Las termas romanas de Arce
Publicado el 8 de febrero de 2024. Última actualización el 9 de octubre de 2025.
España – Navarra
Descanso y comunicación en la calzada del Pirineo navarro
El valle de Arce/Artzi, ubicado en la Merindad de Sangüesa, es una región de gran riqueza histórica situada a las puertas del Pirineo navarro, a unos 35 km de Pamplona. Entre su patrimonio arqueológico destacan los vestigios de un complejo termal romano, que pone de manifiesto la importancia de esta zona como enclave de comunicación y descanso en la Antigüedad.
SU HISTORIA
El yacimiento de las termas romanas de Arce se originó a finales del siglo I a.C., en el contexto de la construcción de la calzada romana que atravesaba el Pirineo. Estas termas estuvieron en uso hasta el siglo II d.C., cuando comenzaron a experimentar un proceso de abandono. Sin embargo, entre los siglos III y IV d.C., parte del complejo fue reutilizado como taller metalúrgico, lo que demuestra la continuidad de la actividad en la zona.
En la última década, la Sociedad de Ciencias Aranzadi, en colaboración con el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento del Valle de Arce, ha llevado a cabo diversas campañas arqueológicas para investigar, preservar y poner en valor las termas. Como resultado de estos trabajos, en febrero de 2024 se inauguró el sitio como recurso turístico y patrimonial.
QUÉ VER EN ARCE
El complejo de las termas romanas de Arce que hoy se puede visitar se extiende a lo largo de 25 metros de longitud y 5,5 metros de ancho, distribuidos en siete estancias. Cuenta con las clásicas salas de agua fría o frigidarium, templada o tepidarium y agua caliente o caldarium. Estas dos últimas salas se calentaban gracias al sistema de calefacción hipocausto. El horno, que proveía de calor subterránea a las estancias, se encontraba en la sala contigua al caldarium.
Para facilitar la comprensión del espacio, las zonas sin calefacción se diferencian con un relleno de ofita gris azulada, mientras que las salas con hipocausto están marcadas con piedra roja. El área donde se situaba el horno se distingue con teja machacada, permitiendo una interpretación visual clara del conjunto.
El yacimiento de las termas romanas de Arce se encuentra a orillas del río Urrobi, próximo a la presa de Itoiz, y su ubicación estratégica sugiere que estaba vinculado a la calzada romana Iter XXXIV De Hispania in Aquitania. Esta vía conectaba Caesaraugusta (Zaragoza) con Burdigala (Burdeos), atravesando el Pirineo por el collado de Ibañeta. Se cree que en este enclave existía una mansio, un establecimiento similar a una posada, destinado a proporcionar descanso y avituallamiento a los viajeros.
Junto a las termas, se han hallado indicios de otras estructuras que podrían haber formado parte de este complejo de acogida, reforzando la hipótesis de que el lugar funcionó como un punto de parada importante en la red viaria romana.
INFORMACIÓN PARA EL VISITANTE
El yacimiento de las termas romansa de Arce cuenta con paneles informativos y una reconstrucción en 3D, realizada por Virtualan, que permite a los visitantes comprender mejor el funcionamiento de las termas y su papel en la vida cotidiana de la época romana. Además, se prevé la realización de visitas guiadas a cargo de arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, lo que aportará un valor añadido a la experiencia.
PROYECTO PIRENAEUS: LA INVESTIGACIÓN DE LA CALZADA ROMANA
Las termas romanas de Arce forman parte del proyecto Pirenaeus, financiado por la región francesa de Nueva Aquitania, el Gobierno Vasco y el Gobierno de Navarra. Este proyecto tiene como objetivo analizar y comparar los yacimientos arqueológicos de la calzada romana en ambos lados de los Pirineos. Entre los enclaves destacados se encuentran:
- Zaldua (Burguete): A 13 km de Arce, con restos termales asociados a la misma calzada.
- Donazaharre / Saint-Jean-Le-Vieux (Francia): Sitio relevante en la vertiente francesa de la calzada romana.
VISITAS CERCANAS
El valle de Arce/Artzi, atravesado por los ríos Urrobi e Irati, ofrece un entorno natural de enorme belleza donde el patrimonio arqueológico convive con la montaña pirenaica. En menos de una hora por carretera, el viajero puede visitar varios enclaves de interés histórico y arqueológico relacionados con la romanización del Pirineo y las rutas de paso hacia Aquitania.
ZALDUA
A 13 kilómetros al noreste de Arce, en el término de Burguete (Auritz), se encuentra el yacimiento de Zaldua, un importante asentamiento romano vinculado a la misma calzada que conectaba Caesaraugusta (Zaragoza) con Burdigala (Burdeos). El trayecto en coche dura unos 20 minutos por la carretera NA-1720, siguiendo el valle del Urrobi. Las excavaciones, también dirigidas por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, han sacado a la luz estructuras termales, almacenes y restos de viviendas.
El lugar se interpreta como una mansio, un punto de parada y abastecimiento similar al que existió en Arce, lo que confirma la intensa actividad romana en esta vía pirenaica. El itinerario cuenta con paneles informativos y senderos señalizados que permiten recorrer los distintos sectores del yacimiento.
RONCESVALLES E IBAÑETA
A 26 kilómetros de Arce —unos 35 minutos por carretera— se levanta Roncesvalles (Orreaga), célebre por su colegiata medieval y por haber sido paso obligado del Camino de Santiago, pero cuyo origen se remonta a la Antigüedad. En el cercano collado de Ibañeta, a 1.057 metros de altitud, los arqueólogos sitúan el paso natural por donde la calzada romana Iter XXXIV cruzaba los Pirineos hacia la Galia.
El paisaje, dominado por hayedos y praderas, conserva la misma esencia que contemplaron los viajeros romanos que se dirigían hacia Aquitania. Desde el mirador de Ibañeta se comprende la función estratégica de estos pasos de montaña, tanto para las legiones como para los comerciantes que atravesaban el límite septentrional de Hispania.
AURIZBERRI-ESPINAL
En el trayecto entre Arce y Roncesvalles, el viajero puede detenerse en Aurizberri-Espinal, a 18 kilómetros y 25 minutos de Arce, donde el paisaje de prados y bosques conserva vestigios dispersos de época romana y altomedieval. En el vecino valle de Erro, a apenas 15 kilómetros (20 minutos), se han documentado fragmentos cerámicos y trazas de la misma vía romana. Las pequeñas localidades de Lintzoain o Erro conservan la fisonomía de los pueblos pirenaicos que se desarrollaron sobre antiguos caminos de montaña, testigos silenciosos del tránsito milenario entre Hispania y Aquitania.
NAGORA Y EL EMBALSE DE ITOIZ
A solo 5 kilómetros de las termas —menos de 10 minutos en coche— se encuentra Nagore, cabecera administrativa del valle. Desde allí puede admirarse el embalse de Itoiz, cuya orilla oriental acoge el yacimiento. Varios miradores ofrecen panorámicas del paisaje que rodea las termas y paneles que explican la historia del valle y su aprovechamiento desde época romana hasta nuestros días.
El recorrido puede completarse con una breve caminata por la ribera del río Urrobi, cuyas aguas dieron vida al complejo termal hace más de dos mil años.
UNA JORNADA ENTRE ARQUEOLOGÍA Y PAISAJE
La visita a las termas romanas de Arce puede combinarse fácilmente con una ruta de un día por el Pirineo navarro oriental, siguiendo el trazado histórico de la calzada romana. Una propuesta ideal consiste en comenzar la mañana en Arce, continuar hacia Zaldua y Roncesvalles, y finalizar la jornada contemplando el atardecer sobre el embalse de Itoiz.
En menos de una hora de trayecto se recorre un corredor natural que, desde hace dos milenios, une la historia, el paisaje y la memoria de los viajeros del Imperio.
MÁS INFORMACIÓN Ubicación: cerca de Nagore, Valle de Arce (42.8537, -1.3254).
FUENTE Gobierno de Navarra. Nota de prensa. 7 febrero 2024.
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