Naqsh-e Rostam. El triunfo de Partia sobre Roma

Publicado el 23 de septiembre de 2018. Última actualización el 5 de septiembre de 2025.
Irán – Fars
A solo 12 km al noroeste de Persépolis, en la provincia de Fars (Irán), se levanta el imponente conjunto arqueológico de Naqsh-e Rostam. En sus acantilados se concentran más de mil años de historia: desde las tumbas reales aqueménidas hasta los relieves de los reyes sasánidas que celebraron sus victorias frente a Roma.

QUÉ VER EN NAQSH-E ROSTAM
En este importante yacimiento arqueológico se hallan las tumbas de cuatro reyes de la dinastía aqueménida (550-330 a.C.) y diversos relieves de época sasánida.
LAS CRUCES PERSAS
Las tumbas excavadas en la roca son conocidas como «las cruces persas» por la forma de sus fachadas, esculpidas en forma de cruz. El acceso a las mismas se encuentra en el centro de cada cruz, a través de los cuales se accedía a una pequeña cámara donde se encontraba el sarcófago del monarca. Una de las tumbas pertenecía a Darío I el Grande (522-486 a.C.), mientras que las otras se cree que serían las de Jerjes I (486-465 a.C.), Artajerjes I (465-424 a.C.), y Darío II (423-404 a.C.). Existe una quinta tumba inacabada que podría ser la Artajerjes III o Darío III. Las tumbas fueron saqueadas tras la caída del Imperio Aqueménida, conquistado por Alejandro Magno.

LOS RELIEVES DE NAQSH-E ROSTAM
Los relieves rupestres de Naqsh-e Rostam describen escenas de monarcas de la dinastía sasánida, el mayor rival del Imperio Romano.
LA INVESTIDURA DE ARDASHIR I
El primer relieve refleja la investidura real de Ardashir I (226-242 d.C.) por el dios Ahura Mazda. A los pies de ambos personajes, que van montados a caballo, aparece el rey parto Artabanus V, derrotado por Ardhashir, y Ahriman, el demonio, personificado por una persona con serpientes como miembros.

EL TRIUNFO DE SHAPUR I
El segundo, «el triunfo de Shapur I», relata la rendición y vasallaje de los emperadores romanos Valeriano y Felipe el Árabe, a los que derrotó Shapur I (241-272 d.C.). El primero aparece de pie con los brazos extendidos junto a un Shapur victorioso, a caballo, y junto a ellos, Felipe el Árabe, arrodillado. Hay que indicar de todas formas que existe controversia entre los historiadores sobre a qué emperadores romanos representan dichos relieves, situando de este modo su ejecución artística entre el 245 d.C. y el 260 d.C. Esta colosal victoria aparece también reflejada en otro relieve de la antigua ciudad de Bishapur.

LAS GUERRAS DE SAPUR I CONTRA ROMA
Durante el reinado de Sapur I, entre el 241 y 272 d.C., los sasánidas se enfrentaron en tres ocasiones a las legiones de Roma. El principal motivo de la confrontación era el control de Armenia y partes de Mesopotamia, en la actual Iraq. En el 244 d.C., las tropas sasánidas derrotaron a los romanos, asesinando a su emperador Gordiano III cerca de la capital sasánida, Ctesiphonte (Iraq). Felipe I, conocido como el Árabe, alcanzó la paz con Sapur I, ese mismo año, a cambio de la entrega de una alta suma de dinero. En el 260 d.C. las hostilidades volvieron a enfrentar a ambos imperios, que culminaron con una nueva derrota de Roma y la captura de su emperador, Valeriano, que murió durante su cautiverio en Parsa, al sur de la actual Irán.
OTROS RELIEVES
Otros tres relieves pertenecen al reinado de Bahram II (276-293 d.C.). En dos de ellos se puede observar al monarca, en combate ecuestre. Los dos últimos relieves representan a los reyes Narseh (293-303 d.C.) y Hormizd II (303-309 d.C.)

VISITAS CERCANAS
La localización de Naqsh-e Rostam, en pleno corazón de Fars, permite completar la experiencia con algunos de los enclaves más significativos de la antigua Persia, todos accesibles en menos de media hora de viaje.
PERSEPOLIS
A solo doce kilómetros al sureste, unos veinte minutos en coche, se alza Persépolis, la capital ceremonial del Imperio aqueménida. Fundada por Darío I en el siglo VI a. C., conserva las imponentes escalinatas decoradas con procesiones, los relieves tributarios y los restos del majestuoso Apadana, el salón de audiencias reales.
NAQSH-E RAJAB
Muy cerca, a apenas cinco kilómetros al este, diez minutos por carretera, se encuentra Naqsh-e Rajab, una garganta rocosa donde se tallaron varios relieves de época sasánida. Entre ellos destacan las investiduras de Ardashir I, fundador de la dinastía, y de Shapur I, vencedor de Roma.
ESTAKHR
Finalmente, a unos doce kilómetros hacia el sureste, quince a veinte minutos desde Naqsh-e Rostam, se localiza Estakhr, ciudad heredera de la tradición aqueménida y más tarde centro religioso sasánida. Entre sus restos aún se aprecian murallas, templos y necrópolis, que testimonian la importancia de este enclave en la continuidad histórica de Fars.