SBEITLA. LA ANTIGUA SUFETULA
Túnez – Kasserine / SUFETULA (Africa Proconsularis)
Sbeitla es una pequeña ciudad en el centro de Túnez, situada a 100 km. de Kairouan y a 250 km. al sur de la capital del país. En este lugar podemos ver uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Túnez.
SU HISTORIA
La antigua Sufetula alcanzó gran prosperidad durante los reinados de Septimio Severo y Diocleciano (285 – 305 d.C.). En el 439 d.C. pasó a dominio vándalo, hasta que casi un siglo después, en el 533 d.C. los bizantinos reconquistaron el lugar. El emperador Justiniano la convirtió en una destacada fortaleza. El ocaso bizantino, y el amanecer árabe, se produjo en el 647 d.C. cuando el ejército musulmán, procedente de la Tripolitania, derrotó al bizantino.
QUÉ VER
En las afueras del sitio arqueológico de Sbeitla nos encontramos con un arco triunfal, el Arco de Diocleciano. Fue erigido en honor de la Tetraquía que gobernó el Imperio romano tras su división entre Oriente y Occidente. Tras traspasar la entrada del recinto nos recibe el muro bizantino, construido tras la reconquista de la colonia.
Al noreste se localiza uno de los monumentos más interesantes de Sufetula, las termas. En ella se localizan las diferentes estancias típicas de los baños termales: caldarium, tepidarium, y frigidarium. Igualmente podemos contemplar el hipocausto, el extraordinario sistema de calefacción de las habitaciones junto con muestras de los mosaicos que decoraban las mismas.
EL TEATRO ROMANO
En sus aledaños, y posiblemente formando parte del complejo lúdico, se ubica el teatro, colindante con el río Sbeitla.
EL FORO ROMANO
Detrás de las termas, entre el cardo y el decumanus maximus, se encuentra el foro, al que se accede a través de la excelsa Puerta de Antonino, levantada en honor del emperador Antonino Pío y sus hijos adoptivos Lucio Vero y Marco Aurelio. El amplio espacio del foro se encuentra marcado por el capitolio. El templo de la Tríada tiene la particularidad de contar con tres estructuras separadas: la central dedicada a Júpiter, y las laterales a Juno, su esposa, y Minerva, su hija. Esta separación difiere de los templos capitolinos clásicos, que acogen el culto a las tres divinidades bajo el mismo techo.
El Cristianismo, impulsado fuertemente por San Agustín, ha dejado su huella en un buen número de iglesias, levantadas principalmente sobre antiguos templos romanos. Destacan especialmente las iglesias de Bellator y la de Vitalis. La primera cuenta con bellos mosaicos y la segunda, construida durante la dominación vándala, contiene una interesante tina bautismal con mosaico.