DEL HUEVO A LAS MANZANAS. La civilización de la comida y los placeres de la mesa en Herculano

A tan sólo 700 m. del Parque Arqueológico de Herculaneum, en la imponente Villa Campolieto de Ercolano, se exhibe la muestra «Dall’uovo alle mele. La civiltà del cibo e i piaceri della tavola a Ercolano» (Del huevo a las manzanas. La civilización de la comida y los placeres de la mesa en Herculano). Organizada por el Parque Arqueológico de Herculaneum, en colaboración con la Fondazione Ente Ville Vesuviane y el apoyo científico del Departamento de Agronomía de la Universidad Federico II de Nápoles, esta interesante exposición puede visitarse desde el 28 de marzo hasta el 31 de diciembre de 2025.
VILLA CAMPOLIETO
Villa Campolieto es una de las residencias borbónicas más bellas del sur de Italia. Fue mandada construir por Luzio De Sangro, príncipe de Casacalenda, a partir de 1755. El proyecto inicial de Mario Gioffredo fue retomado y profundamente transformado por el gran Luigi Vanvitelli, arquitecto de la Reggia de Caserta, y completado, tras su muerte, por su hijo Carlo Vanvitelli en 1775. Desde 1977, y tras una restauración integral, la villa está abierta al público y forma parte del conjunto gestionado por la Fundación Ente Ville Vesuviane.

El edificio de planta cuadrada se organiza en torno a una galería central en forma de cruz griega, con cinco niveles y una espectacular fachada posterior que se abre en un pórtico elíptico con columnas toscanas y un belvedere que desciende al jardín mediante una escalinata también elíptica. El conjunto incluye también una imponente escudería y una escalera monumental rediseñada por Vanvitelli.


LA DECORACIÓN DE VILLA CAMPOLIETO
Las decoraciones pictóricas de las salas y techos de la Villa Campolieto fueron realizadas por destacados artistas del siglo XVIII, bajo la dirección del arquitecto Luigi Vanvitelli, quien supervisó tanto el diseño arquitectónico como el programa iconográfico de la villa.
Entre los principales pintores que contribuyeron a la decoración se encuentran Fedele Fischetti, Jacopo Cestaro, Gaetano Magrì, Giuseppe Magrì, Crescenzo La Gamba, Gerardo Solofrano y Pasquale De Matteis. Estos artistas crearon un conjunto de frescos que combinan elementos mitológicos, naturalistas y arquitectónicos, en un estilo que transita del barroco tardío al neoclasicismo.
Los motivos pictóricos incluyen representaciones de deidades clásicas como Apolo, Diana, Aurora, Mercurio y Minerva, así como escenas alegóricas y decoraciones que imitan arquitecturas, jardines y elementos naturales. Estas pinturas se integran armoniosamente con la arquitectura de la villa, creando un diálogo entre los espacios interiores y exteriores.
En particular, la sala conocida como “Cannocchiale” presenta frescos de Jacopo Cestaro que representan a Minerva y Mercurio, enmarcados por arcadas toscanas pintadas por Gaetano Magrì, que evocan el pórtico exterior de la villa. Las bóvedas de las salas adyacentes están decoradas con imágenes de Apolo, Diana y Aurora, también obra de Cestaro. La sala de comedor, originalmente de planta cuadrada, fue transformada en circular por Vanvitelli utilizando la técnica de “incannucciata” y decorada por Fedele Fischetti con escenas mitológicas y motivos ornamentales.

LA EXPOSICIÓN
La exposición toma su título de la expresión latina ab ovo usque ad mala, usada por Horacio para referirse a un banquete completo, desde los entrantes (huevos) hasta el postre (manzanas). Esta fórmula sirve como hilo conductor para una muestra que explora la cultura alimentaria de la antigua Herculano, desde sus aspectos fisiológicos hasta su dimensión social, simbólica y ritual.
Gracias a las extraordinarias condiciones de conservación que produjo la erupción del Vesubio, han llegado hasta nosotros alimentos carbonizados que normalmente se perderían en otros contextos: pan, cereales, legumbres, frutas, huevos, mariscos, aceitunas, frutos secos, e incluso restos de platos específicos. A estos se suman vasijas de cocina, vajilla de mesa, utensilios de preparación y conservación, e incluso objetos vinculados al servicio y al ritual del banquete. La variedad de materiales permite reconstruir no solo qué se comía, sino cómo se cocinaba, servía y consumía la comida.

La exposición se abre con un elemento de gran impacto: la proyección de los calcos de resina de algunos de los más de 300 esqueletos hallados en los fornici del antiguo puerto de Herculano. Estudios recientes sobre estos cuerpos han permitido obtener información sobre el estado de salud, la edad, la alimentación y las enfermedades de la población en el momento de la catástrofe. Así, la relación entre dieta, entorno y condición física se convierte en el punto de partida de una experiencia expositiva que conecta el cuerpo con la mesa.

Un recorrido inmersivo entre pasado y presente
El recorrido se plantea como una experiencia multisensorial, donde los objetos antiguos dialogan con imágenes contemporáneas de la ciudad de Herculano, su paisaje y su tradición culinaria actual. La escenografía sigue el principio de la “habitación dentro de la habitación”, permitiendo transiciones entre el mundo antiguo y la villa del siglo XVIII. Este montaje potencia la experiencia del visitante y convierte la visita en una inmersión en la cultura material del gusto y la hospitalidad.


La comida en el mundo romano no era solo una necesidad biológica, sino una práctica cargada de valores culturales, sociales y estéticos. En Herculano, esta dimensión se manifiesta también como un puente con la tradición campana contemporánea, caracterizada por la atención a la calidad de los ingredientes, el refinamiento en la preparación, la importancia de la mesa como espacio social y el valor de la hospitalidad.


Continuidad de una estrategia cultural
“Del huevo a las manzanas” se enmarca en una línea expositiva desarrollada en los últimos años por el Parque Arqueológico de Herculano, que busca valorizar aspectos concretos de la vida cotidiana a partir de los objetos recuperados en las excavaciones. A esta muestra le precedieron la exposición sobre los objetos de lujo en el Antiquarium y la dedicada a la madera en la Reggia di Portici. En todos los casos, el objetivo ha sido mostrar cómo los hallazgos pueden convertirse en narradores tangibles de una civilización, no solo como vestigios estéticos, sino como vehículos de memoria, experiencia y saber.
El catálogo de la exposición, elaborado con el apoyo del Departamento de Agronomía de la Universidad Federico II, analiza también aspectos técnicos de la producción de alimentos en la Antigüedad, así como su repercusión sobre la salud, la economía y la organización doméstica.


MÁS INFORMACIÓN DALL'UOVO A LA MELE. La civiltà del cibo e i piaceri della tavola a Ercolano. (28 marzo 2025 - 31 diciembre 2025). HORARIOS: Martes a sábado de 10:00 a 18:00. Domingos de 1o:00 a 13:00. Lunes cerrado. TARIFAS: Entrada general 7 €. WEB: ercolano Información y reservas: prenotazioni.ville@okticket.it – Tel. +39 02 5656 9335