10 descubrimientos arqueológicos del Imperio Romano en 2025

descubrimientos arqueológicos del Imperio romano en 2025 en Túnez
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Los descubrimientos arqueológicos del Imperio Romano en 2025 abarcan desde complejos industriales monumentales hasta frescos de extraordinaria belleza, pasando por instalaciones militares que cuestionan los límites tradicionales del Imperio. Cada descubrimiento aporta una pieza más al complejo rompecabezas de la civilización romana.

 

1. LA MEGAFACTORÍA DE ACEITE DE HENCHIR EL BEGAR (TÚNEZ)

En la región tunecina de Kasserine, donde hace casi dos mil años se alzaba la ciudad romana de Cillium, los arqueólogos han descubierto, en el yacimiento de Henchir el Begar, la segunda mayor industria oleícola documentada en todo el Imperio Romano, un complejo productivo de dimensiones colosales que funcionó como auténtica megafactoría del aceite durante más de tres siglos.

El núcleo principal del yacimiento conserva un monumental torcularium con doce prensas de viga alineadas, diseñadas para procesar toneladas de aceitunas en una producción continua orientada a los mercados mediterráneos. A escasa distancia, un segundo sector productivo albergaba otras ocho prensas del mismo tipo, conformando un conjunto industrial que abastecía no solo la región sino las grandes ciudades del Imperio.

La misión arqueológica, codirigida por investigadores de la Universidad Ca’ Foscari de Venecia, la Université La Manouba de Túnez y la Universidad Complutense de Madrid, inició sus trabajos en 2023, pero ha sido durante 2025 cuando se ha confirmado la magnitud real del descubrimiento. El uso de georradar permitió detectar bajo tierra un entramado de caminos, viviendas y estructuras asociadas que evidencian una organización territorial mucho más compleja de lo imaginado en esta zona del África Proconsular.

La elección del emplazamiento respondía a criterios estratégicos precisos. El macizo del Jebel Semmama ofrecía suelos fértiles, agua disponible mediante pozos y un clima especialmente favorable para el cultivo intensivo del olivo.

Los análisis arqueológicos revelan que la megafactoría se mantuvo activa entre los siglos III y VI d.C., superando incluso los cambios de poder entre romanos, vándalos y bizantinos. Esta continuidad demuestra su enorme importancia económica. El yacimiento incluía además un pequeño vicus donde residían trabajadores, agricultores y población local.

La zona era un territorio de contacto entre poblaciones númidas, colonos romanos y veteranos del ejército, una mezcla social que se refleja en la diversidad de hallazgos materiales recuperados, desde brazaletes metálicos hasta proyectiles de piedra.

Junto a la industria del aceite, los investigadores documentaron molinos de piedra destinados a la molienda de cereal. Todo apunta a que el aceite producido en Henchir el Begar se integraba en las grandes redes comerciales del Mediterráneo, abasteciendo ciudades, puertos y contingentes militares situados a cientos de kilómetros de distancia.

 

megafactoría oleica de Henchir el Begar en Túnez
Henchir el Begar – Túnez (foto: Universidad Ca’ Foscari)

 

2. LOS FRESCOS DIONISÍACOS DE LA CASA DEL TÍASO (POMPEYA)

A más de un siglo del célebre hallazgo de la Villa de los Misterios, Pompeya ha devuelto a la luz una nueva megalografía que rivaliza en esplendor con aquel descubrimiento legendario. En febrero de 2025, durante las excavaciones de la Regio IX, los arqueólogos sacaron a la superficie un ciclo completo de frescos monumentales que representan los misterios del culto a Dionisio, el dios del vino, el teatro y la locura extática.

El fresco se extiende por tres paredes de un gran salón de banquetes, mientras la cuarta permanecía abierta hacia un jardín, conectando el espacio interior con el exterior en una composición arquitectónica característica de las domus pompeyanas. Las figuras aparecen en tamaño casi real, representadas sobre pedestales como si fueran estatuas, aunque sus gestos, tonalidades y vestimentas les confieren un dinamismo extraordinario que las hace parecer vivas.

La escena muestra el tíaso o cortejo de Dionisio en plena procesión ritual. Jóvenes sátiros con orejas puntiagudas tocan la flauta doble, mientras otro realiza una libación acrobática, arrojando vino desde un cuerno hacia una pátera en un gesto que desafía las leyes del equilibrio. Las bacantes aparecen representadas no solo como danzantes sino como cazadoras feroces, portando espadas o cabritos sacrificados sobre sus hombros, introduciendo un elemento ritual poco documentado hasta ahora en las representaciones dionisíacas.

En el centro de la composición destaca una figura femenina acompañada por un anciano sileno que sostiene una antorcha, interpretada como una mortal en proceso de iniciación a los misterios del dios. Los especialistas ven en esta escena la representación visual de los rituales secretos mediante los cuales los devotos de Dionisio accedían a una nueva existencia, tanto en este mundo como en el más allá.

Un friso secundario, situado en la parte superior del mural principal, muestra animales vivos y sacrificados: cervatillos, jabalíes, gallos, aves diversas, peces y mariscos. Esta iconografía amplía nuestra comprensión de los rituales iniciáticos dionisíacos y su vinculación con la caza ritual, un aspecto que diferencia este fresco del célebre ejemplo de la Villa de los Misterios.

Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico de Pompeya, explicó que la caza de las bacantes se convirtió con el paso de los siglos en una metáfora de la vida desenfrenada y extática que el dios representaba. El mito encarnaba el lado salvaje e indomable de las mujeres, que abandonaban sus hogares y la órbita masculina para adentrarse en los misterios de Dionisio y abrazar una vida en bosques y montañas.

El fresco data del siglo I a.C., aproximadamente entre los años 40 y 30 a.C., lo que significa que ya tenía más de un siglo de antigüedad cuando el Vesubio sepultó Pompeya en el año 79 d.C. Pertenece al Segundo Estilo de la pintura pompeyana, caracterizado por crear ilusiones arquitectónicas que expanden visualmente el espacio mediante el uso de columnas pintadas, pórticos fingidos y perspectivas que disuelven los muros.

La maestría técnica resulta evidente en el uso de pigmentos costosos. El rojo cinabrio y el azul egipcio, materiales de elevado precio importados desde lejanos confines del Imperio, demuestran el nivel económico del propietario de la domus. La Casa del Tíaso, como ha sido bautizada la residencia, se convierte así en el segundo ejemplo conocido de megalografía dionisíaca en Pompeya, ofreciendo una ventana única a los cultos mistéricos que pervivieron en el corazón de la sociedad romana hasta los últimos días del paganismo.

 

frescos dionisiacos de la Casa del Tíaso en Pompeya
Casa del Tíaso en Pompeya (foto: Ministero della Cultura – Pompei)

 

3. NUEVOS TESOROS EN LA VILLA DE POPEA (OPLONTIS)

La fastuosa Villa de Popea en Oplontis, la residencia atribuida a la segunda esposa del emperador Nerón, continúa revelando secretos bajo las cenizas del Vesubio. En diciembre de 2025, el Parque Arqueológico de Pompeya presentó los resultados de un ambicioso proyecto de excavación y restauración que ha transformado nuestra comprensión de uno de los espacios más refinados de la villa: el Salón de la Máscara y el Pavo Real.

Entre los descubrimientos destacan la figura completa de una pava real que hace pareja con el majestuoso macho ya conocido, creando una escena de rara simetría que duplica el efecto decorativo del salón. Junto a las aves apareció una máscara teatral del personaje Pappus de la Comedia Atellana, un viejo chocheante y presumido que complementa las máscaras trágicas ya documentadas en el espacio.

De particular interés resulta el hallazgo de fragmentos de un fresco que representa un trípode dorado colocado en círculo, de configuración similar al representado en otra pared donde aparece un trípode de bronce. Esta dualidad sugiere una composición simbólica relacionada con rituales o ceremonias domésticas de la élite imperial.

Mediante la técnica de vaciados, los investigadores han capturado las huellas de árboles, posiblemente olivos, que adornaban el jardín siguiendo un esquema ornamental preciso. Esta disposición duplicaba en la naturaleza el ritmo del columnado del pórtico sur, una solución refinada documentada también en otras domus pompeyanas que revela el grado de sofisticación alcanzado por el diseño paisajístico romano.

La excavación permitió además identificar cuatro nuevos ambientes que se suman a los noventa y nueve ya catalogados de la villa. Entre ellos destaca una estancia con forma de ábside que probablemente formaba parte del sector termal, un hallazgo que modifica la comprensión del trazado arquitectónico del conjunto.

Los espacios destinados al reposo conforman un compendio de las artes decorativas romanas: estucos, frescos, bóvedas pintadas y mosaicos de extraordinaria belleza. La paleta de pigmentos incluye el costosísimo azul egipcio, revelando un nivel de lujo acorde con una residencia vinculada a la familia imperial. Dos pequeñas cubicula o dormitorios han sido objeto de una minuciosa restauración tras casi un año de intervención, recuperando en gran parte su apariencia original con decoraciones en II y III estilo pompeyano.

 

fresco de la Máscara en la villa romana de Oplontis
Oplontis. Salón de la máscara y el pavo real (foto: Ministero della Cultura)

 

4. EL CAMPAMENTO ROMANO DE HOOG BUURLO (PAÍSES BAJOS)

En enero de 2025 se confirmó un descubrimiento que cuestiona los límites tradicionales del Imperio Romano en el norte de Europa. En los bosques de Veluwe, cerca de la localidad de Hoog Buurlo, un equipo de estudiantes y arqueólogos del proyecto Constructing the Limes localizó los restos de un campamento militar romano temporal situado veinticinco kilómetros al norte del Rin, más allá de la frontera septentrional del Imperio.

El hallazgo resulta doblemente excepcional por su ubicación y por el método empleado para localizarlo. Jens Goeree, un estudiante de arqueología, desarrolló un modelo computacional que combinaba mapas de elevación y tecnología LIDAR para reconstruir las posibles rutas del ejército romano a través de la región de Veluwe. El programa calculaba la distancia que un ejército podía recorrer diariamente, consideraba la disponibilidad de agua y caminos, y buscaba la forma característica de los campamentos romanos: el diseño en naipes, con planta rectangular y esquinas redondeadas.

La predicción del modelo condujo en 2023 a los investigadores hasta Hoog Buurlo. Las excavaciones confirmadas en 2025 certificaron la existencia de un fuerte romano temporal de aproximadamente nueve hectáreas que incluye foso, terraplén defensivo de unos tres metros de ancho y varias entradas. El escaso número de objetos recuperados, entre ellos un fragmento de armadura militar romana, permitió datar la instalación en el siglo II d.C. mediante comparación con otro campamento encontrado en 1922 en los Países Bajos.

El campamento apenas mostraba signos superficiales de actividad antigua, pero el análisis mediante tecnología LIDAR permitió identificar variaciones mínimas en el relieve del suelo que revelaban la estructura subyacente. La ausencia de objetos cotidianos resulta coherente con el carácter transitorio del campamento: los soldados romanos que lo ocuparon probablemente no permanecieron allí más de unos días durante sus desplazamientos.

El descubrimiento revela que la noción de frontera en el mundo romano era mucho más flexible de lo que los mapas sugieren. El Limes Germánico Inferior, que seguía el cauce del Rin, no constituía una barrera infranqueable sino más bien una zona dinámica de interacción. Las legiones no solo patrullaban el Limes sino que penetraban regularmente en territorio bárbaro para realizar expediciones, castigar rebeliones o establecer contactos con tribus aliadas.

Los pueblos germánicos que habitaban la zona, como los frisios y los chamavos, mantenían relaciones complejas con el Imperio, no siempre conflictivas. A menudo cooperaban con los romanos, proporcionando recursos, comercio y soldados para las tropas auxiliares. En este contexto, un campamento como el de Hoog Buurlo podía cumplir múltiples funciones: punto logístico, lugar de encuentro diplomático o base para incursiones en territorios más septentrionales.

 

campamento romano de Hoog Buurlo en Países Bajos
Excavaciones en el campamento romano de Hoog Buurlo – Países Bajos

 

5. EL TESORO ROMANO DE HISTRIA (RUMANÍA)

En septiembre de 2025, arqueólogos del Museo Nacional de Historia de Rumanía anunciaron el hallazgo de un tesoro romano en la antigua ciudad costera de Histria que data del Alto Imperio Romano, entre los siglos II y III d.C. El descubrimiento tuvo lugar en una casa que había sido incendiada en la antigüedad, circunstancia que, paradójicamente, contribuyó a preservar los objetos hasta nuestros días.

El fuego fundió monedas y objetos metálicos que habían sido guardados en una caja de madera. El calor intenso alteró la estructura interna de los materiales, pero mantuvo su forma externa, creando una suerte de cápsula del tiempo que ha llegado intacta a través de casi dos milenios. Entre los objetos destacan más de cuarenta monedas, ornamentos en metal precioso, cerámicas, vidrio, bronce, hierro e inscripciones que revelan aspectos cotidianos de la vida en esta importante ciudad portuaria del Mar Negro.

La vivienda presentaba suelos de piedra caliza y paredes con yeso pintado, características que indican el nivel de vida de la élite provincial romana. Histria, fundada por colonos griegos en el siglo VII a.C., se convirtió bajo dominio romano en un próspero puerto comercial que conectaba el interior del Danubio con las rutas marítimas del Ponto Euxino.

Los objetos recuperados proporcionan información valiosa sobre las redes comerciales, los patrones de consumo y las prácticas religiosas de los habitantes de esta ciudad fronteriza. Las inscripciones halladas están siendo estudiadas por epigrafistas para determinar si aportan datos sobre nombres, oficios o relaciones sociales de los ocupantes de la domus.

 

tesoro romano de Histria descubierto en 2025
Tesoro romano de Histria (foto: Muzeul Național de Istorie a României)

 

6. LA TUMBA ARISTOCRÁTICA DE ALBANIA

En septiembre de 2025, investigadores del Instituto de Arqueología de Albania descubrieron una cámara funeraria romana del siglo III-IV d.C. cerca del límite con Macedonia del Norte. Se trata de la primera tumba de este nivel de lujo reportada en Albania, un hallazgo que revela la riqueza y sofisticación de las élites provinciales en los Balcanes romanos.

La tumba mide nueve por seis metros, dimensiones monumentales que la convierten en una de las más grandes encontradas en la región. El difunto, identificado como Gelliano según las inscripciones griegas halladas en el interior, perteneció a la élite local romana y fue enterrado con un ajuar excepcional que incluye placas de vidrio, tejidos bordados en oro, platos de vidrio y cuchillos de notable factura.

Las inscripciones proporcionan pistas sobre la identidad del ocupante y su posición en la sociedad romana de la zona. El uso del griego, lengua de cultura en las provincias orientales del Imperio, junto con la calidad de los materiales funerarios, sugiere que Gelliano formaba parte de una familia helenizada que había alcanzado prominencia bajo administración romana.

La estructura arquitectónica de la tumba presenta características propias de las construcciones funerarias romanas del período tardoimperial, con cámara abovedada y nichos laterales para depositar ofrendas. El estado de conservación permite estudiar detalles constructivos que raramente se preservan en yacimientos balcánicos, donde siglos de reutilización y saqueo han borrado muchas evidencias del pasado romano.

 

tumba romana descubierta en Albania en 2025
Tumba romana en Albania

 

7. EL PASADIZO SECRETO DEL PALACIO DE DIOCLECIANO (CROACIA)

En 2025, arqueólogos en Split, Croacia, anunciaron el descubrimiento de un pasaje oculto en el Palacio de Diocleciano, la monumental residencia imperial construida en el siglo III d.C. El corredor, sellado durante siglos, conecta los famosos sótanos del palacio con una escalera que conduce a los aposentos privados del emperador.

El pasadizo fue cerrado durante las reformas defensivas realizadas para resistir ataques otomanos en época medieval, quedando olvidado en los entresijos arquitectónicos del complejo. Su redescubrimiento modifica sustancialmente la comprensión sobre la distribución y el funcionamiento del palacio, que hoy forma el corazón histórico de la ciudad vieja de Split.

Vesna Bulić Baketić, directora del Museo de la Ciudad de Split, explicó que aunque hoy está oscuro y en ruinas, en tiempos de Diocleciano este espacio era una arteria activa del palacio, utilizada por sirvientes, guardias y quizá por el propio emperador para desplazarse de forma discreta entre las diferentes áreas de la residencia.

El Palacio de Diocleciano representa una de las construcciones romanas mejor preservadas del mundo. Construido entre los años 295 y 305 d.C. como retiro del emperador tras su abdicación voluntaria, el complejo combinaba residencia imperial, fortaleza militar y pequeña ciudad autosuficiente. Sus murallas monumentales, templos, mausoleo y espacios residenciales han sobrevivido en parte porque fueron reutilizados continuamente desde la antigüedad, evitando el abandono y la ruina que afectaron a otros palacios imperiales.

 

acceso secreto en el Palacio de Diocleciano en Split
Túnel secreto en el palacio de Diocleciano (foto: Vesna Bulić Baketić)

 

8. EL CAMPAMENTO MILITAR ROMANO DE LOS ALPES SUIZOS

En octubre de 2025, arqueólogos de la Universidad de Basilea anunciaron el descubrimiento de un campamento militar romano a más de 2.100 metros de altitud en los Alpes suizos, en la zona de Colm la Runga entre Cunter y Tiefencastel. El emplazamiento, protegido por tres fosos y una muralla con parapetos, ofrece una vista privilegiada de cuatro valles estratégicos y el paso de montaña de Lenzerheide.

El proyecto de investigación se centra en un campo de batalla romano en los Alpes de Oberhalbstein, pero el descubrimiento del campamento en la cima de la colina constituye un hallazgo inesperado que ha transformado la comprensión sobre las operaciones militares romanas en los Alpes. Un voluntario del proyecto detectó en otoño de 2023 una estructura de terreno llamativa que, analizada mediante modelo digital de alta resolución y datos LIDAR, reveló ser un campamento militar perfectamente conservado.

Las excavaciones realizadas en agosto de 2025 sacaron a la luz armas y equipamiento pertenecientes a soldados romanos, entre ellos balas de honda de plomo y clavos de sandalias militares. Las balas de honda llevan el sello de la Tercera Legión, la misma unidad que participó en la batalla de Crap Ses, proporcionando un vínculo directo entre el antiguo campo de batalla y el campamento recién descubierto.

La datación de los objetos hallados confirma que ambos lugares pertenecen a la misma época, hace aproximadamente dos mil años. El hallazgo permite rastrear con precisión el avance de las tropas romanas desde Bergell, a través del Paso de Septimer, hacia la zona de Tiefencastel, y desde allí en dirección a Chur y al valle alpino del Rin.

El campamento demuestra las extraordinarias capacidades logísticas del ejército romano y su dominio de la ingeniería militar incluso en terrenos de alta montaña. La construcción de instalaciones defensivas a más de dos mil metros de altitud exigía no solo pericia técnica sino también una cadena de suministros capaz de abastecer a los soldados en condiciones extremas.

 

campamento romano en Suiza descubierto en 2025
Campamento romano descubierto en Suiza en 2025 (foto: Cantón de Graubünden)

 

9. LA BASÍLICA ROMANA DE LONDINIUM

En febrero de 2025, arqueólogos del Museo de Arqueología de Londres anunciaron uno de los descubrimientos más significativos realizados en la capital británica desde el hallazgo del anfiteatro romano en la década de 1980. Los restos monumentales de la basílica romana de Londinium emergieron en el número 85 de Gracechurch Street, durante trabajos de demolición de un edificio comercial de noventa años en pleno corazón del distrito financiero londinense.

Los restos descubiertos corresponden a un edificio de dos plantas, casi tan grande como una piscina olímpica, construido entre los años 78 y 84 d.C., apenas tres décadas después de que las tropas romanas invadieran Britania y unos veinte años tras la rebelión de la reina celta Boudica que destruyó la primera Londinium. La basílica formaba parte del foro, el corazón social, político y comercial de la ciudad romana, donde la población acudía a comprar, relacionarse, buscar justicia y escuchar los últimos edictos de los líderes políticos.

El proyecto revisado contempla reducir la altura del rascacielos a treinta pisos para acomodar el descubrimiento, incorporando un espacio de exhibición en el sótano donde se mostrarán los restos romanos. Se propone además una plataforma de observación con vistas al Leadenhall Market como parte de las modificaciones.

 

Vestigios de la basílica romana de Londres
Basílica romana de Londres (foto: Tony Jolliffe)

 

10. EL COMPLEJO TERMAL DE LA VILLA DE FIUMANA (ITALIA)

En el verano de 2025, la cuarta campaña de excavación en la villa romana de Fiumana, en la provincia italiana de Forlì-Cesena, culminó con un descubrimiento sin precedentes. Los arqueólogos hallaron un impresionante complejo termal que se extiende a lo largo de más de cincuenta metros, revelando la monumentalidad de las instalaciones de baño en una villa rural del Bajo Imperio Romano.

Bajo la meticulosa dirección del profesor Riccardo Villicich de la Universidad de Parma, el equipo logró identificar el segmento suroeste del complejo termal, incluyendo su entrada y los recorridos internos que partían del gran patio central abierto.

El diseño arquitectónico revela una innovación notable. Desde el patio central se accedía a las salas absidiales y a una sucesión de salas calientes orientadas hacia el norte, disposición que confirma el uso prolongado del edificio en época tardoantigua.

A pesar del saqueo de los pavimentos de mármol del siglo V, de los que solo se conservan numerosos fragmentos, los arqueólogos pudieron documentar tres fases constructivas previas, evidenciando un palimpsesto arquitectónico que abarca más de cinco siglos de ocupación continua. Este descubrimiento demuestra que las grandes villas rurales del norte de Italia no eran simples explotaciones agrícolas sino complejos residenciales de lujo equipados con instalaciones termales comparables a las de las ciudades.

El equipo de excavación utilizó tecnologías de documentación digital, incluyendo fotogrametría y sistemas de información geográfica, para crear modelos tridimensionales precisos del complejo. Estos registros permitirán estudiar las técnicas constructivas, analizar la evolución arquitectónica del edificio y planificar futuras intervenciones de conservación y puesta en valor del yacimiento.

 

Termas romanas de Fiuamana
Termas romanas de Fiuamana (foto: Universidad de Parma)

 

 

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