La tumba tracia de Sveshtari
Publicado el 18 de abril de 2020. Última actualización el 12 de octubre de 2025.
Bulgaria – Razgrad / Thracia
La localidad de Sveshtari se encuentra en el norte de Bulgaria, en la región de Razgrad, a unos 10 km del pueblo de Isperih. En su entorno se halla uno de los descubrimientos arqueológicos más notables de la Antigüedad tracia: una tumba real del siglo III a.C., declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1985. Este monumento forma parte del conjunto arqueológico de Sboryanovo, un extenso valle sagrado que alberga más de 140 estructuras funerarias y santuarios de distintas épocas.
LA TUMBA TRACIA DE SVESHTARI
La tumba tracia de Sveshtari fue descubierta en 1982 durante una campaña de excavaciones dirigidas por el arqueólogo Georgi Kitov. Su datación corresponde a la primera mitad del siglo III a.C., y los investigadores la identifican con el mausoleo de Dromichaetes, rey de los getas —una rama septentrional de los tracios— cuyo poder se extendió por ambas orillas del Danubio.
Las fuentes antiguas, entre ellas Plutarco y Polieno, relatan el enfrentamiento entre Dromichaetes y Lisímaco, uno de los diádocos de Alejandro Magno y soberano de Tracia. Lisímaco invadió las tierras getas pero fue derrotado y hecho prisionero. En un gesto de diplomacia y respeto, Dromichaetes lo trató con cortesía, lo liberó y consolidó la paz mediante su matrimonio con la hija del propio Lisímaco. Este episodio simboliza la unión entre las culturas tracia y helenística, visible también en la arquitectura y decoración de la tumba de Sveshtar


QUÉ VER EN SVESHTARI
El túmulo funerario de Sveshtari alcanza 11,5 metros de altura y 70 metros de diámetro. La entrada se abre al sureste del montículo y da acceso a un dromos o corredor de unos siete metros de longitud, que conduce a una antecámara y dos cámaras funerarias. El conjunto está construido con grandes bloques de piedra caliza perfectamente tallados, sin uso de argamasa, siguiendo una técnica de inspiración helenística adaptada a la tradición tracia.
La cámara central constituye la parte más impresionante del monumento. Contiene dos lechos funerarios de piedra y está decorada con un friso y un conjunto escultórico sin paralelo en el arte tracio. Diez cariátides femeninas de cuerpo esculpido y torsos pintados sostienen el arquitrabe, combinando elementos tracios y griegos en una síntesis única. Los muros conservan trazos originales de su policromía, con tonos ocres, rojos, azules y marrones, una de las pocas muestras de pintura funeraria tracia que han sobrevivido.
En el friso superior, un relieve representa al difunto a caballo, aproximándose a una diosa —probablemente una Gran Madre tracia— que le ofrece una corona de laurel como símbolo de divinización. Esta escena de apoteosis, con clara influencia helenística, expresa la fusión de los cultos locales con la iconografía del mundo griego posterior a Alejandro Magno.


LA RESERVA ARQUEOLÓGICA DE SBORYANOVO
La tumba forma parte de la Reserva Arqueológica Nacional de Sboryanovo, un extenso territorio de colinas y valles que fue centro político y espiritual de los getas entre los siglos IV y II a.C. En este lugar se hallan los restos de la ciudad fortificada de Helis, considerada la capital de Dromichaetes, así como el santuario tracio de Kamen Rid, dedicado a divinidades celestes.
El conjunto incluye también el santuario musulmán de Demir Baba Tekke, un importante lugar de peregrinación sufí construido en el siglo XVI sobre un antiguo espacio sagrado tracio, lo que evidencia la continuidad religiosa del lugar a lo largo de los milenios. Además, se conservan restos de asentamientos medievales conocidos como Byuven kasaba y Petrova niva.
La reserva, gestionada por el Instituto Nacional de Arqueología de Bulgaria, está abierta al público y cuenta con un centro de visitantes junto al túmulo principal. La tumba de Sveshtari se puede visitar en grupos reducidos para garantizar la conservación de sus pinturas y relieves, mientras que una réplica exacta abierta al público reproduce fielmente su interior y policromía original, permitiendo disfrutar del conjunto sin alterar el frágil microclima de la cámara auténtica.

