Corinto, el templo de Apolo

Publicado el 27 de enero de 2019. Última actualización el 12 de octubre de 2025.
Grecia – Peloponeso / CORINTHUS (Achaea)
La ciudad de Corinto se encuentra al nordeste de la península del Peloponeso, en el estrecho istmo que une la Grecia continental con el Peloponeso. Está situada a unos 80 km al oeste de Atenas y a 4 km de la moderna Korinthos. En este entorno se levantan las ruinas de la antigua Corinto, una de las ciudades más prósperas del mundo griego y, más tarde, una de las más importantes colonias romanas del Mediterráneo oriental.
HISTORIA DE CORINTO
Roma entra en la historia de Corinto en el 197 a.C. cuando, tras su apoyo a la ciudad en la batalla de Cinoscéfalos, logró su liberación y su inclusión nuevamente en la Liga Aquea. La humillación de unos embajadores romanos provocó una nueva intervención del Senado y las legiones de Roma, pero esta vez contra Corinto. El cónsul romano Lucio Mummius Achaicus arrasó la ciudad en el 146 a.C., matando o esclavizando a todos sus habitantes, y saqueándola y trasladando todas sus obras de arte a Roma.
En el 46 a.C. Julio César reconstruyó la ciudad con soldados licenciados, denominándola Colonia Julia Corintia. Este impulso la convirtió en una ciudad importante, siendo además la capital de la provincia romana de Achaea. Entre los ilustres personajes que la visitaron se encuentran Pablo de Tarso -51-52 d.C.-, o Pausanias, en la centuria siguiente.
En el 395 d.C. Corinto fue saqueada por Alarico y en el 521d.C. fue destruida por un terremoto.
QUÉ VER EN CORINTO
La mayor parte de las ruinas visibles hoy pertenecen al período romano, pues los templos y edificios griegos fueron destruidos tras el saqueo de 146 a.C. El yacimiento se extiende en la ladera norte de la colina de Acrocorinto, en torno al Templo de Apolo. Entre los restos más destacados se hallan el foro romano, templos, fuentes, termas, tiendas y viviendas. Fuera del núcleo principal, se conservan el teatro, el odeón, el asclepeion, el barrio de los alfareros y los restos de los asentamientos prehistóricos del valle de Corinto. Desde la cima de Acrocorinto, la antigua fortaleza, se domina todo el istmo.

EL TEMPLO DE APOLO
El principal monumento de Corinto es el Templo de Apolo, del siglo VI a.C. Erigido sobre una colina, desde su posición se domina el espacio del ágora romana. Este templo se construyó en orden dórico, con seis columnas en sus lados más cortos y quince en los más largos.
Según Pausanias, que visitó la ciudad en la segunda mitad del siglo II d.C., en su interior se hallaba una escultura de bronce del dios Apolo.

EL TEMPLO DE OCTAVIA
Otro edificio religioso destacable es el Templo de Octavia, dedicada a la hermana del emperador Augusto. Fue construido al oeste del foro sobre un podio, en estilo corintio, de planta hexastila, contando con seis columnas en su lado más corto. Octavia, deificada por el Senado de Roma tras su fallecimiento, estuvo casado primero con Gaius Claudius Marcellus (54 a.C.) y posteriormente con Marco Antonio (40 a.C.), hasta su divorcio a causa del abandono por parte de Marco Antonio, en favor de la reina egipcia Cleopatra.


LA FUENTE DE PEIRENE
Era el principal manantial de Corinto, remontándose su actividad al período geométrico. Fue una de las primeras estructuras reconstruidas tras el establecimiento de la colonia romana. En esta época, la fuente fue alojada en un gran patio rectangular. Alrededor de éste se encontraban columnas de orden dórico en la planta principal y jónico en la segunda planta del edificio. Su nombre proviene de una leyenda que indicaba que en dicho lugar una mujer llamada Pirene, amante de Poseidón, lloró tanto por la muerte de su hijo Kenchrias, asesinado accidentalmente por Artemisa, que acabó disolviéndose en el agua. En este lugar aún en ruinas, puede verse la restauración realizada de unas pinturas murales.


EL TEMPLO DE ISIS
En Kenchreai, uno de los dos puertos marítimos de la antigua Corinto, se levantaba un templo en honor de Isis. Tanto esta diosa egipcia como Afrodita eran consideradas protectoras de los navegantes y veneradas por los marinos. La Diosa del Amor contaba con tres templos erigidos en su honor en la ciudad. Estrabón menciona a las cortesanas del templo de Afrodita, practicantes de la prostitución sagrada.

EL MUSEO ARQUEOLÓGICO DE CORINTO
Fue fundado en los años treinta del siglo pasado por la American School of Classical Studies para poder albergar las piezas descubiertas en las excavaciones arqueológicas de la antigua Corinto.


VISITAS CERCANAS
El entorno de Corinto ofrece al viajero una oportunidad excepcional para recorrer algunos de los enclaves arqueológicos más destacados del Peloponeso. En menos de una hora por carretera pueden visitarse santuarios panhelénicos, ciudades micénicas, teatros helenísticos y fortalezas que dominan el istmo. Cada uno de estos lugares complementa la historia de la antigua Corinthus y permite comprender la importancia estratégica, religiosa y cultural de esta región, auténtico punto de enlace entre el Ática y el Peloponeso.
CANAL DE CORINTO
Al norte de la ciudad, a tan solo siete kilómetros, se abre el célebre Canal de Corinto, una de las obras de ingeniería más audaces de los tiempos modernos. Su excavación, realizada entre 1881 y 1893, unió definitivamente el golfo Sarónico con el de Corinto, materializando un proyecto concebido ya en la Antigüedad. Tanto Periandro, uno de los tiranos de Corinto en el siglo VII a.C., como más tarde los emperadores romanos Julio César, Calígula y Nerón, habían intentado abrir un canal en el istmo, aunque sin éxito. El corte actual, de 6,3 kilómetros de longitud y hasta ochenta metros de profundidad, permite apreciar la magnitud del istmo y su valor estratégico a lo largo de la historia.
ACROCORINTO
A escasos cuatro kilómetros de las ruinas de la ciudad antigua se alza la imponente fortaleza de Acrocorinto, que domina toda la llanura y el acceso al Peloponeso. Este promontorio fortificado, con una ocupación ininterrumpida desde época arcaica, fue ampliado por romanos, bizantinos, francos, venecianos y otomanos. Sus murallas, de varios kilómetros de perímetro, reflejan la superposición de culturas que defendieron este enclave. En la cima se situaba el antiguo santuario de Afrodita, mencionado por Estrabón, donde se practicaban ritos vinculados a la fertilidad y el culto sagrado. Desde sus alturas se obtienen amplias vistas del golfo de Corinto y del Sarónico, lo que explica su papel defensivo y religioso a lo largo de los siglos.
MICENAS
Hacia el noroeste, a unos cuarenta y seis kilómetros por carretera, se encuentra Micenas, una de las ciudades más legendarias de la Grecia preclásica. Fundada hacia el siglo XVI a.C., fue el centro principal de la civilización micénica y residencia de los reyes aqueos. La acrópolis conserva la monumental Puerta de los Leones, símbolo del poder micénico, y las imponentes murallas ciclópeas que protegían el palacio. En el valle inferior se sitúan las tumbas de pozo y el monumental Tesoro de Atreo, una tumba abovedada del siglo XIII a.C. vinculada por la tradición al rey Agamenón. El Museo Arqueológico de Micenas alberga los hallazgos procedentes de las excavaciones de Schliemann y posteriores campañas, esenciales para conocer la organización y el arte de esta cultura.
NEMEA
Al suroeste de Corinto, tras un trayecto de unos cuarenta minutos, se halla Nemea, célebre por el santuario de Zeus y por haber sido sede de los juegos nemeos, uno de los cuatro grandes certámenes panhelénicos del mundo griego. El recinto sagrado, reconstruido en el siglo IV a.C., conserva tres de las columnas dóricas originales del templo y parte del estadio donde se celebraban las competiciones atléticas. En el pequeño museo del sitio se exponen los objetos hallados en las excavaciones, entre ellos esculturas, inscripciones y fragmentos arquitectónicos que ilustran la devoción al dios y la importancia ritual del lugar.
SICIÓN
Más cerca de la costa, a unos veintiséis kilómetros al noroeste, se extienden las ruinas de Sición, una de las ciudades más antiguas del Peloponeso y rival artística de Corinto en época clásica. Famosa por sus escuelas de escultura y pintura, alcanzó su apogeo en el periodo helenístico bajo el gobierno de Arato de Sición. Las excavaciones han sacado a la luz el gran teatro, de casi cien metros de diámetro, así como templos, ágoras y edificios administrativos. En el museo local se conservan piezas arquitectónicas, relieves votivos y cerámicas que muestran la vitalidad cultural de la ciudad.
ISTHMIA
Por último, a tan solo trece kilómetros al este de Corinto se encuentra Isthmia, donde se situaba el santuario de Poseidón, dios del mar, protector de los navegantes y señor de las aguas del istmo. En este recinto se celebraban los Juegos Ístmicos, cuya importancia solo era comparable a los de Olimpia, Delfos y Nemea. Los restos visibles hoy corresponden al templo de época arcaica y a su reconstrucción del siglo V a.C., así como a partes del estadio y de las fortificaciones tardías. El Museo de Isthmia conserva una valiosa colección de esculturas y fragmentos decorativos procedentes del santuario.
MÁS INFORMACIÓN American School of Classical Studies at Athens. ascsa.edu.gr