El fuerte romano de Ardoch, centinela del Gask Ridge
Publicado el 1 de enero de 2020. Última actualización el 10 de octubre de 2025.
ESCOCIA – Perth & Kinross / Britannia
En las afueras de la villa de Braco, en el condado escocés de Perthshire, se alzan las ondulaciones cubiertas de hierba del fuerte romano de Ardoch, uno de los enclaves militares mejor conservados del norte de Britania. A pesar de que su nombre latino no se conoce con certeza —aunque algunos autores lo identifican con la posible Alauna mencionada por Ptolomeo—, el lugar constituye un testimonio excepcional de la ingeniería militar romana en territorio caledonio.
Ardoch formó parte del Gask Ridge, el sistema fronterizo más antiguo del Imperio Romano. Su construcción se remonta a las campañas del gobernador Agrícola a finales del siglo I d.C., mucho antes de la edificación de los muros de Antonino y Adriano.
HISTORIA DEL FUERTE DE ARDOCH
El fuerte de Ardoch se erigió en torno al año 80 d.C., en el contexto de las operaciones militares de Agrícola en Caledonia. La posición del fuerte, sobre una ligera elevación con dominio visual sobre el valle del río Allan, respondía a un criterio estratégico: vigilar la ruta natural que comunicaba las tierras del sur con el interior montañoso del norte.
El Gask Ridge, del que Ardoch fue una de las piezas principales, consistía en una sucesión de fuertes, torres de observación y campamentos temporales distribuidos entre los ríos Earn y Tay. No era una muralla continua, sino una línea de control y comunicación con torres dispuestas cada tres kilómetros aproximadamente, capaces de transmitir señales ópticas a lo largo de más de cuarenta kilómetros. Este modelo de vigilancia, desarrollado en Escocia, se considera el precedente directo de los limes europeos, como los del Rin o el Danubio.
En el terreno se distinguen dos fases constructivas del fuerte. La primera, de época flavia, estaba edificada en madera y tierra y ocupaba cerca de 2,5 hectáreas. La segunda, ya de mediados del siglo II d.C., redujo su superficie a unas 2 hectáreas y utilizó piedra como material principal, posiblemente durante las reocupaciones antoninas. Ardoch fue utilizado también de forma esporádica durante las campañas de Septimio Severo (208–211 d.C.), cuando las tropas romanas intentaron una última penetración en el norte.
Al iniciarse el siglo II, Roma se había retirado al sur, primero al Muro de Antonino y, tras su abandono, al Muro de Adriano, quedando el Gask Ridge —y con él Ardoch— más allá de las fronteras imperiales consolidadas. Sin embargo, su trazado continuó siendo un punto de referencia estratégico en la geografía militar romana.

QUÉ EN EN EL FUERTE ROMANO DE ARDOCH
El fuerte de Ardoch conserva uno de los sistemas defensivos más nítidos del Imperio Romano. Aunque no quedan estructuras en alzado, el terreno muestra con asombrosa claridad la planta del recinto y sus múltiples líneas de defensa.
Desde el acceso principal, el visitante distingue hasta cinco fosos concéntricos, separados por terraplenes cubiertos de hierba, que conforman una imagen poderosa del antiguo vallum romano. La forma del campamento —rectangular con esquinas redondeadas— responde al diseño clásico de los fuertes auxiliares, con su via praetoria y el praetorium en el centro.
Pasear por Ardoch es adentrarse en un relieve vivo. Cada ondulación del terreno recuerda los movimientos de tierra que marcaron la frontera más septentrional de Roma. La sensación de estar sobre un espacio que fue ocupado por legiones hace casi dos milenios se acentúa con la serenidad del paisaje, en el que el viento escocés sustituye hoy al sonido de los cuernos y trompetas de los soldados.
En el centro del recinto se conservan los restos de una capilla medieval del siglo XIV, erigida sobre el solar del antiguo cuartel del comandante.
La visita al fuerte es libre y gratuita. Se recomienda recorrer el recinto a primera hora de la mañana o al atardecer, cuando las sombras realzan los relieves y permiten apreciar mejor la estructura del antiguo campamento.

LOS CAMPAMENTOS ROMANOS DE BLACK HILL
Al norte del fuerte se extienden los vestigios de dos campamentos temporales romanos, administrados por Historic Environment Scotland, posiblemente utilizados durante las campañas de Antonino Pío y Septimio Severo. Desde el aire o con luz rasante, los anillos de sus fosos se perciben con extraordinaria nitidez, formando uno de los conjuntos de ingeniería militar mejor documentados del norte de Europa.

Los campamentos de Black Hill y el fuerte de Ardoch forman parte de un mismo complejo arqueológico, y su visita conjunta permite comprender la magnitud del dispositivo militar desplegado por Roma en el límite más septentrional de su imperio.
VISITAS CERCANAS
El entorno de Ardoch ofrece al visitante la oportunidad de explorar otros enclaves vinculados al sistema del Gask Ridge y al patrimonio romano de Escocia, todos ellos a menos de una hora de distancia.
STRAGEATH
A quince minutos hacia el norte se encuentra el fuerte romano de Strageath, situado junto al río Earn, con restos visibles de sus fosos y un interesante recorrido interpretativo.
DOUNE
A veinte minutos hacia el sur se localiza el fuerte de Doune, un pequeño campamento auxiliar que custodiaba el acceso meridional del Gask Ridge. Muy cerca se alza el Castillo de Doune, magnífico exponente de la arquitectura medieval escocesa, levantado sobre una antigua posición romana.
PERTH
Finalmente, a media hora en dirección este, el Museo de Perth (Perth Museum) conserva materiales procedentes de los fuertes del Gask Ridge, junto con objetos pictos y medievales que ilustran la larga historia del territorio.
MÁS INFORMACIÓN WEB. scarf.scot
