LOS RELIEVES SASÁNIDAS DE TAQ-E BOSTAN

Publicado el 15 de abril de 2020. Última actualización el 13 de mayo de 2025.
Irán – Kermanshah / Partia
Taq-e Bostan se encuentra a cinco kilómetros al noreste de la ciudad de Kermanshah, al oeste de Irán. En este lugar se halla un espectacular conjunto monumental de época sasánida, conocido como el «Jardín de los Arcos» (Taq significa «arco» y Bostan «jardín» en persa). Se localiza en el corazón de los Montes Zagros, en un área donde un manantial natural crea un entorno de particular belleza. El sitio está inscrito en la Lista Tentativa del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 2007.
SU HISTORIA
La región de Kermanshah ha sido históricamente una zona de confluencia cultural donde coexisten hablantes de persa y kurdo. Taq-e Bostan se encuentra en lo que antiguamente fue un importante tramo de las rutas comerciales que posteriormente formarían parte de la Ruta de la Seda. Los monumentos sasánidas fueron tallados en un período entre los siglos IV y VII d.C., durante el apogeo del Imperio Sasánida (224-651 d.C.), la última gran dinastía persa preislámica que gobernó el territorio desde Mesopotamia hasta Asia Central.
Los sasánidas se consideraban herederos legítimos del Imperio Aqueménida (550-330 a.C.) y rivales directos del Imperio Romano (posteriormente Romano Oriental/Bizantino). Este contexto geopolítico se refleja claramente en la iconografía presente en los relieves.
Los relieves sasánidas de Taq-e Bostan representan la cumbre del arte escultórico sasánida y constituyen un valioso testimonio de la cultura persa antigua. El complejo consta de dos iwanes (grandes arcos excavados en la roca) y un panel de relieve independiente. Cronológicamente, abarcan las representaciones de tres monarcas sasánidas: Ardashir II (379-383 d.C.), Shapur III (383-388 d.C.) y Cosroes II (590-628 d.C.).

ARDASHIR II
El relieve más antiguo del conjunto, situado en un panel independiente, muestra la investidura de Ardashir II. La escena está compuesta por tres figuras de pie y una figura caída. En el centro se encuentra Ardashir II recibiendo el cydaris (diadema real) de manos de Ahura Mazda (la deidad suprema del zoroastrismo), quien se ubica a la derecha. A la izquierda aparece Mithra (dios de los contratos y la luz) sobre un loto, sosteniendo un haz de barsom (ramas sagradas utilizadas en rituales zoroástricos).
A los pies de estas figuras yace un enemigo derrotado, tradicionalmente identificado como el emperador romano Juliano el Apóstata. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que podría tratarse de una representación simbólica del poder romano en general, más que de un individuo específico. La fecha de este relieve (c. 380 d.C.) lo sitúa aproximadamente 17 años después de la muerte de Juliano en 363 d.C., lo que complica su identificación precisa.
Este relieve manifiesta una clara influencia del arte romano-bizantino en su composición frontal y simétrica, aunque conservando elementos iconográficos netamente persas.

SHAPUR II – III
El iwan más pequeño, que mide aproximadamente 5,5 metros de altura, 4 metros de ancho y 6 metros de profundidad, contiene las representaciones de Shapur II (309-379 d.C.) y su hijo Shapur III. Ambas figuras aparecen en posición frontal, estáticas y hieráticas, mirándose mutuamente. Shapur II se encuentra a la izquierda y Shapur III a la derecha.
Junto a cada monarca hay una inscripción en pahlavi (persa medio) que identifica a cada soberano. La inscripción de Shapur III es particularmente importante por ser datada con precisión en el año 383 d.C., lo que proporciona un punto de referencia cronológico fundamental para el estudio del arte sasánida.
Este iwan muestra una evolución estilística hacia una mayor abstracción y formalismo, características que se acentuarán en el arte persa posterior.

COSROES II
El iwan principal, que mide aproximadamente 9 metros de altura, 7 metros de ancho y 9 metros de profundidad, alberga los relieves más elaborados del conjunto, datados en el reinado de Cosroes II (590-628 d.C.). Este período representa la edad de oro del arte sasánida.
En la pared posterior del iwan, la escena superior muestra la investidura de Cosroes II. El monarca aparece en el centro, recibiendo el cydaris de Ahura Mazda (a la derecha). A la izquierda se encuentra Anahita, diosa de las aguas y la fertilidad, vertiendo agua sagrada, símbolo de bendición y legitimidad. Esta es una de las pocas representaciones conocidas de una deidad femenina en el arte oficial sasánida, lo que subraya la importancia del culto a Anahita durante este período.
Debajo de esta escena se encuentra un relieve monumental que muestra a Cosroes II como guerrero catafracto, montado sobre su caballo de guerra. Tanto el jinete como el caballo aparecen completamente armados. Las fuentes literarias posteriores mencionan que el caballo favorito de Cosroes II se llamaba Shabdiz, aunque no hay inscripciones en el sitio que confirmen que esta sea específicamente la representación de dicho caballo.


ESCENAS DE CAZA DE COSROES II
En las paredes laterales del iwan grande se despliegan dos impresionantes escenas de caza, actividad que representaba tanto un pasatiempo aristocrático como una demostración simbólica del poder real sobre el caos (representado por los animales salvajes).
En la pared derecha se desarrolla una cacería de jabalíes. La escena muestra a Cosroes II en diferentes momentos de la cacería, utilizando una técnica narrativa conocida como «narración continua». El monarca aparece navegando en barcas a través de un pantano donde se refugian los jabalíes, mientras elefantes conducen a las presas hacia los cazadores. Este relieve destaca por su dinamismo y detallismo, mostrando con precisión los implementos de caza y la vegetación del pantano.
En la pared izquierda se representa una cacería de ciervos, con similar detalle y complejidad compositiva. Músicos acompañan la escena, indicando el carácter ceremonial y festivo de estas cacerías reales.

