LOS TEMPLOS DE LUXOR Y KARNAK

Egipto / (Aegyptus)
La población de Luxor se encuentra en la ribera oriental del río Nilo, a 200 km. al norte de la primera catarata, en Asuán. Se levanta sobre las ruinas de la antigua ciudad de Tebas. En 1979 la antigua Tebas y sus necrópolis fueron designadas Patrimonio Mundial de la UNESCO, incluyendo los templos y palacios de Luxor y Karnak, y las necrópolis del Valle de los Reyes y el Valle de las Reinas, como testimonio del apogeo y esplendor de la civilización egipcia.
La antigua Tebas, la ciudad del dios Amon, fue la capital del Egipto faraónico durante el Imperio Medio (2050 – 1750 a.C.) y el Nuevo (1550 – 1070 a.C.). Desde el Imperio Medio la ciudad estaba consagrada a Amón, el dios supremo del Antiguo Egipto, al que los faraones dedicaron colosales templos. El templo de Luxor, construido en el corazón de la antigua ciudad de Tebas, principalmente por Amenofis III y Ramsés II, estaba unido al gran santuario de Karnak a través de un espectacular bulevar triunfal, flanqueado por esfinges. Anualmente se celebraba la Fiesta de Opet, en la que se conmemoraba la unión entre Amón y Mut con una procesión en la que se transportaban las estatuas de ambas deidades, en las barcas sagradas, desde el templo de Karnak hasta el de Luxor. Se han descubierto restos de unas 850 esfinges, de las 1350 estatuas que custodiaban la avenida.


El pílono del templo de Luxor estaba adornada con escenas de las campañas militares en Siria y Hatusa. Uno de los dos obeliscos que se hallaban a la entrada del templo lo podemos ver en la actualidad en la parisina Plaza de la Concordia, tras ser trasladado a Francia en 1835-36. Tras el pílono, se accedía al gran patio de Ramsés II y a la capilla donde se guardaban las barcas consagradas a la tríada de Amón, Mut y Khonsu. El segundo complejo, construido en tiempos de Amenofis III, contaba con una magnífica y colosal entrada, un patio y una sala cubierta de altísimas columnas.



El nombre de Luxor proviene del árabe El Qasr, que significa el campamento fortificado, en referencia al fuerte romano construido en el siglo III d.C., en tiempos de Diocleciano, sobre el templo de época faraónica. Entre los vestigios del fuerte romano que se conservan se encuentran alguna de las puertas de acceso al campamento, muros del mismo o el sacellum, la sala de estandartes del principia, donde se hallaron unas excepcionales pinturas murales que representarían al emperador Diocleciano rodeado de sus oficiales y soldados.



A 3 km. de Luxor, siguiendo la avenida de las esfinges, se encuentra el monumental complejo de Karnak, formado por tres templos, dedicados a Amón, Mut, y el dios guerrero Montu. En el gran templo de Amón destaca la gran sala hipóstila con sus colosales 134 columnas, sus seis accesos monumentales.


El Museo de Luxor exhibe mayoritariamente objetos hallados en el área de la antigua Tebas, destacando el espectacular conjunto de esculturas hallado en 1989 bajo el suelo del templo de Luxor, las momias reales de Ahmose I, fundador de la XVIII dinastía, y la de Ramses I, fundador de la XIX dinastía y padre de Seti I. Está considerado como uno de los mejores y más modernos museos de Egipto, especialmente tras su ampliación inaugurada en 2004, con la creación de nuevas salas dedicadas a la época tebana de mayor esplendor, durante el Imperio Nuevo.


En la orilla opuesta del Nilo se desarrolló, a lo largo de los siglos, la Tebas de los Muertos, con grandes templos funerarios construidos a los pies de las colinas y totalmente aislados de las tumbas de los faraones, protegidas de los saqueos en los Valles de los Reyes y las Reinas. Entre estos templos destacan especialmente el Templo de Ramsés II, y los vestigios del templo de Amenofis III, magníficamente representados por los colosos de Memnon.

