occidente bajo el reinado de Honorio. Más tarde, fue también sede del poder ostrogodo y centro del Exarcado bizantino.
Hoy, sus monumentos paleocristianos y bizantinos son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Entre ellos destacan el Mausoleo de Gala Placidia, la Basílica de San Vitale o el Baptisterio Neoniano, decorados con mosaicos que representan la transición del arte romano al mundo bizantino. Aunque posteriores a la época de Augusto y Trajano, estos edificios muestran cómo Roma sobrevivió en nuevas formas políticas y artísticas en pleno declive imperial.
Adria: la ciudad que dio nombre al Adriático
Al norte, en menos de 1 hora desde Comacchio, se encuentra Adria, un lugar clave para entender la historia del Mediterráneo. Fundada por los etruscos y potenciada por los venecios y griegos, fue un importante puerto fluvial que dio nombre al mar Adriático.
Su Museo Archeologico Nazionale di Adria alberga una colección extraordinaria que abarca desde época etrusca hasta el mundo romano. Destacan las cerámicas griegas de figuras rojas, importadas de Atenas, objetos votivos, ajuares funerarios y materiales que ilustran el papel de Adria como centro de intercambio entre Oriente y Occidente.
MÁS INFORMACIÓN. MUSEO DEL DELTA ANTICO. museodeltaantico.com