Yinxu, un viajes a las raíces de China
En el corazón de la llanura central de China, en la moderna ciudad de Anyang, provincia de Henan, se encuentra el yacimiento arqueológico de Yinxu, las “Ruinas de Yin”, la prueba tangible de la existencia de la dinastía Shang (1600 – 1046 a.C.), la primera de la que se tienen registros históricos escritos. Este increíble lugar fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2006.
La gran importancia de Yinxu radica en que representa el nacimiento de la civilización china organizada. Las inscripciones en huesos oraculares descubiertas aquí constituyen el primer archivo estatal de China, documentando un sistema de gobierno complejo con burocracia, ejército permanente y rituales de Estado.
HISTORIA DE YINXU
Según los datos históricos, el rey Pan Geng instaló la capital de la dinastía Shang en un lugar a orillas del río Huan, en Yin, en el 1300 a.C. Durante 255 años y a lo largo del reinado de los siguientes 12 reyes, Yin se convirtió en un centro urbano vibrante y poderoso. Fue el corazón político, económico, militar y cultural de un reino que se extendía por el valle del Río Amarillo. En esta época, la adivinación era una práctica de Estado, y los huesos oraculares eran el medio para consultar a las deidades y a los antepasados sobre cualquier asunto, desde la evolución de las cosechas y las guerras hasta el dolor de muelas.
Hacia el 1046 a.C., la dinastía Shang fue derrocada en la batalla de Muye, por una coalición de pueblos, liderada por los Zhou. La capital Yin fue destruida y abandonada, cayendo progresivamente en el olvido. Con el tiempo, sus palacios de tierra apisonada se desmoronaron y sus tumbas reales fueron saqueadas o cubiertas por sedimentos.
Durante siglos, la dinastía Shang fue considerada poco más que una leyenda, un mito mencionado en textos históricos, sin ninguna prueba física que la confirmara.
El punto de inflexión llegó en 1899 cuando Wang Yirong, un erudito y oficial de la corte Qing, identificó unos extraños símbolos en unos «huesos de dragón» que había comprado en una farmacia. Realmente, había descubierto los huesos oraculares de la dinastia Shang, huesos de animales y caparazones de tortuga utilizados por los sacerdotes Shang para la adivinación, inscritos con los caracteres chinos más antiguos conocidos. Este descubrimiento despertó un enorme interés académico, que finalmente llevó a la identificación del origen de estos huesos en una aldea cercana a Anyang. En 1928, comenzaron las primeras excavaciones científicas, dirigidas por el Instituto de Historia y Filología de la Academia Sinica, que confirmaron de manera irrevocable que aquel lugar era, efectivamente, la legendaria capital de los Shang, Yin.
QUÉ VER EN YINXU
El yacimiento arqueológico de Yinxu es muy extenso (36 km²) y está dividido en dos zonas principales, separadas por el río Huan. Se recomienda dedicar a la visita un tiempo mínimo de 4-5 horas. La entrada suele ser combinada e incluye un autobús lanzadera (cada 12 minutos) que conecta ambas áreas, separadas por varios kilómetros.
1. EL MUSEO DE YINXU (殷墟博物馆, Yīnxū Bówùguǎn)
En febrero de 2024 se inauguró el nuevo museo de Yinxu, un hito en la presentación museográfica del patrimonio Shang. El edificio, que ocupa 55.000 metros cuadrados, se organiza en tres salas principales, que guían al visitante a través de un recorrido temático y cronológico, distribuido en cuatro exposiciones permanentes. El museo ofrece audioguías en español, y está completamente adaptado para personas con movilidad reducida. Debido a su alta demanda, es crucial reservar online previamente a través de su plataforma oficial en WeChat.

EL GRAN REINO SHANG (大邑商, Dà Yì Shāng)
Una proyección inmersiva de 360º transporta al visitante a las bulliciosas calles de la capital que llegó a albergar a 100.000 personas. El sonido de los martillos en los talleres de bronce, la vista de los palacios sobre sus plataformas de tierra apisonada… y en el centro, imponente, el Si Mu Wu Ding, presentado en una sala donde se puede apreciar su magnificencia en toda su dimensión.
El Si Mu Wu Ding (司母戊鼎) es la pieza más icónica de Yinxu y uno de los tesoros nacionales de China. Es el recipiente de bronce más grande y pesado del mundo antiguo, con 875 kg de peso. Es la obra cumbre de la metalurgia Shang. Era utilizado para ofrendas de carne y vino, y está decorado con intrincados motivos taotie (máscaras de animales), que representan a las fuerzas sobrenaturales.
También se exhibe una selección de 23 bronces rituales de gran formato, que no provienen de la tumba de Fu Hao. Entre estos bronces rituales están organizados según su función: 8 ding (calderos), 9 jue y zun (vasijas para vino), 6 gui (vasijas para alimentos). El análisis técnico de estas piezas evidencia el dominio de la fundición a la cera perdida, con aleaciones de cobre, estaño y plomo de notable pureza. Las vasijas presentan decoraciones con motivos taotie y caracteres inscritos que documentan su función ritual y procedencia. Estos bronces se muestran junto a maquetas, recreaciones y explicaciones que ilustran su uso en los rituales de estado.
El espacio se completa con recreaciones de la planificiación urbana de Yin, maquetas de los palacios y paneles explicativos sobre la estructura social del reino.


LOS TESOROS DE FU HAO (妇好珍藏, Fù Hǎo Zhēncáng)
Por primera vez, los más de 1.900 objetos de la tumba de Fu Hao, general de los ejércitos, sacerdotisa y consorte real del monarca Wu Ding (1250-1192 a.C.), descubierta en 1976, se exhiben juntos. Destaca su impresionante colección de 468 bronces rituales, la segunda gran colección de bronces rituales del museo, y los objetos de jade. Algunos de los bronces rituales cuentan con inscripciones que documentan sus campañas militares.
Los 455 objetos de jade, trabajados con técnicas de abrasión, son de una fineza extrema, representando desde discos bi hasta figuras zoomorfas. El jade era una piedra asociada con la pureza y la inmortalidad.
La exposición se completa con 89 armas ceremoniales, entre las que destacan hachas de batalla con incrustaciones de turquesa, exhibidas junto con tablets de realidad aumentada que muestran cómo se usaban estos objetos.


EL LENGUAJE DE LOS DIOSES (天人之际, Tiān Rén Zhī Jì)
En esta sala, los visitantes pueden acercarse a los huesos oraculares originales y, a través de pantallas táctiles interactivas, descifrar sus mensajes. Una estación de caligrafía permite incluso practicar la escritura de estos caracteres milenarios.
La colección de huesos oraculares está considerada el archivo más antiguo de la historia china. Se muestran más de 500 piezas originales, huesos y caparazones de animales, con inscripciones que abarcan desde consultas adivinatorias hasta registros administrativos. Los textos siguen a menudo una estructura de «pregunta», «pronóstico» y «resultado». La paleografía de estos textos demuestra un sistema de escritura completamente desarrollado, con caracteres que evolucionarían hacia las formas chinas modernas.

LOS CARROS DE GUERRA DE LOS SHANG (商代科技)
La aparición de los carros en Yinxu (c. 1200 a.C.) representa una revolución tecnológica y militar sin precedentes en China. Son el primer sistema de armas complejo documentado arqueológicamente en el país. Se descubrieron más de 50 fosos con carros, con sus caballos y aurigas sacrificados junto a la élite. Las inscripciones oraculares los mencionan en campañas clave, demostrando que esta tecnología foránea adaptada por los Shang consolidó su hegemonía militar.
En el museo se muestran réplicas a escala real de 3 carruajes Shang completos, reconstruidos en base a las evidencias de las fosas de los carros. También se exhiben 42 piezas originales de ruedas de bronce, yugos, partes de los ejes y adornos de bronce que se han conservado. Por último, se exhiben lanzas, arcos y puntas de flecha que se encontraron en las fosas de carruajes.
Varios paneles interactivos explican la evolución del carruaje en China, su uso en la caza, la guerra y como símbolo de estatus, y sus técnicas de construcción. La exposición se completa con un esqueleto completo de caballo, en la disposición en que fue sacrificado, junto a la réplica de un carro.

2. EL PALACIO Y LOS TEMPLOS REALES (宫殿宗庙区, Gōngdiàn Zōngmiào Qū)
Localizada en la margen sur del río Huan, esta zona era el núcleo administrativo y religioso de la ciudad. Aquí es donde el poder del rey se manifestaba en su máximo esplendor.
LOS CIMIENTOS DE TIERRA APISONADA (夯土, hāngtǔ)
Lo primero que encontramos son 15 plataformas de tierra apisonada que sustentaron unas 80 estructuras palaciegas identificadas. La técnica constructiva implicaba la compactación sucesiva de capas de tierra dentro de encofrados de madera, creando cimientos de notable durabilidad. La disposición de estos basamentos sigue un patrón ortogonal, reflejo de la planificación urbana de los Shang. Sobre estas bases se erigieron los majestuosos palacios y templos, hoy desaparecidos.

LA TUMBA DE FU HAO (妇好墓, Fù Hǎo Mù)
Es, sin duda, uno de los puntos de mayor interés de la visita. Fu Hao no fue una consorte cualquiera; según las inscripciones oraculares, fue una excelsa militar, que lideró a los ejércitos en numerosas batallas, además de sacerdotisa. Su tumba, descubierta intacta en 1976, es una ventana única a la riqueza y el arte Shang. La cámara funeraria tiene 5.6 metros de profundidad con nichos laterales destinados a su ajuar. Las investigaciones arqueológicas identificaron restos de sacrificios humanos y animales asociados al ritual funerario. Desde 2024, una proyección holográfica recrea su fastuosa ceremonia funeraria.

MUSEO DE LAS CARROZAS Y CABALLOS (车马坑博物馆, Chēmǎkēng Bówùguǎn)
Este pabellón protege varias fosas sacrificiales que contienen los esqueletos de carros de guerra de madera junto a los caballos que los tiraban y sus aurigas. Estos carros, símbolo de estatus y poderío militar, eran enterrados con sus dueños para su uso en el más allá. La conservación de la madera y los huesos, y la clara disposición de los esqueletos, ofrecen una imagen vívida y conmovedora de la tecnología y las creencias de la época.

FOSA DE LOS HUESOS ORACULARES H127 (甲骨窖穴, Jiǎgǔ Jiàoxué)
Esta es una fosa legendaria en la arqueología china. Descubierta en 1936, contenía más de 17,000 fragmentos de huesos y caparazones inscritos, muchos de ellos pertenecientes al reinado de Wu Ding. La fosa es un testimonio de la intensa actividad adivinatoria de la corte y actúa como un archivo estatal de la época. Verla in situ ayuda a comprender la escala y la importancia de estos registros escritos. El archivo estatal de la corte, ahora puede explorarse con sistemas de realidad virtual que recrean su descubrimiento.

TALLERES ARTESANALES
En estas áreas demostrativas, completamente renovadas, se reproducen en vivo las técnicas de fundición de bronce, el tallado del jade, o la preparación de huesos oraculares, conectando el pasado con el presente. Especialistas en el sector de fundición reproducen hornos de fundición de bronce con temperaturas de 1200ºC, usando réplicas exactas de moldes de cerámica, técnicas de tallado de jade mediante abrasión con arena y herramientas de bambú, o los procesos de preparación de huesos oraculares para prácticas adivinatorias.
3. LA ZONA DE LAS TUMBAS REALES (王陵区, Wánglíng Qū)
Cruzando el río Huan, al noroeste del complejo palaciego se extiende la necrópolis real,. Este lugar testimonia el poder absoluto de los Shang, con la monumentalidad de sus tumbas y la brutalidad de los rituales funerarios asociados.

LAS TUMBAS REALES (王陵大墓, Wánglíng Dàmù)
El complejo funerario está formado por trece tumbas, trece colosales estructuras subteráneas, algunas con forma del carácter chino «亚» (Yà), un diseño cargado de simbolismo religioso y cosmológico, similar en cierto modo, a una planta de cruz griega. Estas tumbas alcanzan los 12 metros de profundidad, contando con rampas de acceso de hasta 30 metros de largo. Aunque fueron saqueadas en la antigüedad, su mera escala es abrumadora y refleja el poder casi divino que los reyes Shang creían poseer.

LAS FOSAS DE SACRIFICIO (祭祀坑, Jìsìkēng)
Quizás es el lugar más sobrecogedor de la visita. Alrededor de las tumbas reales se encuentran ordenadas hileras de fosas que contienen esqueletos humanos y de animales. Se calcula que miles de personas, probablemente prisioneros de guerra, de tribus rivales y sirvientes, según los análisis forenses, fueron sacrificados en ceremonias masivas para acompañar y servir al rey en la otra vida. Los restos animales corresponden principalmente a canidos, bovinos y équidos.

MUSEO DE LAS TUMBAS REALES DE YINXU (殷墟王陵遗址博物馆, Yīnxū Wánglíng Yízhǐ Bówùguǎn)
Con la inauguración del nuevo museo de Yinxu, este espacio se actualizó completamente. Este museo satélite explica la arquitectura funeraria y los complejos rituales con recreaciones 3D; análisis forenses modernos de los restos de las fosas de sacrificio, mostrando mapas de procedencia de las víctimas; y una réplica a escala de la cámara funeraria de un rey Shang, con la disposición de los bienes funerarios antes de ser saqueada.

Un viaje a Anyang y a Yinxu es, en definitiva, un viaje a las raíces mismas de China.
MÁS INFORMACIÓN XINYU 殷墟 Dirección: 河南省安阳市殷都区西北郊 小屯村 Héngù Hé Liǎng'àn (A orillas del río Huan, noroeste de Anyang, distrito de Yindu, provincia de Henan). HORARIOS: Abril - septiembre de 8:00 a 18:30 (taquillas cierran a las 17:30). Octubre - marzo de 8:00 a 17:30 (taquillas cierran a las 16.30). TARIFAS 2025: 95 RMB (aproximadamente 12 EUR) para todas las zonas + lanzadera. RESERVA OBLIGATORIA: Para el Nuevo Museo es imprescindible reservar online con antelación (hasta 7 días) a través de la plataforma oficial o WeChat (殷墟博物院) WEB: ayyx

