ENTRE CAOS Y COSMOS. UN VIAJE A LA NATURALEZA EN EL IMAGINARIO GRIEGO

Cartel anunciador de la Exposición Entre Caos y Cosmos en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid
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El Museo Arqueológico Nacional de Madrid nos sorprende con «Entre Caos y Cosmos. Naturaleza en la Antigua Grecia», una exposición que estará disponible hasta el 30 de marzo de 2025. Más que una muestra arqueológica, se trata de una experiencia inmersiva que nos transporta al imaginario natural de los antiguos griegos a través de algunas de sus obras más representativas.

Esta exposición forma parte de los actos de celebración del décimo aniversario de la reforma integral del Museo (2014-2024) y coincide con la adquisición, en 1874, de la colección de Antigüedades del marqués de Salamanca, el mayor coleccionista de arte clásico de España en el siglo XIX. Reuniendo más de un centenar de obras, incluyendo cerámicas, esculturas, monedas y objetos rituales, nos adentramos en el diálogo entre los griegos y la naturaleza como un espacio sagrado, simbólico y funcional.

 

Acceso a la exposición Entre Caos y Cosmos
Entre Caos y Cosmos (foto: estudiogd)

 

DEL CAOS PRIMIGENIO AL ORDEN NATURAL

El recorrido comienza con un impacto visual inesperado. Al final de un oscuro pasillo, débilmente iluminado por sugerentes recreaciones de olas que evocan el mar primigenio, nos recibe una pieza que condensa la esencia de la exposición: una copia del famoso relieve del Trono Ludovisi, que representa el Nacimiento de Afrodita.

Esta obra simboliza la transición del caos al orden, mostrando a la diosa de la belleza emergiendo de las aguas, asistida por ninfas. La naturaleza, para los griegos, no era estática sino un proceso de transformación, en constante evolución desde el desorden original hasta la estructuración del cosmos.

 

Relieve del Nacimiento de Afrodita
Nacimiento de Afrodita – relieve del Trono Ludovisi (foto: Sergio Geijo)

 

La exposición aprovecha esta narrativa para sumergirnos sensorialmente en esta transición: el paso de la penumbra al espacio luminoso imita el viaje mitológico desde la confusión primordial hasta la creación del mundo habitable.

 

NATURALEZA CONQUISTADA: EL DOMINIO HUMANO SOBRE LO SALVAJE

Tras abandonar este preludio marino, entramos en la primera sala temática propiamente dicha que abordan dos temas «Naturaleza Salvaje» y «Naturaleza Conquistada». El espacio está dominado por la imponente figura de Artemisa cazadora, una magnífica copia en escayola del original atribuido a Leocares. La diosa, con su porte majestuoso y preparada para la caza, simboliza la ambivalente relación griega con la naturaleza: veneración y dominio simultáneos.

 

Sala de la exposición Entre Caos y Cosmos con la escultura de la diosa Artemisa cazadora
Escultura de Artemisa cazadora (foto: masdearte)

 

Esta sección nos muestra cómo los griegos conquistaron la naturaleza mediante la domesticación de animales y la agricultura. Entre las piezas expuestas destacan:

  • Un lecane con escenas de gigantomaquia, simbolizando la victoria de los dioses sobre las fuerzas caóticas de la naturaleza.
  • Un kylix con escenas de caza, que muestra la actividad cinegética como elemento clave en la construcción de la civilización griega.
  • Un impresionante krater con el Juicio de Paris, donde la naturaleza es testigo de los conflictos divinos y humanos.
  • Una didracma de Cirene, destacando la importancia de la flora y la fauna en la economía antigua.

 

anforas y piezas de la antigua Grecia de la exposición Entre Caos y Cosmos
Entre Caos y Cosmos (foto: Sergio Geijo)

 

DONES DE LOS DIOSES: LA NATURALEZA COMO REGALO DIVINO

La siguiente sala, «Dones de los dioses», nos sumerge en la relación de dependencia que los griegos mantenían con la naturaleza cultivada. Preside el espacio una magnífica ánfora masaliota junto a una hidria decorada con la figura de Dioniso, dios de la vid y el vino.

Esta sección está dedicada a la tríada mediterránea —cereal, olivo y vid— que sustentaba la economía y la dieta griegas. Cada elemento natural aparece vinculado a una divinidad que lo otorgó a los humanos como don: Deméter y el trigo, Atenea y el olivo, Dioniso y la vid.

Particularmente significativo en esta sala es un kylix (copa para beber vino) que muestra a Triptólemo, el héroe que según el mito recibió de Deméter los secretos de la agricultura para compartirlos con la humanidad. La pieza condensa la sacralidad que los griegos atribuían a la domesticación de plantas y animales, vista no como mera tecnología sino como un don divino que marcaba la transición de la humanidad hacia la civilización.

Las cerámicas expuestas muestran escenas de recolección, producción de aceite y elaboración de vino, recordándonos que para los griegos estas actividades agrícolas tenían tanto un componente económico como ritual. La presencia de monedas de Atenas con la lechuza y la rama de olivo nos recuerda cómo estos elementos naturales pasaron a convertirse en símbolos de identidad política y cultural, demostrando la centralidad de la naturaleza domesticada en la autocomprensión griega.

 

MAR MEDITERRÁNEO: EL GRAN CONECTOR

Dejando atrás la tierra cultivada, nos adentramos en «Mar Mediterráneo», un ámbito que explora la compleja relación de los griegos con el entorno marino que definió su civilización. El azul domina esta sala, donde la iluminación está diseñada para recrear los reflejos y movimientos del agua, envolviendo al visitante en una atmósfera marina.

El mar, para los griegos, era simultáneamente un espacio de oportunidad (comercio, comunicación, expansión colonial) y de peligro (tormentas, naufragios, criaturas monstruosas). Esta ambivalencia se refleja perfectamente en las piezas expuestas, que alternan entre escenas de próspera actividad comercial y representaciones de mitos como el de Odiseo enfrentando a seres marinos.

Las pequeñas ofrendas votivas en forma de embarcaciones, que los marineros dedicaban a Poseidón para garantizar travesías seguras, son testimonio de cómo el respeto a las fuerzas naturales impregnaba la vida cotidiana de esta civilización marítima.

 

sala expositiva sobre El Mediterraneo en entre el cosmos y el caos
Entre Cosmos y Caos (foto: estudiogd)

 

UN COMPENDIO DE NATURALEZA TRANSFORMADA

La exposición continúa con una sala que agrupa varios conceptos interrelacionados: «Naturaleza alterada», «Naturaleza mecánica», «Jardines» y «Eros». Este espacio ecléctico está dominado visualmente por una impresionantes escultura de Leda y el cisne —símbolo del encuentro entre lo humano y lo animal en el mito de Zeus transformado en ave—. En esta sección se exploran los seres híbridos (centauros, sirenas, sátiros), que desafían las categorías establecidas por el cosmos griego. Se destacan también las primeras nociones de ingeniería y mecánica, con referencia a los autómatas y la creación artificial de vida, un antecedente de la inteligencia artificial moderna.

 

Esculturas clásicas en la exposición Entre Caos y Cosmos
Escultura de Leda y el Cisne – Entre Caos y Cosmos (foto: estudiogd)

 

Lecánide con mujer y Eros
Lecánide con mujer y Eros (foto: Sergio Geijo)

En  «Naturaleza alterada» encontramos representaciones de seres híbridos (centauros, sátiros, sirenas) que poblaban el imaginario griego, manifestando tanto su temor como su fascinación por lo que escapaba a las categorías ordenadas del cosmos. Un espléndido cráter muestra a los centauros en batalla, delicadas terracotas presentan sirenas con cuerpo de ave y cabeza de mujer, y un pequeño bronce representa a Pan, el dios caprino de los bosques. Cada pieza nos habla de cómo los griegos poblaron los espacios naturales con seres que encarnaban tanto sus temores como sus deseos.

«Naturaleza mecánica» nos muestra cómo los griegos concebían artefactos que imitaban o aprovechaban la naturaleza, desde simples molinos hasta sofisticados autómatas descritos en textos antiguos. Este ámbito revela la ingeniosa relación entre técnica y naturaleza en el pensamiento griego.

El ámbito de «Jardines» presenta delicados frescos y relieves que ilustran la naturaleza domesticada según cánones estéticos. Un magnífico vaciado de un friso muestra procesiones de jóvenes entre ramas de olivo, recordándonos la integración del elemento vegetal en los espacios sagrados. Los jardines representaban para los griegos una naturaleza idealizada, donde el ingenio humano y la belleza natural se fusionaban en espacios de contemplación y deleite sensorial. La sala incluye recreaciones de fragancias basadas en fórmulas antiguas que permiten aproximarnos a la dimensión olfativa de estos espacios.

La sección dedicada a «Eros» explora el poder generador de la naturaleza a través de representaciones del deseo y la fertilidad. Una estatuilla muestra a Eros emergiendo de un huevo cósmico, símbolo perfecto de su papel como principio generador. Las hidrias decoradas con escenas de cortejo entre jóvenes en entornos naturales nos recuerdan que, para los griegos, el impulso erótico estaba íntimamente ligado a los ciclos de la naturaleza. Esta concepción de Eros no como el travieso Cupido romano, sino como la poderosa fuerza primordial que actuaba en toda la naturaleza, revela la profunda conexión que los griegos establecían entre deseo, fertilidad y regeneración natural.

Esta sala multitemática resulta particularmente sugerente al mostrar cómo los griegos no veían compartimentos estancos entre lo natural, lo divino, lo tecnológico y lo erótico, sino un continuo de fuerzas interrelacionadas.

 

NATURALEZA CURATIVA: EL PODER DE LAS PLANTAS

El recorrido concluye con «Naturaleza curativa», un espacio íntimo dedicado a las pócimas y brebajes que los griegos elaboraban a partir de su conocimiento de plantas y minerales. Pequeños recipientes para ungüentos, instrucciones médicas grabadas en tablillas y representaciones de figuras como Circe o Medea nos hablan de cómo el mundo natural era fuente tanto de remedios como de venenos.

La figura de Circe, representada en un espejo de bronce transformando a los compañeros de Odiseo en animales, nos recuerda el poder ambivalente atribuido a quienes conocían los secretos de las plantas. Las hierbas secas dispuestas en pequeños contenedores —romero, laurel, mirto— permiten a los visitantes reconocer especies que ya los griegos utilizaban tanto en la medicina como en rituales religiosos.

Esta sección revela la sofisticada farmacopea griega, basada en la observación empírica de las propiedades de plantas como el laurel, el mirto o la mandrágora, pero también su dimensión mágica y ritual, donde el conocimiento de lo natural confería poder y misterio a quienes lo dominaban.

 

Sala de la exposición Entre Caos y Cosmos
Entre Caos y Cosmos

 

ENTRE EL TEMOR Y LA VENERACIÓN

«Entre Caos y Cosmos» logra, a través de este recorrido visual, transmitir la esencia de la relación griega con la naturaleza: una mezcla de temor reverencial, intento de dominio, aprovechamiento práctico y veneración religiosa. Las piezas seleccionadas, dispuestas en un recorrido que fluye desde el nacimiento mítico del cosmos hasta el uso cotidiano de las plantas medicinales, nos ofrecen una visión completa y matizada de cómo esta antigua civilización se entendía a sí misma en relación con su entorno natural.

Para el visitante contemporáneo, inmerso en los debates sobre crisis climática y sostenibilidad, la exposición ofrece una oportunidad de reflexión sobre cómo otras culturas han conceptualizado su lugar en la naturaleza. Los antiguos griegos, con su visión de un mundo natural habitado por fuerzas divinas que merecían respeto a la vez que podían ser aprovechadas, quizás tengan algo que enseñarnos sobre el equilibrio entre utilidad y reverencia.

Esta exposición es una ventana a una forma de entender el mundo donde la naturaleza no era un recurso a explotar, sino un misterio a interpretar y venerar. Los griegos, a través de su mitología, su arte y sus prácticas cotidianas, desarrollaron una relación con su entorno natural que combinaba el uso práctico con la reverencia sagrada.

Si aún no has visitado esta exposición en el Museo Arqueológico Nacional, tienes hasta el 30 de marzo de 2025 para sumergirte en esta fascinante visión de la naturaleza a través de los ojos de una de las civilizaciones más influyentes de la historia.

 

MÁS INFORMACIÓN
Lugar: Museo Arqueológico Nacional, Madrid
Fechas: 31 de octubre de 2024 hasta el 30 de marzo de 2025
Horarios: Martes a sábados de 9:30 a 20:00. Domingos y festivos de 9:30 a 15:00.
Visitas guiadas miércoles 18:00 y sábados 10:30 (reserva previa recomendada)
WEB man.es


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