La gran Apamea

Publicado el 28 de noviembre de 2018. Última actualización el 27 de septiembre de 2025.
Siria – Hama / AFEMIA (Syria)
Apamea está situada al norte del desierto sirio, en la orilla derecha del río Orontes. Se encuentra a 55 km al noroeste de Hama y a 125 km de Alepo. El yacimiento arqueológico de la antigua ciudad de Apamea fue incluido en 1999 en la Lista Indicativa de Patrimonio Mundial de la UNESCO por la República Árabe Siria.
HISTORIA DE APAMEA
La fundación de la ciudad se debe al rey seléucida Seleuco I Nikator que, en el 300 a.C., le da el nombre en honor a su esposa, Afamia. Desde entonces, Apamea se convirtió en un centro clave de Siria, destacando por su papel militar, cultural y comercial.
En el año 188 a.C. fue escenario del Tratado de Apamea, firmado tras la derrota del rey Antíoco III frente a Roma en la batalla de Magnesia, un hecho que marcó el final de las aspiraciones seléucidas en Asia Menor.
Durante el periodo romano alcanzó un gran desarrollo. Según un censo del año 6–7 d.C., su población ascendía a unos 117.000 habitantes, convirtiéndose en una de las mayores ciudades de Siria. En el siglo III d.C. fue sede de la Legio II Parthica, lo que reforzó su importancia estratégica en el Oriente romano.
QUÉ VER EN APAMEA
Los vestigios de época romana más interesantes de Apamea son sus murallas y el cardo máximo. Las primeras conservan un excepcional perímetro amurallado de siete kilómetros de longitud, protegidas a intervalos regulares por torres de forma cuadrada o redondeada. De las cuatro puertas de acceso a la ciudad se conservan importantes vestigios de la puerta norte.
EL CARDO MÁXIMO
Se construyó a lo largo del siglo II d.C., principalmente en tiempos de los emperadores Trajano (98-117 d.C.), Marco Aurelio (161-181 d.C.) y Septimio Severo (193-211 d.C.). Esta imponente calzada tiene una longitud de casi dos kilómetros, marcando el perímetro de norte a sur de la ciudad. Los casi cuarenta metros de anchura de la calle estaban delimitados por interminables hileras de columnas, cuyos capiteles muestran motivos florales y los rostro de líderes locales y emperadores romanos. El cardo máximo estaba delimitado al norte por la puerta de Antioquia y al sur por la puerta de Homs.


EL ÁGORA Y EL TEMPLO DE ZEUS BELOS
Bajando por el cardo, desde el norte, encontramos el área del antiguo ágora de la ciudad, un espacio rectangular de unas imponentes medidas de 150x45m. El ágora estaba conectada al cardo a través de una pequeña vía y contaba con una entrada monumental. A la derecha del ágora estaba situado el templo de Zeus Belos, del que apenas quedan sus cimientos, tras ser destruido en el 348 d.C.

LAS TERMAS
Cerca de la puerta de Antioquia se encuentran las termas, construidas probablemente en tiempos del emperador Trajano. Entre las estancias termales que se conservan se encuentran las correspondientes a las salas de agua caliente o caldarium y de agua templada o tepidarium.

EL TEATRO
El teatro, de origen seléucida, se halla en una colina a la derecha del cardo. Con un diámetro de 139m. es el mayor teatro romano de toda Siria y uno de los mayores de la Antigüedad. Fue usado como cantera por los árabes durante la construcción de su ciudadela, motivo por el cual sólo se conserva parte de la forma de la cavea y del muro de la escena.

En la carretera que lleva a Kan Sheikhoun, existen vestigios de residencias romanas y bizantinas.
APAMEA EN BRUSELAS
Importantes vestigios de la antigua ciudad romana de Apamea se conservan en el Museo del Cincuentenario de Bruselas. Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo a principios de los años treinta del siglo pasado por el arqueólogo belga Fernand Mayence permitieron llevar a la capital belga innumerables piezas procedentes de esta ciudad siria. Destacan las grandes columnas de Apamea, el mosaico de las Terapénidas o el de la Gran Cacería. Se cree que este último procede de la residencia del gobernador de Syria Secunda.

APAMEA EN LA ACTUALIDAD
Desde 2011, el conflicto en Siria ha afectado gravemente al yacimiento. Imágenes satelitales entre 2012 y 2014 confirmaron el saqueo sistemático del sitio, con excavaciones ilegales realizadas con maquinaria pesada. El cardo máximo, las termas y el teatro sufrieron daños por estas actividades, además del abandono prolongado.
Apamea permanece en la Lista indicativa de la UNESCO, pero su estado de conservación es crítico. El acceso turístico no está garantizado y depende en todo momento de la situación de seguridad y de las autoridades locales.
El viajero debe ser consciente de que, en la actualidad, Apamea representa tanto la grandeza del urbanismo romano en Oriente como la fragilidad del patrimonio en tiempos de conflicto.
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