LA TUMBA DE NEBAMUN EN EL MUSEO BRITÁNICO
British Museum (Londres)
En la sala 61 del Museo Británico de Londres se conservan once fragmentos de pintura mural egipcia que están considerados como uno de los mayores tesoros de este extraordinario museo arqueológico. Todos ellos proceden de la tumba de un funcionario del Antiguo Egipto: Nebamun.
LA TUMBA DE NEBAMUN
Nebamun, que significa «Mi Señor es Amón», era funcionario en el templo de Amón en Karnak. Por el estilo de las pinturas de su tumba se cree que vivió en época del faraón Tutmosis IV o Amenofis III, en torno al 1350 a.C. (XVIII Dinastía).
Se desconoce el lugar exacto donde se produjo su enterramiento. Sabemos que estaba en algún lugar de la necrópolis tebana, en la margen occidental del río Nilo. Se cree que su capilla-tumba se encuentra en el área de Dra Abu el-Naga. En este lugar existen varias tumbas de funcionarios y nobles egipcios, próximas al Valle de los Reyes.
El polémico descubrimiento de su tumba se produjo en 1821. Polémico porque su descubridor, Giovanni d’Athanasi, arrancó las pinturas murales de la tumba, sin revelar a nadie su ubicación. Este personaje, trabajaba para el consul británico Henry Salt, que llevó el preciado tesro al Museo Británico de Londres.
Siguiendo el esquema de otras tumbas, lo más probable es que la capilla-tumba de Nebamun contara con dos estancias, con sus muros y pareces cubiertos de pinturas.
SU CONSERVACIÓN
En 1835 las pinturas murales de Nebamun se expusieron por primera vez al público en el Museo Británico. El montaje de las pinturas se realizó con yeso de París, circunstancia que motivó que, a medida que se secaba, presionara el material originario, produciendo grietas en las pinturas. Como consecuencia de este deterioro, y el paso del tiempo, entre los años 2001-2007 el Museo Británico llevó a cabo un minucioso trabajo de conservación y restauración de las pinturas murales.
QUÉ VER
En el año 2009 se abrió al público la tumba-capilla de Nebamun en la sala 61 de Museo Británico, gracias al patrocinio de la fundación R. y S. Cohen.
Además de las extraordinarias pinturas, en la sala se exhiben objetos procedentes de otras tumbas. Utensilios de la vida diaria que acompañaban al difunto en el más allá.
Las pinturas de Nebamun narran escenas de la vida terrenal del escriba, momentos de ocio, de diversión, de trabajo en los campos del faraón. Al quedar retratados en la tumba, proporcionaban una guía para que acompañaran al difunto en el más allá. Para que su vida en la tierra se recreara en la otra vida.
LAS OFRENDAS DE NEBAMUN
Es una de las escenas más importantes de la tumba. En ella se muestra una gran cantidad de comida, acompañada de vino y tarros de perfume ricamente decorados. Ante el fallecido Nebamun y su esposa (su imagen se perdió) se encuentra su hijo Netjermes, que les ofrece ramos de papiros y flores, símbolo de del Festival Anual del dios Amón. La escritura jeroglífica que los acompaña contiene plegarias funerarias y una lista de ofrendas.
Unos sirvientes llevan ofrendas, gavillas de grano y animales del desierto, gacelas y liebres, como alimento para Nebamun. El borde inferior de la pintura nos señala que se encontraba situada en la parte inferior del muro.
NEBAMUN CAZANDO EN LA MARISMA
En esta escena, Nebamun se encuentra cazando en un pequeño bote, acompañado de su esposa Hatshepsut y su pequeña hija. Estas escenas de ocio y placer eran habituales en las tumbas-capilla, como una muestra del disfrute del difunto en el más allá.
La fértil marisma es un lugar de renacimiento y erotismo. La enorme figura de Nebamun destaca, siempre feliz y joven, en la rica y llena de vida marisma. La caza no sólo representa su alimento, sino el triunfo del difunto sobre las fuerzas del caos.
EL JARDÍN DE NEBAMUN
El jardín de Nebamun para la otra vida es un reflejo de los jardines que poseía la élite adinerada de Egipto. La piscina está llena de pájaros y peces, rodeada de flores e hileras de árboles. Entre los árboles frutales se encuentran higueras, y palmeras datileras.
A la derecha de la imagen se asoma, entre los árboles, la dios Nut, ofreciendo las higueras a Nebamun (perdida).
A la izquierda de la piscina, una higuera habla y saluda a Nebamun como el propietario del jardín. Sus palabras estan grabadas en escritura jeroglífica.
SUPERVISANDO LOS CAMPOS
En esta escena, Nebamun como escriba y contable en el granero de cereales del divino Amón, supevisa los campos de trigo.
Algunos fragmentos de esta pintura se conservan en el Museo Egipcio de Berlín. En ellos vemos el grano cosechado y preparado.
MÁS INFORMACIÓN British Museum. web.