El Valle de las Reinas. Morada eterna de las esposas reales de Egipto
Egipto
En la orilla occidental del Nilo, frente a la antigua Tebas —la actual Luxor—, se abre un valle árido rodeado de acantilados calcáreos. Los egipcios lo llamaron Ta-Set-Neferu, «el lugar de las bellezas». En este escenario silencioso reposaron reinas, príncipes y princesas del Imperio Nuevo (1550–1070 a.C.), complementando al cercano Valle de los Reyes, reservado para los faraones. La elección del lugar no fue casual: el occidente simbolizaba la muerte y la renovación solar, y la tradición situaba en la entrada del valle una cueva sagrada de la diosa Hathor, garante de la regeneración.

HISTORIA DEL VALLE DE LAS REINAS
El valle comenzó a utilizarse a mediados de la dinastía XVIII, pero fue en la dinastía XIX cuando adquirió su plena identidad como espacio funerario de la corte. Con Ramsés I y Ramsés II se estableció la práctica de enterrar aquí a las grandes esposas reales y a los príncipes herederos. La tumba de Nefertari (QV66), esposa favorita de Ramsés II, marcó el apogeo artístico de la necrópolis. En la dinastía XX, Ramsés III enterró en el valle a numerosas esposas e hijos, con programas decorativos centrados en los Textos del Más Allá, como el Libro de las Puertas o el Libro de los Muertos.
Con el colapso del Imperio Nuevo hacia el 1070 a.C., el valle dejó de recibir nuevas sepulturas. Durante el Tercer Período Intermedio y la Época Tardía algunas tumbas fueron reutilizadas, y muchas quedaron selladas y olvidadas hasta tiempos modernos.
REDESCUBRIMIENTO Y ARQUEOLOGÍA MODERNA
El Valle de las Reinas fue documentado por primera vez en la expedición napoleónica (1798–1801). A lo largo del siglo XIX, egiptólogos como Wilkinson, Burton o Lepsius catalogaron las tumbas conocidas y fijaron numeraciones aún en uso. El gran hallazgo llegó en 1904, cuando Ernesto Schiaparelli, director del Museo Egipcio de Turín, descubrió la tumba de Nefertari (QV66), cuyas pinturas intactas revolucionaron el conocimiento del arte funerario tebano.
En 1986–1992, el Getty Conservation Institute llevó a cabo la restauración más ambiciosa del valle, consolidando los murales de Nefertari y elaborando un plan de conservación ejemplar. Hoy el yacimiento está gestionado bajo criterios científicos: rotación de aperturas, control del microclima y restricciones de acceso para garantizar la supervivencia de las pinturas.

QUÉ VER EN EL VALLE DE LAS REINAS
El trabajo de documentación más completo, dirigido por el Getty, ha contabilizado 111 tumbas excavadas entre el valle principal y wadis adyacentes, lo que convierte a Ta-Set-Neferu en la segunda gran necrópolis tebana tras el Valle de los Reyes. La mayoría son sepulcros inacabados o reutilizados, pero algunas destacan por la calidad de su decoración y por la identidad de sus ocupantes.
El acceso al Valle de las Reinas es limitado para proteger su patrimonio. En la práctica, el visitante puede recorrer tres tumbas abiertas regularmente y, con entrada especial, la tumba de Nefertari. Otras se abren en rotación según el estado de conservación.
TUMBA DE NEFERTARI (QV66)
Descubierta por Schiaparelli en 1904, es célebre por sus escenas del Libro de los Muertos, la partida de senet y las procesiones de dioses que acompañan a la reina. Restaurada por el Getty, está considerada como la “Capilla Sixtina del Antiguo Egipto”. Sus representaciones de divinidades como Isis, Hathor y Osiris mantienen colores de una viveza extraordinaria. Sus tallas y pinturas son de una calidad excepcional, reflejando el amor de Ramsés II por su esposa favorita. Solo puede visitarse con la adquisición de un ticket adicional y cupo muy restringido.

TUMBA DE AMENHERKHEPSHEF (QV55)
Es una de las tumbas mejor conservadas abiertas al público. Presenta escenas del Libro de las Puertas y la figura del príncipe Amenherkhepshef, acompañado por su padre Ramses III, ante las divinidades del inframundo.

TUMBA DE KHAEMWASET (QV44)
Muestra al príncipe Khaemwaset, hijo de Ramses III, ante Osiris y genios guardianes. Fue reutilizada en época tardía, albergando decenas de sarcófagos secundarios.

TUMBA DE LA REINA TYTI (QV52)
Esposa de Ramsés III, presenta relieves en buen estado de conservación que muestran a la reina ante diversas divinidades. Conserva un techo astronómico estrellado y escenas de ofrendas a diferentes divinidades, ejemplo de la iconografía femenina del siglo XII a.C.
De forma ocasional pueden abrirse otras, como la tumba de la reina Sitre (QV38) o la del príncipe Paraheruenemef (QV42), siempre en rotación. La tumba de Sitre, madre de Ramsés I, contiene interesantes escenas del Libro de los Muertos y representaciones de la reina haciendo ofrendas a diferentes divinidades.
HORARIOS TARIFAS Y ACCESO
El Valle de las Reinas abre de 06:00 a 17:00 horas. La entrada general cuesta 220 libras egipcias (EGP) para adultos extranjeros y 110 EGP para estudiantes; los ciudadanos egipcios y árabes tienen tarifas reducidas. La tumba de Nefertari (QV66) requiere un ticket independiente de 2.500 EGP para adultos extranjeros, con visitas controladas en tiempo y aforo.
Existe la posibilidad de adquirir el Luxor Pass, en versión Estándar o Premium. Esta última incluye acceso tanto a la tumba de Nefertari como a la de Seti I en el Valle de los Reyes, lo que puede resultar ventajoso para una visita completa a Tebas.
CONSEJOS PARA EL VIAJERO
El recorrido dura entre una y dos horas. Es imprescindible llevar calzado cómodo, agua y protección solar, ya que el valle carece de sombra y las temperaturas pueden ser extremas. Antes de comenzar la visita, conviene confirmar en taquilla qué tumbas están abiertas ese día, pues la política de rotación es estricta.
OTROS LUGARES DE INTERÉS
En un radio de 50 kilómetros del valle se encuentran algunos de los tesoros arqueológicos más importantes de Egipto:
Valle de los Reyes: A apenas 2 km, alberga las tumbas de los grandes faraones del Imperio Nuevo, incluyendo la de Tutankamón.
Templos de Medinet Habu: Complejo funerario de Ramsés III, a 3 km del valle, con impresionantes relieves de batallas y ceremonias religiosas.
Templo de Hatshepsut en Deir el-Bahari: A 5 km, esta obra maestra arquitectónica se integra armoniosamente en el acantilado.
Colosos de Memnón: Dos gigantescas estatuas de Amenhotep III, centinelas que guardan la entrada a su desaparecido templo funerario.
Templos de Karnak y Luxor: En la orilla oriental, a unos 5 km cruzando el Nilo, constituyen el mayor complejo religioso del antiguo Egipto.
MÁS INFORMACIÓN WEB: getty.edu WEB: thebanmappingproject
