La necrópolis etrusca de Tarquinia

Publicado el 17 de noviembre de 2018. Última actualización el 30 de agosto de 2025.
Italia – Lacio
A poco más de 100 km al norte de Roma, en una colina que domina el valle del río Marta, se encuentra Tarquinia, una de las ciudades más influyentes de la antigua Etruria. Su necrópolis de Monterozzi, junto con la de Cerveteri, forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 2004 y constituye una de las principales puertas de acceso a la cultura etrusca.
LAS TUMBAS ETRUSCAS DE MONTEROZZI
La necrópolis etrusca de Tarquinia, conocida con el nombre de Monterozzi, cuenta con más de seis mil sepulcros subterráneos, excavados en el lecho rocoso y accesibles a través de un corredor inclinado . Son especialmente famosas las doscientas tumbas que se encuentran decoradas con pinturas, ejemplo único de la pintura clásica de tiempos prerromanos.
Estas tumbas etruscas policromadas constituyen la única fuente de conocimiento de la pintura griega, prácticamente desaparecida, que ha llegado hasta nuestros días. La mayoría de las tumbas decoradas consisten en una única cámara rectangular con un tejado a dos aguas, destinada al enterramiento del pater y mater familias. Estas tumbas estaban destinadas a la alta aristocracia de la ciudad y, en época helenísticas, pasaron a dar cobijo a todo el clan familiar, por lo que pasaron a contar con varias cámaras comunicadas entre sí. Entre las tumbas más interesantes se encuentran la tumba de la leona, la tumba de los leopardos, la tumba del pabellón de caza, la tumba de la caza y la pesca, la tumba de los juglares, la tumba de los demonios azules, o la tumba de Anina.


EL MUSEO NACIONAL DE TARQUINIA
Las pinturas de siete de los hipogeos etruscos de Tarquinia fueron trasladados, entre los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, al Museo Arqueológico Nacional de Tarquinia, ubicado en el Palazzo Vitelleschi, del siglo XV. Las tumbas visibles en el museo son las del Triclinio, la Olimpiada, la Biga, la Nave, la Cerda negra, el Lecho fúnebre y la tumba Bruschi.


El Museo Arqueológico Nacional de Tarquinia cuenta además con excepcionales piezas, como la colección de sarcófagos ubicados en la planta baja, o la de cerámica griega, en la primera planta, donde se exhiben obras maestras como el kylix de Oltos, el vaso de Charinos, o la ánfora de Phintias. Otra obra singular, que además es el símbolo de la ciudad de Tarquinia, son los caballos alados que adornaban el frontón del Altar de la Reina.


OTROS LUGARES DE INTERÉS
La visita a la necrópolis de Tarquinia puede ampliarse fácilmente con otros enclaves de gran valor histórico y paisajístico en la antigua Etruria, todos a menos de una hora de camino.
CERVETERI
A unos 45 minutos en coche, unos 50 km al sur, se encuentra Cerveteri, célebre por su necrópolis de Banditaccia. A diferencia de las tumbas decoradas de Tarquinia, aquí predominan los sepulcros de cámara excavados en la toba volcánica, organizados en auténticas calles funerarias que se asemejan a una ciudad para los muertos. La comparación entre ambas necrópolis, declaradas conjuntamente Patrimonio de la Humanidad, permite al visitante comprender la diversidad de las expresiones funerarias etruscas.
CIVITAVECCHIA
Más cerca, a apenas 20 km hacia el oeste, unos 25 minutos en coche, se halla Civitavecchia, puerto de gran relevancia desde época romana y heredero directo de la antigua Centumcellae. Fundada bajo Trajano, conserva restos de sus termas y murallas, además de seguir siendo hoy un importante nodo marítimo que conecta Italia con el Mediterráneo.
LAGO DE BOLSENA
En dirección noreste, a unos 35 km y poco más de 40 minutos, se abre el Lago de Bolsena, el mayor lago volcánico de Europa. Sus aguas tranquilas bañan antiguos asentamientos etruscos y romanos, y ofrecen un marco natural que combina arqueología y paisaje. Desde sus orillas, el viajero puede imaginar la vida en una Etruria que unía lo sagrado con lo cotidiano, en un entorno de gran belleza.
Más información. TARQUINIA. tarquinia-cerveteri