El castro del Cerco de Bolunburu

Publicado el 5 de mayo de 2024. Última actualización el 12 de octubre de 2025.
País Vasco – Bizkaia
La población de Zalla, en la comarca vizcaína de las Encartaciones, dista 24 km. de Bilbao. En sus inmediaciones, sobre una pequeña elevación a 320 m. de altitud, se halla el yacimiento arqueológico del castro del Cerco de Bolunburu.
SU HISTORIA
El espacio donde se encuentra el castro estaba cubierto por un gran pinar, hasta que un incendio en 1998 provocó su descubrimiento, de forma casual. Los trabajos de limpieza pusieron al descubierto la existencia de un cerco rodeado por un talud. A continuación se realizaron sondeos arqueológicos que ya permitieron adivinar el gran potencial del yacimiento. Desde 2002 se vienen realizando campañas arqueológicas.
El castro del Cerco de Bolunburu es un poblado fortificado de la Segunda Edad del Hierro. Se cree que estuvo habitado entre el siglo IV a.C. y el I d.C. Su modo de vida se basaba en la ganadería y la agricultura y la metalurgia del hierro. Cultivaban cereales y leguminosas. También se sabe que recolectaban productos silvestres, como las bellotas. Se hallaron numerosas bellotas carbonizadas dentro de las viviendas. También se descubrió en el interior del castro numerosos molinos de mano de forma circular. Este hecho invita a los arqueólogos a pensar que habría un comercio con otros poblados circundantes.
Sabemos que la tribu que poblaba esta área era la de los autrigones. El historiador romano Lucio Anneo Floro nos dice que los ataques continuos de los cántabros a los autrigones, junto a los sufridos por turmogos y vacceos, fue una de las causas esgrimidas por Augusto para iniciar las Guerras Cántabras (29-19 a.C.).

QUÉ VER EN EL CASTRO DEL CERCO DE BOLUNBURU
Nos encontramos con uno de los castros de menor tamaño del Cantábrico Oriental. Su superficie apenas supera los 4.000 m².
El poblado fortificado estaba delimitado en su parte sur por una muralla o lienzo defensivo de unos 158 metros de longitud, de manpostería de piedra arenisca y un foso exterior. Su anchura era de tres metros y se cree que la altura pudo alcanzar los cinco metros. La muralla contaría con un paso de ronda desde el que poder controlar visualmente el entorno del castro.
La zona norte no necesitaba protección adicional, dado que estaba protegida por un escarpe natural rocoso. Desde ahí se domina visualmente un amplio tramo de la cuenta media del río Cadagua. En el sureste se situaba la única puerta de acceso que se conoce.

La puerta de acceso al castro era del tipo conocido como «en esviaje». Ofrecía una mayor protección a los defensores. El trazado de la muralla se interrumpía en un punto donde se creaba un pasillo, defendido por los remates solapados de la cerca. Éstos tomaban la forma de bastiones, uno entrante y otro saliente, de contorno curvo. Ambos estaban comunicados por un puente de madera elevado sobre la propia puerta.


A diferencia de lo que sucede en la mayor parte de los castros conocidos de esta zona del Cantábrico, las casas de Bolunburu eran de planta rectangular. Las excavaciones arqueológicas sacaron a la luz los agujeros de poste y los alineamientos de piedra que protegían la base de las paredes de las viviendas.
Adosados a la muralla se encontraron vestigios de otras construcciones, como cobertizos y talleres.


CÓMO LLEGAR
Mi recomendación si vienes en coche es dejar el vehículo en el Area Recreativa de Bolunburu. Debemos seguir las indicaciones que nos llevan a la ruta senderista hacia el Castro. Tras recorrer unos doscientos metros llegamos a un punto en el que podemos elegir subir al castro de Bolunburu por una ruta de unos dos kilómetros y acceder al mismo por el lado sur o bien subir la colina por unas escaleras que reduce la distancia a la mitad.
Es muy recomendable aprovechar la visita para recorrer la ruta senderista creada, a orillas del río Cadagua. En el entorno del Área recreativa se encuentra el Conjunto monumental de Bolunburu, formado por las ruinas de una antigua ferrería, un molino, la ermita de Santa Ana (1610) y la casa-torre de Bolunburu.
Es posible concertar visitas guiadas al castro a través del Servicio de Turismo de Enkarterri.
FOTOS
En Flickr puedes ver las fotos del castro de Bolunburu realizadas en mi visita.
VISITAS CERCANAS
El entorno de Zalla ofrece al viajero la oportunidad de adentrarse en otros espacios arqueológicos que completan el conocimiento sobre las comunidades de la Edad del Hierro y los primeros siglos de romanización en el norte peninsular. En menos de una hora por carretera pueden recorrerse yacimientos fortificados, poblados indígenas romanizados y una ferrería histórica que prolonga la tradición metalúrgica de los antiguos castros.
CASTRO DE ARROLA (ARRATZU, URDAIBAI)
A unos 60 km de Zalla (1 h 10 min por carretera), en plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai, se encuentra el oppidum de Arrola, el mayor y mejor conservado de Bizkaia. Situado a 537 m de altitud sobre el monte Marueleza, domina el valle de Gernika y conserva una extensa muralla y terrazas defensivas que se remontan a la Segunda Edad del Hierro.
El acceso se realiza desde el centro de interpretación Arrolagune, en Arratzu, desde donde parte un sendero señalizado (unos 25 min a pie) hasta el recinto fortificado. Durante los meses de verano se organizan visitas guiadas oficiales promovidas por la Diputación Foral de Bizkaia, con explicaciones sobre la estructura del poblado, la metalurgia y la red comercial que unía a los pueblos del Cantábrico oriental.
YACIMIENTO DE FORUA (FORUA, URDAIBAI)
A tan solo 5 km del oppidum de Arrola y unos 65 km desde Zalla (1 h 15 min), el yacimiento romano de Forua representa el paso de las comunidades indígenas a la romanización. Fundado hacia el siglo I d.C., fue un núcleo administrativo y comercial ligado al puerto de la ría de Gernika. Se conservan restos de viviendas, almacenes y estructuras termales, además de un pequeño centro de interpretación con paneles explicativos.
El recorrido, libre y señalizado, permite comprender cómo Roma se implantó sobre un territorio previamente ocupado por los castros locales, ofreciendo un valioso contrapunto a Bolunburu y Arrola.
CASTRO DE MALMASÍN (ARRIGORRIAGA–BASAURI)
A unos 28 km de Zalla (35–40 min) se alza el castro de Malmasín, en la cima del monte del mismo nombre, a 361 m de altitud. Se trata de un pequeño recinto fortificado de la Edad del Hierro, con restos de muralla y aterrazamientos visibles en la parte superior.
El ascenso se realiza a pie —unos 30 min desde los barrios de Bolueta o Basauri— por sendas forestales sin señalización arqueológica específica. No existen visitas guiadas permanentes ni infraestructuras interpretativas, por lo que la visita debe considerarse de carácter libre y bajo precaución. Aun así, ofrece un excelente ejemplo de castro de altura próximo al área metropolitana bilbaína.
FERRERÍA DE EL POBAL (MUSKIZ)
A 27 km de Zalla (30 min), la Ferrería de El Pobal, junto al río Barbadún, conserva una instalación hidráulica de los siglos XVI al XIX que prolonga la tradición del trabajo del hierro en Enkarterri. El conjunto —forja, mazo, hornos y vivienda del ferrón— funciona todavía en las demostraciones programadas los fines de semana, y puede visitarse durante todo el año mediante reserva.
El recorrido permite seguir la evolución de la metalurgia desde las técnicas rudimentarias de los castros hasta la producción preindustrial, cerrando un ciclo histórico que enlaza directamente con el mundo de Bolunburu.
MÁS INFORMACIÓN CASTRO DE BOLUNBURU Contacto Enkarterri. 946 802 976 - 605 757 420 Email: info@enkartur.eus Web: visitenkarterri