Civitavecchia romana, el puerto de Roma

termas romanas de Civitavecchia
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Italia – Lacio / CENTUMCELLAE (Regio I)

 

Civitavecchia se alza en la costa del Lacio, frente al mar Tirreno, a unos 60 kilómetros al noroeste de Roma. Hoy es un puerto moderno y dinámico, conocido por ser escala de cruceros internacionales y punto de acceso marítimo a la capital italiana. Sus muelles reciben diariamente a miles de viajeros que, desde aquí, parten hacia Roma o recorren el litoral etrusco. La ciudad combina la actividad portuaria con un centro histórico marcado por murallas, el imponente Forte Michelangelo y paseos marítimos que se abren al Tirreno.

 

Forte Michelangelo en Civitavecchia
Chivitaveccia. Forte Michelangelo (foto: LoveChivitavecchia)

 

HISTORIA DE LA CIVITAVECCHIA ROMANA

Antes de la llegada de los romanos, el territorio ya mostraba signos de ocupación humana desde la Prehistoria, con hallazgos en Fiumaretta y Scaglia. Durante la Edad del Hierro los etruscos ocuparon el litoral, y las fuentes termales de Aquae Tauri eran ya conocidas y utilizadas. La costa contaba con pequeñas ensenadas que facilitaban el amarre de barcos, aunque no existía aún un gran puerto.

La fundación de Centumcellae se produjo bajo el emperador Trajano, a comienzos del siglo II d. C. La necesidad era clara: garantizar a Roma un puerto seguro y eficiente que reforzara a Ostia y Portus. El lugar ofrecía una ensenada natural, protegido por promontorios y próximo a los manantiales termales. El arquitecto Apolodoro de Damasco, responsable también de obras como el Foro de Trajano en Roma, diseñó un puerto moderno con diques, muros de contención y un sistema de “celdas” o dársenas que dieron nombre a la ciudad: Centumcellae, “las cien celdas”.

El puerto fue descrito por Plinio el Joven, testigo directo de las obras, quien alabó la ingeniería capaz de domar el oleaje mediante un rompeolas artificial. Centumcellae se convirtió pronto en base logística de abastecimiento, en conexión con Ravenna y Miseno. Alrededor de su dársena surgieron almacenes, talleres y viviendas, y a escasos kilómetros, las monumentales Terme Taurine, ampliadas en época de Adriano, daban servicio de ocio y sociabilidad a los viajeros.

La importancia de Centumcellae se mantuvo hasta la Antigüedad tardía. En el siglo V aún era un puerto activo, mencionado por Rutilio Namaciano. Con el declive del Imperio sufrió saqueos, y en época medieval parte de la población se replegó al interior por temor a incursiones sarracenas, aunque el puerto nunca dejó de ser habitado.

 

QUÉ VER

Civitavecchia conserva hoy vestigios de su pasado romano, repartidos entre el puerto, las colinas cercanas y su museo arqueológico.

TERME TAURINE (Aquae Tauri)

A sólo 5 km del centro, en el Colle della Ficoncella, se alzan las ruinas del complejo termal. El sector más antiguo, republicano, muestra pavimentos musivos y estancias adaptadas como laconicum. La ampliación imperial, datada en tiempos de Trajano y Adriano, ofrece un recorrido completo: frigidarium, tepidarium, caldarium, salas abovedadas y un sofisticado sistema de hipocaustos. Restos de mármoles y mosaicos atestiguan la suntuosidad de un complejo pensado para impresionar.

 

Terme taurine en Civitavecchia romana
Terme taurine (foto: Carole Raddato)
Terme taurini en Civitavecchia romana
Terme taurini (foto: Carole Raddato)

 

DÁRSENA ROMANA (PUERTO HISTÓRICO)

Dentro del puerto moderno se conserva el corazón de Centumcellae. La Darsena Romana muestra los muros y alineaciones que estructuraban el puerto de Trajano. Aquí se situaban los accesos a las “celdas” que dieron nombre a la ciudad. Parte de su trazado se oculta bajo las ampliaciones medievales y modernas, aunque los bombardeos durante la II Guerra Mundial la destruyeron casi por completo. No obstante, se trata de uno de los puertos mejor documentados de la ingeniería romana.

En el lado sur de la Dársena, podemos admirar la reconstrucción de parte de una liburna romana, el navío de guerra ligero empleado por la flota romana.

 

Dársena romana de Civitavecchia
Dársena romana (foto: Port Mobility)
recreación de liburna romana en el puerto de Civitavecchia
Recreación de una liburna romana (foto: Port Mobility)

 

MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL DE CIVITAVECCHIA (MANC)

A pocos pasos del Forte Michelangelo, en el palacete de Clemente XIII (s. XVIII), el museo conserva materiales procedentes del entorno. El recorrido abarca desde piezas etruscas —cerámicas, buccheros, bronces— hasta esculturas, inscripciones y objetos de época romana, muchos recuperados en las excavaciones de la Darsena y de Aquae Tauri. El museo es esencial para comprender cómo encajaba Centumcellae en el sistema portuario de Roma.

Museo Arqueológico Nacional de Civitavecchia
Museo Arqueológico Nacional de Civitavecchia (foto: David Stanley)

 

LA FRASCA Y LA MATTONARA

En el litoral noroeste de Civitavecchia, dentro del paraje protegido de La Frasca, se conservan los restos de viveros romanos (piscinae) vinculados a varias villas marítimas que explotaban los recursos del mar y combinaban funciones residenciales y productivas. Aún son visibles los muros de las cubetas y los canales de renovación de agua que aseguraban la circulación marina en las instalaciones.

Más al sur, en la zona conocida como La Mattonara, situada entre el sector norte del puerto actual y la central de Torrevaldaliga Norte, se localizan también restos de época romana asociados a otra villa marítima. Su nombre procede de los fragmentos de ladrillo (“mattoni”) que abundan en el área. Este enclave destaca igualmente por estructuras de aprovechamiento costero y por los vestigios de instalaciones termales y residenciales.

 

viveros romanos de La Frasca en la Civitavecchia romana
Viveros romanos de La Franca (foto: Port of Rome)

 

VILLA ROMANA DE VALDALIGA

En la zona costera de Valdaliga, al norte de Civitavecchia, se han documentado restos de otra villa romana marítima con estructuras residenciales y productivas, hoy muy alteradas por la presencia de la central térmica. Aunque no es visitable, confirma la intensa ocupación romana de la costa y su aprovechamiento económico.

 

FICONCELLA

Las modernas pozas termales de Ficoncella aprovechan el mismo manantial que surtía a las Terme Taurine. Sumergirse en sus aguas sulfurosas es conectar con una tradición de más de dos mil años.

 

termas de Ficoncella en Civitavecchia romana
Termas de Ficoncella (foto: Port Mobility)

OTROS LUGARES CERCANOS

El viajero que se acerque a Civitavecchia no solo encontrará huellas romanas en la ciudad. A menos de una hora por carretera se abre un territorio extraordinario, donde el legado etrusco y romano se despliega en necrópolis monumentales, ciudades portuarias y parques arqueológicos.

TARQUINIA – Necrópolis de Monterozzi (UNESCO)

A 22 km al noroeste de Civitavecchia (unos 17–25 min por la SS1), Tarquinia ofrece el mejor conjunto de tumbas etruscas pintadas del Mediterráneo: cámaras decoradas con escenas de banquete, danza y caza, excavadas en el plateau de Monterozzi. Completa la visita el Museo Nacional en el Palazzo Vitelleschi, con ajuares, sarcófagos y cerámicas de alto nivel. Es Patrimonio Mundial junto con Cerveteri desde 2004.

CERVETERI – Necrópolis de Banditaccia (UNESCO)

Hacia el sureste, Cerveteri se alcanza en ≈32–36 km (unos 35–45 min por la Aurelia). La Banditaccia es una auténtica “ciudad de los muertos”: túmulos y calles excavadas en toba componen una trama funeraria que reproduce la arquitectura doméstica etrusca. El Museo Cerite completa el relato urbano y funerario. Con Tarquinia forma el bien UNESCO “Necrópolis Etruscas de Cerveteri y Tarquinia”.

SANTA SEVERA / PYRGI

A 20 km al sur (unos 17–20 min), la línea de costa revela el Castello di Santa Severa y el área del puerto etrusco de Pyrgi. En el Museo del Mare e della Navigazione Antica verás materiales de arqueología subacuática y del propio litoral entre Alsium y Centumcellae; las célebres Láminas de Oro de Pyrgi —bilingües etrusco-fenicias, ca. 500 a. C.— se conservan hoy en el Museo Nacional Etrusco de Villa Giulia (Roma). Itinerario compacto para entender el papel marítimo de Caere en la Antigüedad.

VULCI

Hacia la Maremma laziale, Vulci se sitúa a ≈47–50 km (unos 40–45 min en coche). El Parque Arqueológico-Naturalístico integra la ciudad etrusco-romana, sus necrópolis y el espectacular valle del Fiora con el Castello dell’Abbadia. Es una lección al aire libre sobre urbanismo, ritual funerario y territorio, con rutas señalizadas y visitas a sectores singulares como la Tomba François (bajo reserva).

FIUMINICINO 

El entorno aeroportuario de Fiumicino  queda a ≈64 km (unos 39–45 min por la A12). Aquí se visita el Portus imperial: el hexágono de Trajano (Lago Traiano) y los restos del puerto de Claudio, núcleo logístico que complementó a Ostia; parte del sector arqueológico se recorre hoy como Oasi/Area dei Porti Imperiali. Muy cerca, el Museo delle Navi di Fiumicino expone cinco embarcaciones romanas recuperadas en el área portuaria.

OSTIA ANTICA

Si continúas ≈72–75 km (unos 50–60 min desde Civitavecchia), Ostia Antica despliega la mejor ciudad portuaria romana conservada: insulae, termas, horrea y el teatro.

 

 

MÁS INFORMACIÓN

WEB: portmobility

 

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