LOS MUSEOS CAPITOLINOS

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LA PIAZZA DEL CAMPIDOGLIO

En la Piazza del Campidoglio de Roma se encuentran los Museos Capitolinos. Además de ser uno de los museos más importantes de la ciudad, los Museos Capitolinos conforman la colección museística pública más antigua del mundo. Su fundación se remonta al año 1471, cuando el Papa Sixto IV decidió donar al pueblo romano un conjunto de esculturas de bronce, constituyendo el núcleo original de la colección.

En la Antigüedad, la colina del Capitolio estaba coronada por el templo de Jupiter Optimus Maximus, el mayor y más grande dios del Panteón romano. Este templo era  el más importante y sagrado de la ciudad de Roma.

El diseño actual de la Piazza del Campidoglio se lo debemos al artista renacentista Miguel Angel. En 1536 recibió el encargo de diseñar la plaza. Para ello, rediseñó los dos edificios existentes, el Palazzo Senatorio y el Palazzo dei Conservatori y construyó uno nuevo, el Palazzo Nuovo. Para acceder a la plaza, creó una gran escalinata, la cordonata,  flanqueada por dos imponentes esculturas de los dioscuros, procedentes del Templo de Castor y Pólux en el Circo Flaminio.

 

Roma. Escalinata de la Piazza del Campidoglio (foto: Sergio Geijo)

 

En el centro de la plaza se levanta una escultura en bronce del emperador Marco Aurelio. Es la única escultura en bronce de un emperador romano, de época pre-cristiana, que ha llegado hasta nuestros días. Y lo hizo, gracias a que en la Edad Media se creía que representaba al emperador Constantino. Todas las estatuas de emperadores romanos fueron fundidas por creer que representaban ídolos paganos. La estatua que se exhibe actualmente en la plaza es una réplica. La escultura original la podemos ver en la Exedra Capitolina. resguardada, para su mejor conservación, de los fenómenos atmosféricos.

 

Roma. Piazza del Campidoglio (foto: Sergio Geijo)

 

LOS MUSEOS CAPITOLINOS

La colección de los Museos Capitolinos se encuentra distribuida entre dos de los edificios que flanquean la Piazza del Campidoglio: el Palacio Nuevo y el Palacio de los Conservadores. Ambos  se encuentran comunicados a través de una galería subterránea, donde se halla la Galería Lapidaria.  Desde esta galería, se accede también al Tabularium, localizado bajo el Palacio Senatorio.

La Pinacoteca, que se encuentra en el Palacio de los Conservadores, se fundó por orden del Papa Benedicto XIV a mediados del siglo XVIII.

La colección arqueológica de los museos se vió enormemente enriquecida con los descubrimientos que se realizaron en el siglo XIX durante la construcción de barrios enteros de la ciudad. En 1871 Roma se convirtió en la capital del reino de Italia . Un año antes se había producido la toma de la ciudad y, con ello, la culminación del proceso de reunificación de Italia.

 

 

PALAZZO DEI CONSERVATORI

La sala más espectacular del Palacio de los Conservadores es la Exedra de Marco Aurelio, proyectada por el arquitecto Carlo Aymonimo. Entre sus obras destaca la escultura ecuestre en bronce de Marco Aurelio, la Loba capitolina, la escultura del León atacando un caballo, o los vestigios de una escultura colosal en bronce del emperador Constantino. En un extremo de la sala se conserva un imponente muro de ocho metros de altura, correspondiente a la cimentación del Templo de Júpiter.

 

Exedra de Maro Aurelio (foto: Sergio Geijo)

 

El Templo de Júpiter, Juno y Minerva (la Tríada Capitolina) tenía unas medidas en planta de 62x54m. Su construcción se remonta al siglo VI a.C., bajo los reinados de Tarquinio Prisco y Tarquinio el Soberbio. A lo largo de la historia sufrió varios incendios y sucesivas restauraciones, las más significativas las realizadas por Sila, Augusto y Domiciano. Su expolio y demolición se produjo a partir del siglo V d.C.

 

Palacio del Conservador. Cimentación del templo de Júpiter (foto: Sergio Geijo)

 

LA LOBA CAPITOLINA

Es el símbolo de la mitología romana. La datación de esta escultura en bronce es discutida por los expertos. Tradicionalmente se stiúa en epoca etrusca aunque otros creen que se realizó en la Edad Media. Las figuras de Rómulo y Remo sí fueron añadidas en el Renacimiento, en el año 1471. Según la mitología, la loba, Luperca, cuidó y amamantó a los dos niños, hijos del dios Marte y Rea Silvia, hija del rey Numitor de Alba Longa. Amulio, hermano del rey, había asaltado el trono y ordenado que los niños fueran ahogados en el Tiber. Milagrosamente, la cesta donde estaban Rómulo y Remo, no se hundió sino que llegó hasta la ribera del río en el monte Aventino, donde fue descubierta por la loba.

 

Loba Capitolina y estatua de Marco Aurelio (foto: Sergio Geijo)

 

Junto a la Loba Capitolina, se exhiben los imponentes restos de una colosal escultura en bronce del emperador Constantino. Su realización se produjo probablemente entre los años 330 y 337 d.C., con la técnica de la cera perdida. Esta sistema consistía en esculpir la obra en arcilla y cera, sobre la que se vertía el metal. Una vez enfriado el bronce, se procedía a  retirar la arcilla, ahuecando la escultura. De este modo se conseguía una obra en bronce mucho más ligera y menos costosa. La cabeza del emperador mide 2,6m. de altura. Se cree que la escultura completa debió de tener una altura en torno a los doce metros y medio.

 

Cabeza del emperador Constantino (foto: Sergio Geijo)

 

Entre las impresionantes obras que se exhiben en la sala destacamos también el Espinario y la escultura del León atacando a un caballo. La obra del Espinario o niño sacándose una espina es una pequeña escultura de 73 cm. de altura, realizada en bronce en el siglo I a.C. El León atacando a un caballo es una escultura en mármol, de época helenística. Era una de las obras más admiradas por Miguel Angel. Un alumno suyo, Ruggero Bascape, la restauró en el año 1594, añadiendo la cabeza, la cola, y las patas del caballo y las dos patas traseras del león. Un hecho anecdótico es que, debido a esta restauración, el caballo lleva herraduras. Es significativo dado que éstas no existían ni en la Grecia helenística ni en la Antigua Roma.

 

León atacando un caballo (foto: Sergio Geijo)

 

Entre las obras que destacan en el resto de estancias de la primera planta del Palacio de los Conservadores debemos mencionar La Cosiddetta Tensa Capitolina, del siglo IV d.C. Probablemente fuera un carro para el transporte de las élites adineradas. Estaba decorado con bandas de bronce con motivos mitológicos. Y la excepcional Medusa de Bernini.

 

Museos Capitolinos. Carro romano y Medusa de Bernini (foto: Sergio Geijo)

 

Algunas estancias están decoradas con soberbias pinturas murales del siglo XVI, antesala de la extraordinaria pinacoteca que se muestra en la segunda planta del palacio. La sala de Anibal está decorada con frescos que narran cuatro episodios de las Guerras Púnicas. La sala de los Capitanes muestra momentos de la época republicana, como la ejecución de los hijos de Bruto, la destrucción del Puente Sublicio para evitar una invasión etrusca, o la batalla del lago Regilo. Finalmente, los frescos de la Sala de los Horacios y los Curiacios, narran episodios de los orígenes de Roma, narrados por Tito Livio.

 

Palacio de los Conservadores. Sala de los Horacios y Curacios (foto: Sergio Geijo)
Palacio de los Conservadores. Sala de Anibal (foto: Sergio Geijo)

 

En la galería subterránea se encuentra el Lapidarium. Este pasadizo subterráneo se creó a finales de los años treinta del siglo pasado para unir los edificios del Palacio Nuevo y el Palacio de los Conservadores. Se halla a ocho metros bajo el nivel de la Piazza del Campidoglio. En 2005 se abrió al público la Galería Lapidaria. La colección está compuesta por más de ciento treinta inscripciones, agrupadas por temas.

 

Museos Capitolinos. Galería Lapidaria (foto: Sergio Geijo)

 

En el patio del Palacio de los Conservadores se conservan los restos de una imponente estatua en mármol del emperador Constantino. Originariamente, con una altura en torno a los quince metros,  estaba colocada en la Basílica de Majencio, en el Foro romano. Enfrente de los vestigios de Constatino, se encuentran restos de la decoración de la celda del Templo de Adriano, con relieves que representan las provincias del Imperio y trofeos de armas.

 

Fragmentos de la escultura de Constantino (foto: Sergio Geijo)

 

PALAZZO NUOVO

La colección del Palacio Nuevo ha permanecido prácticamente invariable desde el siglo XVIII. Conserva las colecciones de esculturas antiguas procedentes de las grandes familias nobiliarias. Es imponente el número de esculturas inigualables que cobija. Entre ellas, destacamos los bustos de filósofos y emperadores romanos, el Gálata moribundo, la Venus Capitolina o el Marforio.

En el atrio de la planta baja se exhiben unas imponente esculturas de Marte y Minerva. El dios aparece vestido con indumentaria militar. Se cree que es una réplica de la escultura de Marte Vengador, Mars Ultor, que se hallaba en el Foro de Augusto. La escultura de la diosa estaba insipirada en la Atenea Parthenos de Fidias (s. V a.C.)

 

Museos Capitolinos. Marte (foto: Sergio Geijo)

 

En el patio del Palacio Nuevo sobresale el Marforio, representación del dios Océano, Neptuno o incluso del Tiber. No se conoce a ciencia cierta a qué deidad representa debido a la ausencia de algún atributo diferenciador. Su realización está fechada en la segunda centuria de nuestra era.  Su descubrimiento se produjo en el siglo VIII d.C., cerca del arco de Septimio Severo, detrás del Foro romano. Esta escultura es una de las seis «estatuas parlantes». Esta denominacíon obedeca a la costumbre, surgida a partir del siglo XVI, de colocar sátiras anónimas en verso  sobre ellas, criticando a las élites gobernantes.

 

Museos Capitolinos. Marforio (foto: Sergio Geijo)

 

En la primera planta, nada más subir las escaleras, nos encontramos con una sala dominada por la soberbia escultura del Gálata moribundo. Este mármol romano es una copia de un original griego, probablemente en bronce, encargada en torno al 230-220 a.C., por el rey Atalo I de Pérgamo para conmemorar su victoria sobre los gálatas.

 

Museos Capitolinos. Gálata moribundo (foto: Sergio Geijo)

 

La estancia denominada el Salón está dominada por cinco soberbias esculturas de mármol negro. En el centro se encuentra la de Hércules niño, hallada en el Aventino. Está flanqueado por dos esculturas de centauros, hallados en Villa Adriana en Tivoli. Éstas llevan la firma de Aristeas y Papias, artistas de Afrodisias (en la actual Turquía). En los extremos, culminan el grupo dos esculturas de Zeus y Asclepio, el dios de la Medicina. Éstas últimas fueron halladas en la villa imperial de Anzio.

 

Museos Capitonios. Salón del Palacio Nuevo (foto: Sergio Geijo)

 

Las salas de los emperadores y de los filósofos están cubiertas por un amplio elenco de bustos romanos. En la primera, bustos de emperadores y personajes de la época imperial. En el centro,  destaca la escultura sedente de Elena, la madre de Constantino. La sala de los filósofos, cuenta con la misma estructura que la anterior. Está decorada con bustos de poetas, filósofos y oradores de la Antigüedad. En el centro también se dispone una escultura sedente, aunque en este caso se desconoce a quién representa.

 

Sala de los emperadores (foto: Sergio Geijo)
Sala de los filósofos (foto: Sergio Geijo)

 

El Gabinete de Venus custodia una de las obras maestras del museo, la Venus Capitolina. Esta escultura, inspirada en la Afrodita de Praxiteles, muestra a la diosa desnuda, mientras se cubre, con los brazos, los pechos y el pubis. Fue hallada entre 1667 y 1670 cerca de la basílica de San Vitale, entre el Quirinal y el Viminal.

 

 

Las dos siguientes estancias que completan la planta son la Galería y la Sala de las Palomas. La primera cuenta con un centenar de obras, de temática variada y distintas épocas. Entre sus obras, destacamos la Vieja ebria y Hércules luchando con la Hidra.

 

Palacio Nuevo. Galería (foto: Sergio Geijo)
Vieja ebria y Hércules con la Hidra (fotos. Sergio Geijo)

 

La Sala de las Palomas debe su nombre a un mosaico expuesto en la estancia. Este mosaico representa a cuatro palomas aposentadas en un vaso de bronce mientras una de ellas bebe del mismo. Formaba parte de una estructura musivaria de mayor tamaño de Villa Adriana (Tivoli). La sala cuenta también con diversos bustos y otro mosaico con la representación de una escena de ambiente teatral.

 

Mosaico con palomas en vaso de bronce (foto: Sergio Geijo)
Mosaico con escena teatral (foto: Sergio Geijo)

 

PALACIO SENATORIO

Desde la Galería Lapidaria se accede al Tabularium, localizado en los cimientos del Palacio Senatorio, actual sede del Ayuntamiento de Roma. El Tabularium era el lugar donde se guardaban los archivos y documentos de la Roma republicana. Se inauguró en el 78 a.C. durante el consulado de Quintus Lutatius Catulus. Del edificio original se conserva toda la estructura de cimentación. Sus plantas superiores fueron destruidas y hoy en día están ocupadas por el Palacio Senatorio.

 

Tabularium (foto: Sergio Geijo)

 

Podemos decir que la visita a los Museos Capitalinos es obligada para todos aquellas personas interesadas en la escultura clásica. Sin duda alguna, es uno de los mejores museos de arte clásico del mundo. Además se encuentra en el lugar más sagrado de la Antigua Roma. ¡Qué más podemos pedir!

 

MÁS INFORMACIÓN.

MUSEOS CAPITOLINOS (Piazza del Campidoglio, 1. 00186 Roma)
HORARIOS: Todos los días de 9.30 a 19.30.
INFORMACIÓN: info.museicapitolini@comune.roma.it
WEB: museicapitolini.org

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