La Turbie – El Trofeo de Augusto

Publicado el 3 de octubre de 2018. Última actualización el 27 de agosto de 2025.
Francia – Provenza – Alpes – Costa Azul / (Alpes Maritimae)
En la Costa Azul, a escasos kilómetros de Menton, Mónaco y Niza, se levanta la localidad de La Turbie, famosa por custodiar uno de los monumentos más espectaculares de la propaganda romana: el Trofeo de los Alpes.
EL TROFEO DE LOS ALPES
En La Turbie se encuentra un colosal monumento ordenado construir, entre el 7 y 6 a.C., por el Senado y el pueblo de Roma en honor del emperador Augusto: el Trofeo de los Alpes o de Augusto. Se levantó para celebrar la conquista de las tierras de los Alpes Marítimos y el sometimiento de las cuarenta y cinco tribus ligures que se resistían al poder de Roma.
Entre los años 25 y 14 a.C. Augusto emprendió diversas campañas para pacificar la zona de los Alpes. Las tribus celto-ligures que aquí habitaban se resistían al poder de las legiones romanas gracias a la protección que les ofrecían las montañas alpinas. Su presencia hacía además que la estrecha vía de comunicación de la Via Aureliana, que comunicaba con las provincias occidentales de la Galia Narbonense e Hispania, no fuera segura.
Tras la pacificación de estas tierras, Augusto creó la provincia romana de los Alpes Marítimos, designando a Cemenelum (Cimiez) como la capital provincial. El trofeo se convirtió así en símbolo del poder romano, visible desde largas distancias como recordatorio del dominio imperial.

EL OCASO
La grandeza del monumento no lo libró de la destrucción. En el siglo V d.C., los monjes de Lérins derribaron las estatuas de Augusto y sus generales, al considerarlas un símbolo pagano. Poco después, las invasiones bárbaras causaron nuevos daños. Durante la Edad Media, el trofeo fue transformado en fortaleza, y en 1705, en plena guerra entre Francia y Saboya, la fortificación de La Turbie fue demolida. Sus piedras sirvieron como cantera para nuevas construcciones.
El interés por el monumento renació a finales del siglo XIX y, en la primera mitad del siglo XX, el arquitecto Jules Formigé emprendió su reconstrucción, inspirándose en las descripciones de Vitruvio.

EL MONUMENTO ORIGINAL
El Trofeo de Augusto alcanzaba una altura de 49 metros, erigiéndose como un auténtico faro de poder visible desde kilómetros a la redonda. La base, de 35 metros por lado, sostenía una primera plataforma de 12 metros. Encima se elevaba una rotonda con 24 columnas de caliza, entre las que se ubicaban las estatuas de los generales que acompañaron a Augusto en campaña. Coronando la cúspide piramidal, se erguía la estatua del emperador, símbolo supremo de Roma victoriosa.
EL MUSEO
A los pies del monumento se encuentra el Museo del Trofeo de Augusto. A través del uso de las nuevas tecnologías podemos disfrutar de un recorrido interactivo. Un audiovisual nos introduce en la visita a través de una reconstrucción virtual en 3D que nos permite comprender el monumento. El museo cuenta con un audioguía, en cinco idiomas, y cinco indicadores que nos facilitan una completa visita del museo y sus colecciones. Según el Centre des Monuments Nationaux, la visita media al monumento y el museo se estima en una hora y cuarto.

LUGARES CERCANOS PARA COMPLETAR LA VISITA
Visitar el Trofeo de Augusto en La Turbie es una experiencia única, pero el entorno ofrece al viajero otros lugares que permiten ampliar la mirada sobre la romanización de la Costa Azul y su legado histórico.
A tan solo unos kilómetros se encuentra Cemenelum, la antigua capital de la provincia de los Alpes Marítimos, hoy integrada en el barrio de Cimiez (Niza). Allí se conservan los restos del anfiteatro, las termas y parte del foro, junto con el Museo Arqueológico de Niza-Cimiez, que alberga piezas halladas en las excavaciones y permite comprender la importancia de esta ciudad en época romana.
En dirección al mar, el cercano principado de Mónaco ofrece un interesante contraste. Aunque su urbanismo medieval y moderno ha borrado casi todo vestigio romano, su emplazamiento rocoso recuerda el valor estratégico que siempre tuvo la zona como punto de control del litoral.
Muy cerca también se encuentra la elegante ciudad de Menton, famosa por sus jardines y su patrimonio histórico, que conecta la Antigüedad con la vida cultural de la actual Riviera francesa.
MÁS INFORMACIÓN Le Trophée des Alpes. trophee-auguste.fr