La cantera romana de Chemtou

Publicado el 23 de marzo de 2020. Última actualización el 10 de octubre de 2025.
Túnez / SIMMITHUS (Africa Proconsularis)
En el noroeste de Túnez, a apenas 16 kilómetros de Bulla Regia y cerca de la frontera con Argelia, se encuentra Chemtou, la antigua Simmithus romana. En este enclave se hallan las ruinas de una de las canteras de mármol más importantes del norte de África, célebre por su piedra amarilla-rosada, conocida en la Antigüedad como marmor numidicum.
El paisaje, dominado por una colina de tono ocre, conserva los vestigios de la ciudad romana, su santuario númida, el foro, el teatro y un museo excepcional que explica la historia de un lugar donde confluyeron minería, religión y arquitectura monumental.
SU HISTORIA
Antes de la llegada de Roma, el mármol de Chemtou ya era extraído por los númidas. Tras la derrota del rey Juba I y la anexión del reino númida en el 46 a.C., las canteras pasaron a dominio romano. Bajo el gobierno de Augusto, Simmithus fue elevada al rango de colonia con el nombre de Colonia Julia Augusta Numidica Simmithensium.
El mármol numídico, de un tono dorado con vetas rosadas, se convirtió en uno de los materiales más codiciados de todo el Imperio. Desde estas canteras partieron los bloques que adornaron monumentos como la Columna erigida en memoria de Julio César, el Foro de Augusto, el Foro de Trajano o la villa de Adriano en Tívoli.
La explotación de Chemtou estuvo bajo control militar. Al norte de la colina se estableció una guarnición permanente que protegía las canteras y supervisaba el trabajo de cientos de obreros, entre los cuales se encontraban presidiarios condenados a trabajos forzados. El campamento contaba con una zona administrativa, barracones, almacenes y espacios para la población civil asociada a la actividad minera.
En las laderas opuestas se situaba un santuario númida dedicado a Baal Hammon, divinidad principal del norte de África, que fue posteriormente romanizado como templo de Saturno y, ya en época cristiana, transformado en basílica.



QUÉ VER EN CHEMTOU
El conjunto arqueológico de Chemtou ofrece una visión excepcional del urbanismo romano y de la organización de una cantera imperial.
El recorrido comienza en el Museo Arqueológico de Chemtou, construido en piedra local e integrado en el paisaje. Sus cuatro salas expositivas ilustran la evolución de la ciudad y de su entorno, desde los orígenes númidas hasta la época bizantina. En el vestíbulo central se reconstruye la fachada de un templo númida del siglo II a.C., procedente de la colina sagrada. Las salas laterales exhiben estelas votivas, inscripciones bilingües (latín y púnico), herramientas mineras y fragmentos de esculturas en mármol numídico.


Frente al museo se extiende el foro de la colonia romana, parcialmente pavimentado y presidido por columnas y basamentos que recuerdan su antigua monumentalidad. En su área central se han puesto en valor los restos de la basílica, sede judicial de la ciudad, junto a un nymphaeum y un monumento funerario númida de planta circular.


En el extremo occidental del yacimiento se encuentra el teatro romano, excavado en la ladera. Aunque la escena se ha perdido, conserva buena parte de su graderío. Durante el siglo VI d.C. fue fortificado por los bizantinos, que lo adaptaron como recinto defensivo; entre sus arcos se identifican restos de viviendas tardoantiguas.

El visitante puede también seguir los restos del acueducto romano, que abastecía de agua a la ciudad desde un manantial situado en las colinas del norte. El conducto, de unos 14 kilómetros de longitud, presenta varios tramos con arcos visibles y una sección final subterránea de más de dos kilómetros y medio, donde se conserva un gran depósito excavado en la roca.

Las canteras propiamente dichas, abiertas en la ladera oriental, permiten apreciar las huellas de extracción, los canales de separación de bloques y los niveles de trabajo escalonados. Desde la parte alta se obtiene una panorámica de todo el conjunto urbano y del paisaje geológico que dio fama al mármol numídico.
VISITAS CERCANAS
El entorno de Chemtou conserva algunos de los enclaves arqueológicos más notables del noroeste de Túnez. Todos ellos pueden visitarse cómodamente en menos de una hora de trayecto por carretera, lo que permite al viajero completar una jornada dedicada al patrimonio romano y númida del valle del Medjerda.
BULLA REGIA
A tan solo 16 kilómetros al este de Chemtou (unos 20 minutos por la P7), se encuentra la antigua Bulla Regia, célebre por sus casas subterráneas diseñadas para soportar el calor estival. Sus mosaicos policromos, termas y templos hacen de ella uno de los yacimientos romanos más impresionantes de África Proconsular.
DOUGGA
A 65 kilómetros al sureste (unos 55 minutos por la P7 y la GP5), la ciudad romana de Dougga —Patrimonio Mundial de la UNESCO— ofrece un recorrido monumental único: foro, capitolio, teatro, mausoleos púnico-líbicos y termas. Representa el mejor ejemplo conservado de urbanismo romano en el interior del norte de África.
HAÏDRA
A 53 kilómetros al suroeste (aproximadamente 50 minutos por la C19), se encuentran las ruinas de Ammaedara, otro enclave militar romano, donde la Legio III Augusta tuvo su campamento. El sitio conserva el arco de Septimio Severo, un conjunto de templos y una extensa necrópolis cristiana.