EL TEMPLO DE HATSHEPSUT. EL ESPLENDOR DE LA REINA FARAÓN
El Templo de Hatshepsut, también conocido como Djeser-Djeseru («Sublime de los Sublimes»), se encuentra en Deir el-Bahari, en la orilla occidental del Nilo, frente a la ciudad de Luxor. Este impresionante complejo funerario está situado al pie de los acantilados de la montaña tebana, en un entorno geológico caracterizado por la caliza amarillenta del desierto egipcio.
Para visitar el templo, los viajeros deben llegar a Luxor, una de las ciudades más turísticas de Egipto y un importante centro arqueológico. Desde Luxor, es posible cruzar el Nilo en barco o utilizar el puente cercano para acceder a la orilla occidental. Desde allí, se puede tomar un taxi, autobús turístico o incluso alquilar una bicicleta para llegar a Deir el-Bahari. La distancia entre el centro de Luxor y el templo es de aproximadamente 7 kilómetros, lo que lo convierte en una visita accesible en cualquier itinerario por la región tebana.
HISTORIA DEL TEMPLO DE HATSHEPSUT
El Templo de Hatshepsut se construyó durante la dinastía XVIII, alrededor del siglo XV a.C., en el reinado de la faraona Hatshepsut (1479-1458 a.C.). Su propósito principal era rendir culto a la propia Hatshepsut, divinizada tras su muerte, y a Amón-Ra, el dios principal de Tebas. También servía como centro ceremonial vinculado a la procesión anual del Opet, en la que la estatua de Amón-Ra viajaba desde el templo de Karnak hasta el oeste del Nilo.
La construcción fue dirigida por el arquitecto Senenmut, uno de los hombres de confianza de la reina. Su diseño está claramente influenciado por el vecino Templo de Mentuhotep II, pero con innovaciones arquitectónicas que lo convierten en una obra maestra del arte egipcio. Se compone de tres terrazas escalonadas conectadas por rampas y colonnatas con relieves pintados que narran los logros de Hatshepsut, como la famosa Expedición a Punt.
LAS EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS
El Templo de Hatshepsut ha sido objeto de diversas campañas arqueológicas desde el siglo XIX. Las primeras exploraciones sistemáticas fueron dirigidas por Auguste Mariette y posteriormente por Howard Carter, quien documentó sus inscripciones y relieves a finales del siglo XIX y principios del XX.
Durante el siglo XX, el Instituto de Arqueología de la Universidad de Varsovia llevó a cabo excavaciones y restauraciones en el templo. Gracias a estos trabajos, se han recuperado fragmentos originales y se han reconstruido diversas secciones, incluidas las estatuas de Hatshepsut que fueron destruidas tras su muerte, posiblemente por orden de su sucesor, Tutmosis III.
Actualmente, se están llevando a cabo importantes proyectos de conservación y restauración. Uno de los esfuerzos principales es la digitalización de los relieves y jeroglíficos mediante técnicas avanzadas de escaneo en 3D, lo que permite documentar con alta precisión los detalles de las inscripciones y proteger la información histórica ante la erosión del tiempo.
Otro foco de trabajo es la consolidación estructural del templo. Dado que el complejo está construido sobre una base rocosa frágil, los ingenieros y arqueólogos están reforzando los cimientos para evitar derrumbes y preservar la estabilidad de las terrazas. Especialmente delicada es la zona del Santuario de Amón-Ra, donde se han implementado técnicas de conservación avanzadas para evitar la degradación causada por la humedad y el paso del tiempo.
Además, los estudios recientes han analizado los restos de pigmentos originales que decoraban los muros del templo. Mediante el uso de análisis espectroscópicos, se han identificado tonalidades originales de azul, rojo y amarillo, lo que ha permitido reconstrucciones digitales que ofrecen una visión más precisa de su apariencia en la antigüedad.
Las excavaciones también han revelado nuevos elementos arquitectónicos y epigráficos, como fragmentos de inscripciones que podrían haber formado parte de estructuras desaparecidas. Algunos estudios sugieren que podría haber cámaras ocultas o pasadizos subterráneos, posiblemente vinculados a los rituales funerarios de Hatshepsut o al almacenamiento de objetos rituales.
Estos proyectos de investigación y restauración no solo aseguran la preservación del templo, sino que también contribuyen a ampliar el conocimiento sobre su uso y evolución a lo largo de los siglos.
QUÉ VER EN EL TEMPLO DE HATSHEPSUT
Una vez accedemos al yacimiento arqueológico, nos encontramos con una larga hilera de tiendas llenas de estatuas y objetos que los tenderos nos ofrecen con su incansable espíritu comercial. A continuación llegamos al inicio de la rampa principal. El templo nos ofrece un recorrido arquitectónico y artístico único en el Antiguo Egipto. Entre los espacios más destacados se encuentran:
LA RAMPA PRINCIPAL Y LOS PILONOES DE ENTRADA
El acceso al templo se realiza a través de una rampa flanqueada por esfinges que en su época mostraban la imagen de Hatshepsut con atributos faraónicos. A lo largo de los pilonos de entrada, aún se pueden observar los restos de inscripciones y decoraciones que resaltaban la magnificencia del templo.
LAS TERRAZAS
El Templo de Hatshepsut está compuesto por tres terrazas escalonadas, conectadas entre sí por rampas centrales que conducen progresivamente al nivel más alto del complejo. Estas terrazas presentan una distribución arquitectónica ordenada y una iconografía que refleja las aspiraciones políticas y religiosas de Hatshepsut.
- Primera terraza: Funcionaba como espacio de acceso principal. Aquí se encontraba una avenida de esfinges con la imagen de Hatshepsut y un jardín con plantas exóticas, traídas de la expedición a Punt. Aunque la vegetación ha desaparecido, la base de algunas esfinges y elementos arquitectónicos originales pueden apreciarse.
- Segunda terraza: En este nivel se encuentran los relieves más importantes del templo. Destacan el Pórtico de la Expedición a Punt, que representa con detalle el intercambio comercial con este territorio, y el Pórtico del Nacimiento Divino, donde se ilustra la justificación teológica del reinado de Hatshepsut como hija del dios Amón.A lo largo de esta terraza se erigen columnas osiríacas, representaciones monumentales de Hatshepsut fusionada con el dios Osiris, con los brazos cruzados sobre el pecho sosteniendo los cetros tradicionales de la realeza y el inframundo. Estas estatuas simbolizan la unión de la faraona con la divinidad y refuerzan su papel como gobernante legítima.
- Tercera terraza: Es el nivel más alto del templo y alberga el Santuario de Amón-Ra, la zona de mayor relevancia religiosa dentro del complejo. Este santuario estaba reservado a las ceremonias más importantes en honor a Amón y Hatshepsut.En este espacio también se encuentran nuevas filas de columnas osiríacas, siguiendo el modelo de la segunda terraza. En este nivel, las inscripciones y relieves muestran ofrendas y rituales dedicados a la faraona y a las deidades principales del templo.
Las terrazas del templo se sostienen sobre colonnatas que presentan una combinación de pilares cuadrados y columnas decoradas con escenas en bajorrelieve, muchas de ellas coloreadas en su época original. Estas inscripciones refuerzan el mensaje propagandístico de Hatshepsut, consolidando su imagen como una faraona legítima con el respaldo divino de Amón-Ra.
EL PÓRTICO DE LA EXPEDICIÓN A PUNT
Ubicado en la segunda terraza, este relieve describe en detalle la expedición comercial enviada por Hatshepsut al legendario país de Punt (posiblemente en el actual Cuerno de África). Las escenas muestran barcos cargados con incienso, ébano y mirra, y representan a la reina de Punt con rasgos físicos distintivos. Esta representación es una de las más importantes del templo, pues evidencia las rutas comerciales egipcias y su impacto económico en la época.
EL SANTUARIO DE AMON-RA
Ubicado en la tercera terraza, el Santuario de Amón-Ra constituye el punto más sagrado del templo y el espacio dedicado al culto del dios tebano y a la propia Hatshepsut en su condición de gobernante divinizada. Se encuentra excavado en la roca, siguiendo la tradición de los templos funerarios del Reino Nuevo, y su estructura estaba destinada a albergar la estatua sagrada de Amón-Ra durante las ceremonias religiosas.
El santuario está dividido en varias cámaras sucesivas, entre ellas una sala hipóstila con pilares que precede a la capilla principal. Sus muros están decorados con escenas de rituales en honor a Amón-Ra, inscripciones jeroglíficas y representaciones de ofrendas realizadas por Hatshepsut y otros personajes vinculados al clero tebano. La iconografía del santuario refuerza la conexión entre la monarquía y la divinidad, un aspecto fundamental en la justificación del reinado de Hatshepsut.
Algunas secciones del santuario muestran evidencia de modificaciones posteriores, posiblemente realizadas durante los reinados de Tutmosis III y Ramsés II. Se han encontrado indicios de reconfiguración de los relieves, lo que sugiere intentos de borrar o reinterpretar la presencia de Hatshepsut en este espacio.
El santuario era el epicentro de los rituales en honor a Amón-Ra y jugaba un papel clave en festividades como la Fiesta del Valle, en la que la estatua del dios era trasladada desde Karnak hasta la orilla occidental del Nilo para recibir culto en los templos funerarios.
LAS CAPILLAS DE ANUBIS Y HATHOR
Ubicadas en la segunda terraza, estas capillas están dedicadas a dos de las divinidades más relevantes en el contexto funerario y del culto tebano: Anubis, dios de la momificación y protector de los muertos, y Hathor, diosa del amor, la fertilidad y la protección de los faraones.
Capilla de Anubis: Se encuentra en el extremo norte de la segunda terraza y está decorada con relieves policromados que representan escenas de ofrendas y rituales funerarios en honor al dios chacal. En estos relieves, Hatshepsut aparece realizando libaciones y presentando ofrendas ante Anubis, reforzando su papel como intermediaria entre los dioses y los difuntos. La estructura de la capilla sigue la disposición tradicional de los santuarios egipcios, con una sala de acceso, una antesala decorada con inscripciones jeroglíficas y una cámara interna en la que se veneraba la estatua del dios.
Capilla de Hathor: Situada en el extremo sur de la misma terraza, esta capilla destaca por su arquitectura y su programa iconográfico. Se distingue por la presencia de columnas con capiteles hathóricos, caracterizadas por la forma de la cabeza de la diosa con orejas de vaca y un sistro sobre la cabeza, símbolo de la música y el culto divino. Los relieves interiores muestran a Hatshepsut en estrecha relación con Hathor, quien la protege y la acoge como su hija predilecta. En algunas escenas, la faraona es representada amamantada por la diosa en su forma bovina, un motivo iconográfico que subraya su legitimidad y su naturaleza semidivina.
Ambas capillas desempeñaban un papel crucial en la liturgia del templo, ya que garantizaban la protección espiritual de Hatshepsut en su tránsito hacia el más allá y reforzaban la asociación de su reinado con el favor divino de Anubis y Hathor.
OTROS LUGARES DE INTERÉS
La orilla occidental de Luxor alberga numerosos sitios de gran valor arqueológico, muchos de los cuales pueden combinarse con la visita al Templo de Hatshepsut:
El Valle de los Reyes (5 km): Una de las necrópolis más célebres del Antiguo Egipto, alberga las tumbas de algunos de los faraones más influyentes de las dinastías XVIII, XIX y XX. Destacan las tumbas de Tutankamón (KV62), Ramsés VI (KV9) y Seti I (KV17), con relieves y pinturas extraordinariamente bien conservadas.
El Valle de las Reinas (5 km): Destinado a las esposas y miembros de la familia real, este valle alberga la fastuosa tumba de Nefertari (QV66), considerada una de las más bellas de Egipto debido a la calidad de sus frescos.
Los Colosos de Memnón (3 km): Restos monumentales del Templo de Amenhotep III. Estas gigantescas estatuas de piedra representan al faraón sentado y se cree que servían como guardianes de su templo mortuorio.
El Ramesseum (4 km): Templo funerario de Ramsés II, famoso por la estatua colosal caída del faraón y las inscripciones de la Batalla de Qadesh, uno de los relatos más detallados de un conflicto militar en la historia antigua.
Medinet Habu (6 km): Impresionante templo funerario de Ramsés III, con relieves que documentan su lucha contra los «Pueblos del Mar». Su estructura bien conservada permite una visión detallada de la arquitectura de los templos egipcios del Nuevo Reino.
Deir el-Medina (7 km): Antiguo poblado de los artesanos que trabajaron en las tumbas reales del Valle de los Reyes. Sus inscripciones y ostraca ofrecen información única sobre la vida cotidiana de los trabajadores del Antiguo Egipto.
MÁS INFORMACIÓN TEMPLO DE HASHEPSUT (Deir el-Bahari) HORARIOS: Todos los días de 6:00 a 17:00. TARIFAS 2025: Adultos...160 EGP. Estudiantes 80 EGP. WEB: projectodjehuty
🔎 El Templo de Hatshepsut es solo el comienzo…
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