WADI MUSA. LA LEGENDARIA CIUDAD DE PETRA

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Jordania – Ma’an  /  PETRA  (Arabia Petraea)

 

La legendaria ciudad de Petra se encuentra situada en el sur de Jordania, a casi 300km. de la capital del páis, Amman. El trayecto desde Amman tiene una duración de 3h. a través de la autovía del desierto. Fue inscrita en la Lista del Patrimonio mundial de la UNESCO en el año 1985. El mejor momento para visitar el Parque Arqueológico de Petra es a media mañana o a última hora de la tarde.

 

La milenaria historia de Petra aparece testimoniada en la Biblia, bajo la denominación de Selá (“roca” en hebreo). El reino nabateo tenía su capital en Petra. El primer rey nabateo conocido es Areta I, citado en el Libro Segundo de los Macabeos, en torno al año 168 a.C. El reino nabateo llegó a extender sus dominios hasta Damasco en el norte, el Neguev, la península del Sinaí y parte de Arabia. La expansión nabatea se frenó tras la llegada de los romanos a esta zona, en el 64 a.C., y la creación, auspiciada por Pompeyo, de la Decápolis, liga de diez ciudades estado. Su último rey fue Rabbel II (70-106 d.C.) que trasladó la capital al Norte, a Bosra.

En el 106 d.C. las legiones de Trajano entraron en Petra, quedando adscrita a la provincia romana de Arabia. Su importancia se vio disminuida por el florecimiento de otros centros comerciales como Gerasa (Jerash) o Palmira. Con la reforma administrativa de Diocleciano, en el 293 d.C., se convirtió en la capital de la provincia Palestina Tertia. El terremoto acaecido el 19 de mayo del año 363 d.C. arrasó una parte importante de Petra. Su decaimiento definitivo sobrevino tras la conquista árabe en el 663 d.C. Hasta el siglo XIX, Petra era desconocida para el mundo occidental. En el año 1812 el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt consiguió entrar en la ciudad, disfrazado de mercader árabe que deseaba realizar un sacrificio en la tumba del profeta Aarón.

 

El Siq. Es la vía de acceso a Petra más significativa. Es una estrecha garganta de casi kilómetro y medio, entre paredes de más de cien metros de altura, modelada por el agua y el viento durante miles de años. Un dique construido a su entrada evita los torrentes de Uad Musa y las desastrosas consecuencias de sus crecidas invernales. Según nos adentramos en el Siq, observaremos varios nichos votivos y obeliscos en sus paredes. Casi al final del Siq, el visitante quedará perplejo ante la espectacular visión de El Tesoro surgiendo entre las paredes del desfiladero.

 

Petra. El Siq (foto: Allan Grey)
Petra. El Siq (foto: leastbutnotlast)

 

El Tesoro (Al-Khazmeh). Su fachada, de 39,6 m. de alto por 28m. de ancho, está dividida en dos plantas: la inferior está formada por un pórtico de frontón con seis columnas corintias. La superior cuenta con tres partes, la central está formada por un tholos con tejado cónico coronado por una urna. Los beduinos creían que en él se encontraba escondido un tesoro… El tholos está flanqueado por dos medios frontones, decorados con cuatro figuras que se han interpretado como amazonas con un hacha en la mano derecha. Se cree que esta edificación fue construida entre la mitad del siglo I a.C. y la mitad del siglo I d.C., posiblemente como monumento funerario de uno de los monarcas nabateos.

 

Petra. El Tesoro (foto: Pablo Pecora)

 

El teatro.- Se cree que fue fundado durante el reinado de Areta IV (8 a.C.- 40 d.C.) pero su cenit llegó tras la anexión de de Petra al Imperio, realizada por Trajano en el 106 d.C. La orquesta y el graderío se excavaron en la roca viva. Éste último contaba con 45 filas de asientos que daban capacidad para entre siete y diez mil personas. Entre la orquesta y el escenario se encuentra el púlpito, que ha sido restaurado. El escenario, de 38m. de ancho, daba pie a la escena, que debía tener una altura de unos 25m. Se cree que el teatro debió ser destruido por el fuerte terremoto acaecido en el 363 d.C.

 

Petra. Teatro (foto: Dennis Jarvis)

 

Tumbas reales.- A escasos metros del teatro, accedemos a la llamada zona de las tumbas reales. No se sabe a ciencia cierta si realmente corresponden a las tumbas de los reyes nabateos pero, dadas sus dimensiones, se cree que debieron ser realizadas para los monarcas o personajes de la élite nabatea. El núcleo de las tumbas reales está compuesto por la tumba de la Urna, la tumba de la Seda, la tumba corintia y la tumba – palacio. Otra tumba que debemos visitar es la de Sextius Florentius, procónsul de la provincia de Arabia entre los años 126 y 130 d.C., de clara influencia helenística.

 

Petra. Tumbas Reales (foto: Dennis Jarvis)

 

Tras pasar la zona de las tumbas reales accedemos a la Vía Colonnata, el cardo máximo de la antigua ciudad de Petra. Esta vía transcurría paralela en un tramo al curso del Uad Musa, encauzado por los nabateos con fuertes muros de contención. En esta área se agrupan los restos, muchos inexcavados o en proceso de excavación, de los mercados, templos , palacios, casas o iglesias de la ciudad. Petra estaba rodeada por una muralla, reforzada por torres, construida a finales del siglo I a.C. La Vía Colonnata finaliza con una puerta monumental de tres arcos, que da acceso al Temenos, un recinto sagrado que se cree estaba dedicado a los dos principales dioses nabateos, Dushara y Al Uzza.

 

Petra. Gran templo y Puerta del Temenos (foto: Dennis Jarvis)

 

En la masa rocosa de Al Habis se encuentra un hipogeo excavado donde se encontraba ubicado el museo arqueológico de Petra desde 1963. Desde su terraza podemos contemplar una magnífica vista del valle y las Tumbas reales y en su interior, disfrutar de la extraordinaria policromía de sus paredes y de las diversas esculturas y bajorrelieves que en el se encuentran depositados. A escasa distancia del museo viejo, en una llanura en la confluencia del Uad Turkmaniya y el Uad Musa, se encuentra el Museo Nabateo de Petra, inaugurado en 1994. Cuenta con tres galerías, y en él podemos conocer la historia de Petra y el reino nabateo. En él se encuentran la mayor parte de los objetos depositados hasta entonces en el museo viejo y los conservados en el Museo Arqueológico de Ammán, relacionados con el mundo nabateo. No sabemos si estos espacios museísticos continuarán en activo tras la inauguración del nuevo museo arqueológico de Petra, nacido de la colaboración entre el Reino de Jordania y Japón.

 

El Deir.- Para poder contemplar la sublime belleza de El Deir, emergiendo de la roca, debemos previamente realizar una ascensión de ¡más de ochocientos escalones!… que sin duda alguna merecen la pena. Se cree que era un mausoleo dedicado al monarca Oboda I (96-86 a.C.) y construido en el último cuarto del siglo primero después de Cristo, durante el reinado de Rabbel II (70-106 d.C.), último rey nabateo. La fachada mide 49m. de largo por 39m. de alto, estando dividida en dos pisos: el inferior cuenta con seis columnas terminadas en capiteles nabateos. En el centro se abre la puerta con frontón, a la que se accedía a través de una escalinata; en los intercolumnios exteriores se hallan dos nichos rectangulares. En el piso superior destaca el gran tholos central, de techo cónico, cerrado a los lados por dos medio frontones.

 

Petra. El Deir (foto: Dan)

 

Otra ascensión de gran interés es la del Yebel Atuf. En su cima, situada a 1.041m. de altitud, encontramos dos zonas separadas: la más septentrional es la zona de los sacrificios y la meridional es la zona de los obeliscos. El “lugar alto de los sacrificios” es un patio rectangular donde se realizaban los ritos religiosos en honor de los dioses nabateos. La zona de los obeliscos comprende dos monolitos de siete metros de altura y a una distancia de 30m. uno de otro que se cree representaban a los dioses nabateos Dushara y Al Uzza. En el descenso debemos contemplar el monumento del león, o la tumba del soldado romano.

 

Petra. Tumba del Soldado Romano (foto: Jack Zalium)

En diciembre de 2019 se inauguró el nuevo Museo arqueológico de Petra, diseñado por el prestigioso estudio de arquitectura japonés Yamashita Sekkei. Cuenta con un espacio expositivo de 2.000 metros cuadrados donde se muestran los principales objetos de la cultura nabatea.

 

Petra. Nuevo Museo Arqueológico

 

 

«PETRA BY NIGHT «

Una experiencia inolvidable es la visita nocturna de Petra.  Mil ochocientas velas iluminan el camino desde el Siq hasta el Khazmeh, donde la evocadora música de los beduinos nos sumerge en el espectáculo nabateo. Se realiza sólo tres veces por semana: lunes, miércoles y jueves. Dura en torno a las dos horas, comenzando a las 20:30. Las entradas se pueden adquirir en el Centro de Visitantes de Petra.

 

Petra by Night (foto: Frode Bjorshol)
Petra by Night (foto: Pablo Gonzalez)

 

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