LOS BAÑOS TERMALES DE HAMAT GADER

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Israel – Norte / Emmatha (Syria)

 

Hamat Gader está situada al sur de los Altos del Golán, en el valle del río Yarmuk, cerca del Mar de Galilea. Se encuentra a tan sólo cuatro kilómetros de la ciudad jordana de Umm Quais, la antigua ciudad de Gadara. En este lugar se encuentra el mayor complejo termal de aguas medicinales del Imperio romano.

 

SU HISTORIA

En Hamat Gader se halla un manantial de agua mineral, que llega a alcanzar los  52º de temperatura. En época romana se construyó un complejo lúdico termal, compuesto por las fuentes termales, unos baños terapéuticos y un teatro donde se realizaban celebraciones y cultos. Es muy probable que el lugar contara con un templo. Se cree que pudiera encontrarse en el lugar de un templo de época bizantina.

La primera referencia del lugar, la tenemos en el  siglo I a.C., Estrabón ya indica que en Gadara, ciudad de la Decapolis, existía una zona pantanosa, inhabitable. A mediados del siglo II d.C. se cree que fue el momento en el que los habitantes de Gadara limpiaron el área. La construcción del complejo termal se inició en tiempos de Antonino Pio. En el 161 d.C., durante el imperio de Marco Aurelio, se celebraron en Gadara unas naumaquias, recreaciones de batallas navales. Es probable que estas representaciones tuvieran lugar en Hamat Gader. Conocemos este evento gracias a las monedas que fueron acuñadas para celebrarlo. Es posible que este evento conmemorara el aniversario de la construcción del complejo termal.

LAS TERMAS MEDICINALES

En el siglo IV d.C., Eusebio, en su Onomastikon, menciona la existencia de una villa, Emmatha, cerca de Gadara, con unos baños termales de agua caliente. En el 363 d.C. un potente terremoto afectó al Manantial de Gader pero la reconstrucción llevada a cabo debió engrandecer aún más el complejo termal. Así, el historiador griego Eunapius escribió a finales del siglo IV d.C., que en Syria existían unas termas a las que, en todo el Imperio romano, sólo le podían hacer sombra las de Baiae (Italia). Así mismo, indica que la gente viajaba en grupos buscando curas medicinales. El propio Eunapius viajó desde Atentas hasta Hamat Gader junto con el filósofo Iamblichus y sus discípulos.

Según cuenta Ephifanius, contemporáneo de Eunapius, anualmente se celebraba en Hamat Gader un festival del agua. Durante varios días, cientos de peregrinos iban a bañarse y lavar sus aflicciones.

Los manantiales recibían nombres mitológicos como Eros y Anteros. Se decía que ellos sucedían milagros y eventos sobrenaturales. Antonius de Placentia, que visitó el lugar, a mediados del siglo VI d.C. relata que en estas fuentes termales, conocidas entonces como los Baños de Elijah, se lograba la sanación de los leprosos.

Al final del período bizantino, las termas fueron sacudidas nuevamente por un terremoto. Durante el reinado de Abī Sufyān, fundador de la dinastía omeya, las termas de Hamat Gader experimentaron un nuevo proceso de renovación, siendo nuevamente abiertas en el año 663 d.C. Su abandono definitivo se produjo entre los siglos IX y X d.C., probablemente después de otro terremoto.

 

Termas romanas de Hamat Gader (foto: Mboesch)

 

LAS TERMAS ROMANAS

Las termas de Hamat Gader están localizadas entre el teatro y el río Yarmuk. Ocupaban una extensión superior a los 4.200 m². El complejo estaba rodeado por un muro, que añadía intimidad y misterio a su construcción. Los arqueólogos descubrieron una calzada monumental, de 12 m. de anchura, que comunicaba las termas con el teatro.

Existen discrepancias entre los arqueólogos acerca de las etapas constructivas de las termas. Yizhar Hirschfeld indica que fueron dos las momentos centrales, en época romana y otra en época islámica. El arqueólogo francés Henri Broise marca tres momentos constructivos principales.

Según el arqueólogo israelí, el complejo termal contaba con cinco estancias, todas ellas con piscinas con agua procedente del manantial. Dadas las altas temperaturas de las aguas medicinales, algunas piscinas tenían tuberías de plomo que llevaban agua fría, procedentes de un acueducto. De este modo, lograban moderar la temperatura del agua.

 

Recreación de las termas de Hamat Gader

 

LAS ESTANCIAS TERMALES

Para Hirschfeld, la estancia ovalada (A) más próxima al manantial, era la estancia principal del baño, asimilable el caldarium romano. Su construcción está datada en el siglo III d.C. Contaba con fuentes de agua fría para refrescar a los bañistas. El baño en esta estancia debía de ser breve y únicamente con propósitos medicinales. El alto contenido de minerales del agua prohibía una estancia larga en la piscina.Tenia una profundidad de 1,15 m.

Adyacente a la primera se encontraba la segunda estancia (B), con una piscina de menor tamaño y una profundidad de 1,25 m. Se encontró prácticamente intacta.

La siguiente estancia (C) conocida como la Sala de los Pilares, conserva muros que se levantan hasta casi los ocho metros de altura. Se conservan tres nichos (aediculae) donde se hallarían estatuas. Estaba cubierta por una techo abovedado, similar al de las termas de Caracalla o Diocleciano.

 

Hamat Gader. Complejo termal (foto: Shalva Mamistvalov)

 

La Sala de los Fuentes(D) es la mayor de todo el complejo, con unas medidas de 13,9 x 29,5 m.  Se cree que su construcción en anterior al resto de las estancias. Para Broise, esta estancia junto con la sala A y la sala G eran las correspondientes a la construcción inicial. Se conservan muros que llegan casi a los cinco metros y medio de altura. Una gran piscina rectangular ocupaba el espacio central de la sala. Esta piscina contaba con varias fuentes, decoradas con cabezas de animales y humanas, que la alimentaban de agua. Se cree que las fuentes se instalaron en torno al siglo V d.C.

La Sala de las Inscripciones (E) cuenta con la quinta piscina del complejo termal. Debe su nombre a inscripciones descubiertas en su entorno.

La sala G, para Broise, era la sala de mayor temperatura de todo el complejo, localizada junto a la fuente termal. El arqueólogo francés cree que el número de estancias con piscinas era más reducido. El frigidarium correspondería, según su parecer, a la Sala de las Fuentes.

 

Hamat Gader. Sala de las Fuentes (foto: Sebastian Witkin)

 

EL TEATRO

Tenía capacidad para unas dos mil personas. Su limitada capacidad marcaba también su carácter ritual. Como comentamos, el teatro estaba comunicado con el complejo termal por una calzada de doce metros de anchura. Desde el teatro también salía una calzada, aunque de inferior anchura, seis metros, hasta el canal del río Yarmuk. Los arqueólogos creen que estas dos calzadas eran el cardo y el decumano de Hamat Gader.

 

Hamat Gader. Teatro romano (foto: Ori)

LA IGLESIA BIZANTINA

Se levanta en el sector oriental de Hamat Gader. Es probable que en este lugar, o en torno a él, se encontrara un templo de época romana, contemporáneo del complejo termal y el teatro.

 

 

FUENTES:
Yizhar Hirschfeld y Giora Solar. The Roman Thermae at Hammat Gader. Israel Exploration Journal, Vol. 31, No. 3/4 (1981), pp. 197-219 (29 pages)
Yizhar Hirschfeld. The History and Town-Plan of Ancient Ḥammat Gādẹ̄r. Zeitschrift des Deutschen Palästina-Vereins (1953-), Bd. 103 (1987), pp. 101-116 (19 pages)
Henri Broise. À propos des thermes de Hammat Gader. Syria, T. 80 (2003), pp. 217-235 (19 pages)


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