NAQSH-E ROSTAM. EL TRIUNFO DE PARTIA SOBRE ROMA
Irán – Fars
La antigua necrópolis de Naqsh-e Rostam está situada al suroeste de Irán, en la provincia de Fars. Se encuentra a 12 km. al noroeste de la antigua capital persa de Persépolis.
QUÉ VER
En este importante yacimiento arqueológico se hallan las tumbas de cuatro reyes de la dinastía aqueménida (550-330 a.C.) y diversos relieves de época sasánida.
LAS CRUCES PERSAS
Las tumbas excavadas en la roca son conocidas como «las cruces persas» por la forma de sus fachadas, esculpidas en forma de cruz. El acceso a las mismas se encuentra en el centro de cada cruz, a través de los cuales se accedía a una pequeña cámara donde se encontraba el sarcófago del monarca. Una de las tumbas pertenecía a Darío I el Grande (522-486 a.C.), mientras que las otras se cree que serían las de Jerjes I (486-465 a.C.), Artajerjes I (465-424 a.C.), y Darío II (423-404 a.C.). Existe una quinta tumba inacabada que podría ser la Artajerjes III o Darío III. Las tumbas fueron saqueadas tras la caída del Imperio Aqueménida, conquistado por Alejandro Magno.
LOS RELIEVES
Los relieves rupestres de Naqsh-e Rostam describen escenas de monarcas de la dinastía sasánida, el mayor rival del Imperio Romano. El primer relieve refleja la investidura real de Ardashir I (226-242 d.C.) por el dios Ahura Mazda. A los pies de ambos personajes, que van montados a caballo, aparece el rey parto Artabanus V, derrotado por Ardhashir, y Ahriman, el demonio, personificado por una persona con serpientes como miembros.
El segundo, «el triunfo de Shapur I», relata la rendición y vasallaje de los emperadores romanos Valeriano y Felipe el Árabe, a los que derrotó Shapur I (241-272 d.C.). El primero aparece de pie con los brazos extendidos junto a un Shapur victorioso, a caballo, y junto a ellos, Felipe el Árabe, arrodillado. Hay que indicar de todas formas que existe controversia entre los historiadores sobre a qué emperadores romanos representan dichos relieves, situando de este modo su ejecución artística entre el 245 d.C. y el 260 d.C. Esta colosal victoria aparece también reflejada en otro relieve de la antigua ciudad de Bishapur.
LAS GUERRAS DE SAPUR I CONTRA ROMA
Durante el reinado de Sapur I, entre el 241 y 272 d.C., los sasánidas se enfrentaron en tres ocasiones a las legiones de Roma. El principal motivo de la confrontación era el control de Armenia y partes de Mesopotamia, en la actual Iraq. En el 244 d.C., las tropas sasánidas derrotaron a los romanos, asesinando a su emperador Gordiano III cerca de la capital sasánida, Ctesiphonte (Iraq). Felipe I, conocido como el Árabe, alcanzó la paz con Sapur I, ese mismo año, a cambio de la entrega de una alta suma de dinero. En el 260 d.C. las hostilidades volvieron a enfrentar a ambos imperios, que culminaron con una nueva derrota de Roma y la captura de su emperador, Valeriano, que murió durante su cautiverio en Parsa, al sur de la actual Irán.
OTROS RELIEVES
Otros tres relieves pertenecen al reinado de Bahram II (276-293 d.C.). En dos de ellos se puede observar al monarca, en combate ecuestre. Los dos últimos relieves representan a los reyes Narseh (293-303 d.C.) y Hormizd II (303-309 d.C.)