UTICA
Túnez / UTICA (Africa Proconsularis)
El sitio arqueológico de Utica se encuentra a mitad de camino entre Túnez y Bizerte, a 35 Km. al sur de la primera. En tiempos antiguos, Utica se hallaba situada en la desembocadura del Oued Medjerda, pero en la actualidad la costa mediterránea dista 15 Km. de la ciudad.
Este asentamiento púnico, fundado por los fenicios en el 1.101 a.C., pasó a manos romanas durante la tercera guerra púnica, capitulando a sus nuevos conquistadores antes de la caída de Cartago. Su rendición favoreció su estatus de ciudad libre y su elección como capital de la nueva provincia de África. A pesar de posicionarse en el bando de Pompeyo durante la guerra civil, la ciudad mantuvo su importancia, obteniendo además sus habitantes la ciudadanía romana gracias a Augusto. Su desarrollo alcanzó su cenit durante la administración de Septimio Severo (193-211 d.C.). Mantuvo su vitalidad tras el ocaso imperial bajo el control de los vándalos y los bizantinos. Su abandono se produjo tras la invasión musulmana, siendo rescatada del olvido el siglo pasado gracias a las excavaciones arqueológicas.
Lo primero que nos encontramos en la visita al yacimiento de Utica es el museo arqueológico. Este moderno museo cuenta con interesantes mosaicos, como el de Océano, y multitud de objetos de época púnica y romana.
Entre los principales puntos de interés del yacimiento arqueológico de la antigua Utica destacan las ínsulas residenciales, con las Casas de la Cascada, de la Caza, o la del Tesoro, las grandes termas, el foro nuevo, el templo del foro antiguo, dedicado a Júpiter, el anfiteatro o el circo romano.
La Casa de la Cascada, con interesantes mosaicos y un suelo compuesto por diferentes mármoles provenientes de todos los confines del Imperio, muestra de la riqueza de sus propietarios: mármol blanco de Carrara de Italia, amarillo y rojo de Chemtou (Túnez), o verde de Grecia. Esta domus forma parte de la insula II, donde se encuentran las residencias más lujosas de todas las que han sido excavadas.
El anfiteatro, localizado al suroeste de la ciudad, fue construido en el siglo II d.C. El circo, perteneciente al mismo período que el anfiteatro, permanece prácticamente inexcavado, siendo identificable por la depresión geográfica del lugar.