RUMANÍA

La República de Rumanía está situada al sureste de Europa. Limita al norte con Ucrania; al este con Moldavía, Ucrania y el Mar Negro; al sur con Bulgaria; y al oeste con Serbia y Hungría. Administrativamente está dividida en 41 provincias (judet) además de la capital, Bucarest. A efectos estadísticos relacionados con el ingreso de Rumanía en la Unión Europea, el país está dividido en 8 regiones de desarrollo (NUTS  II). Históricamente, el país cuenta con cuatro regiones: Valaquia (sur), Transilvania (centro), Moldavia (noreste) y Dobrogea (sureste). Geográficamente, más de la tercera parte del país está cubierta por los Montes Cárpatos, con varias alturas en torno a los 2.500m. El Danubio forma la frontera natural del sureste del país, con Bulgaria. Recorre 1.075 Km. hasta desembocar en el Mar Negro, a través de tres brazos que forman un extraordinario delta.  La moneda nacional es el LEU (Run) -1 LEU = 100 bani-. ( 1 EUR=4,77 LEU, febrero 2020). La herencia romana de Rumanía está claramente identificada, dado que es el único país latino en un área predominantemente eslava.

Antes de la llegada de los romanos, el territorio de Rumanía estaba habitado por el pueblo indoeuropeo de los dacios. Bajo el lideragzgo de Decébalo, los dacios derrotaron a las legiones del emperador Domiciano en Tapae en el 87 d.C., obligando al emperador romano a pagar tributo para mantener la paz. La situación cambió con la llegada al poder en Roma de Trajano, que mantuvo dos guerras con los dacios (101-102 d.C. y 105-106 d.C.) que acabaron convirtiendo al antiguo reino dacio en una provincia romana. Así, en el 106 d.C., parte de la actual Rumanía, la formada por las regiones de Oltenia, Banat y Transylvania, pasó a formar parte del Imperio Romano. Este dominio romano perduró hasta los años 271 – 275 d.C., cuando la presión de los dacios libres y los godos, obligó a los romanos a retirarse de la Dacia.

RUMANÍA Y LA UNESCO

El país cuenta con ocho lugares declarados Patrimonio de la Humanidad. Destacamos las fortalezas dacias de las montañas Orastie (1999).

Entre los quince lugares candidatos a engrosar la Lista destaca el de Rosia Montana (2016), las minas de oro romanas objeto de gran polémica por el interés de los poderes económicos en continuar la explotación minera.