El Egipto de Eduard Toda en el MAN.
MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL – Madrid.
¿Quién fue Eduard Toda?
Eduard Toda i Güell (Reus, 1855 – Poblet, 1941) fue un personaje singular de la España del siglo XIX, un hombre de múltiples talentos que dejó una huella indeleble en la historia de la egiptología y del coleccionismo. Diplomático de carrera, ejerció como vicecónsul de España en Egipto entre 1884 y 1886, destino que marcaría profundamente su vida y lo vincularía para siempre al valle del Nilo.
Toda era políglota y erudito, con una curiosidad insaciable que lo llevó a interesarse por la historia, el arte y la arqueología en un momento en el que el antiguo Egipto fascinaba a Europa. En su etapa en El Cairo trabó amistad con Gaston Maspero, director del Servicio de Antigüedades Egipcias, y se relacionó con los círculos intelectuales y científicos que exploraban tumbas, templos y necrópolis.
Fruto de esos años nació su extraordinaria colección de antigüedades egipcias, una de las más relevantes reunidas en España en aquel tiempo. Piezas que iban desde objetos cotidianos hasta elementos funerarios de gran valor histórico y artístico. Su labor no se limitó al coleccionismo: también fue divulgador y autor de libros como A través del Egipto o La muerte en el Antiguo Egipto, donde volcó su experiencia personal y sus conocimientos.
Más allá de su faceta egiptológica, Toda fue un hombre inquieto: recorrió Asia, se interesó por China y Japón, defendió la conservación del monasterio de Poblet y participó activamente en la vida cultural y académica de su tiempo. Pero el Egipto que conoció y documentó quedó siempre como una de las grandes pasiones de su vida, un legado que hoy, más de un siglo después, regresa al presente gracias a esta exposición.


La exposición: El Egipto de Eduard Toda
El Museo Arqueológico Nacional presenta la muestra “El Egipto de Eduard Toda. Un viaje al coleccionismo del siglo XIX”, una oportunidad única para conocer no solo la figura de este pionero, sino también el trasfondo histórico de una época marcada por el descubrimiento y la fascinación por el mundo faraónico.
La exposición reúne unas cuatrocientas piezas procedentes de la colección que Toda reunió en su estancia en Egipto, de un total de más de mil trescientas. El recorrido abarca desde objetos del Egipto predinástico, datados hacia el 3500 a. C., hasta piezas de época copta, ya en los primeros siglos de nuestra era. Se trata, por tanto, de un panorama amplio que permite al visitante viajar a través de más de cuatro milenios de historia egipcia.
Entre los objetos más destacados encontramos amuletos y escarabeos, pequeños tesoros cargados de simbolismo; joyas y elementos de adorno que hablan de la estética y la artesanía del antiguo Egipto; vasos de época predinástica, que evocan los orígenes mismos de la civilización faraónica; y una rica colección de piezas funerarias, esenciales para comprender la obsesión de los egipcios por la vida después de la muerte.


La tumba de Sennedjem
Uno de los espacios más interesantes de la muestra es la reconstrucción de la tumba de Sennedjem, un artesano que vivió en la aldea de Deir el-Medina durante el reinado de Seti I y Ramsés II. Su tumba, descubierta en 1886, es célebre por la belleza y el colorido de sus pinturas murales, que representan escenas de la vida cotidiana y del más allá. Toda adquirió una caja de shabtis policromada perteneciente al ajuar funerario de Sennedjem, pieza única que hoy se exhibe en el centro de la muestra.
La reconstrucción logra sumergir al visitante en la atmósfera de una cámara funeraria del Reino Nuevo. Las paredes recreadas con vivos colores, junto con la caja de shabtis que presidía el lugar de descanso eterno del difunto, transmiten la sensación de estar dentro de la tumba original. Es un ejercicio museográfico que no solo emociona, sino que también permite comprender la función de estos objetos en su contexto original: los shabtis, pequeñas figuras destinadas a servir al difunto en el más allá, formaban parte de un ritual que aseguraba la continuidad de la vida eterna.

Esta soprendente y excelente exposición no se limita a mostrar objetos: contextualiza su procedencia, el momento en que fueron adquiridos y el papel de Eduard Toda como coleccionista y divulgador. Fotografías, documentos y publicaciones del propio diplomático completan el relato, ofreciendo al visitante una visión integral del hombre y de la época.
Un legado recuperado
“El Egipto de Eduard Toda” es un testimonio del coleccionismo del siglo XIX, una época en la que diplomáticos, viajeros y eruditos buscaban acercar el pasado a sus países de origen, movidos por la fascinación y la erudición, pero también por una visión pionera de la difusión cultural.
Gracias a esta exposición, muchas de las piezas que llevaban décadas en los depósitos del Museo Arqueológico Nacional han vuelto a la luz. El visitante tiene la oportunidad de descubrir no solo los tesoros del antiguo Egipto, sino también la figura de un catalán universal que dedicó parte de su vida a dar a conocer una de las civilizaciones más admiradas de la historia.

MÁS INFORMACIÓN MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL. 3 junio - 5 octubre 2025. Comisarios de la exposición: Miguel Ángel Molinero Polo y Andrea Rodríguez Vall WEB: man.es
