EL TESORO DE SEUSO

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Hungría – Budapest

 

El tesoro de Seuso está compuesto por catorce piezas de vajilla, de plata, además del caldero de cobre en el que fueron escondidos por su propietario. En la actualidad se exhibe en el Museo Nacional de Hungría, en Budapest. Está considerado como uno de los tesoros artísticos más valiosos de Hungría.

 

UN DESCUBRIMIENTO DETECTIVESCO

La presentación  del tesoro de Seuso a la prensa se produjo en 1990 cuando las quince piezas del tesoro fueron puestas a subasta por la casa Sotheby’s. El tesoro era propiedad de Northampton Trust, un consorcio liderado por el séptimo marqués de Northampton, Spencer Compton, que lo había adquirido en los años ochenta. Seis años antes de ser conocido por el público, en 1984, el Consorcio había tratado de vender el tesoro de Seuso al Getty Museum de Los Ángeles. Esta prestigiosa institución norteamerciana rehusó su compra tras observar irregularidades en la documentación sobre su origen. Otros importantes museos del mundo como el Antikensammlung de Berlin y el Metropolitan Museum de Nueva York también rechazaron su adquisición.

Tras su puesta a la venta en Sotheby’s, se presentaron demandas, por parte de los estados de Hungría, Líbano y Yugoslavia que reclamaban la propiedad y  legitimidad sobre el tesoro. Tras dos años de juicio, en 1994, la Corte de Nueva York dictaminó que no era posible discernir el origen real del tesoro de Seuso, por lo que declaró nulas las demandas y certificó la propiedad del Consorcio sobre el tesoro.

 

UN TESORO HÚNGARO

La reclamación por parte del estado húngaro se basaba en una de las inscripciones halladas en uno de los platos. En él aparece inscrita la palabra Pelso, denominación latina del lago Balatón. Se cree que el tesoro fue descubierto por un joven húngaro, József Sümegh, en el año 1976, durante sus trabajos en una cantera de piedra. Durante la realización de su servicio militar, apareció muerto. Las pesquisas policiales determinaron que había sido asesinado y no un suicidio como inicialmente habían pensado.

En los años 2014 y 2017 se anunció la compra de las catorce piezas y el caldero del tesoro de Seuso por parte del Estado húngaro, con vistas a su exhibición en el Museo Nacional de Hungría, en Budapest. El importe pagado por el tesoro ascendió a veintiocho millones de euros.

 

 

 

EL TESORO DE SEUSO

El propietario del tesoro, de época tardorromana, es probable que fuera Seuso, posiblemente un alto oficial del ejército romano. Su nombre figura inscrito en el plato central de la colección. Su villa se encontraría en los alrededores del lago Balaton, en tierras de la Panonia romana, en la actual Hungría.

El tesoro tiene un peso cercano a los setenta kilogramos. Se cree que la vajilla completa estaría formada por una número comprendido entre las cuarenta y las doscientas cincuenta piezas. Probablemente el conjunto completo tendría un peso cercano a los ciento cincuenta kilogramos.

 

Dado su oscuro descubrimiento, no sabemos con exactitud el lugar ni las condiciones en que fue descubierto. No obstante, sabemos que no trata de un tesoro robado en los raids bárbaros dado que todas las piezas están completas. No fueron cortadas en el reparto de un botín. Los análisis del caldero han permitido identificar que las piezas del tesoro fueron guardadas cuidadosamente. Probablemente, ocultas por sus propietarios en previsión de un inminente ataque bárbaro,  con la idea de recuperarlo una vez pasado el peligro. Es probable que el momento de su ocultación fuera en las primeras décadas de la quinta centuria.

 

Tesoro de Seuso. Museo Nacional de Hungría (foto: Zoltán Balogh)

LAS PIEZAS DEL TESORO

El tesoro está compuesto por dos grandes platos, utilizados para servir comidas, denominados plato de la Caza y plato Geométrico. Otros dos platos, probablemente de uso ornamental, son conocidos como los platos de Aquiles y Meleandro. Todos los platos tienen un peso cercano a los nueve kilogramos, salvo el de Aquiles cuyo peso se acerca a los doce kilogramos.

 

En el plazo de la Caza se encuentra la inscripción que menciona a su propietario: «hec Seuso tibi durent per saecula multa Posteris ut prosint vascula digna tuis». Este plato refleja la imaginería de la élite romana en el Bajo Imperio con los ejes centrales de la caza y el banquete campestre.

 

Tesoro de Seuso. Plato de la Caza. Escena central
Tesoro de Seuso. Plato de Melandro

 

Otras piezas de tesoro son una palangana, probablemente para lavarse las manos y la cara,  dos aguamaniles decorados con motivos geométricos, otros tres aguamaniles, uno con una representación de Dioniso, otro con figuras de animales y un tercero con escenas de la mitología griega (denominado el aguamanil de Hipólito). También se incluyen dos cubetas (situlae) con decoraciones relacionadas con el aguamanil  de Hipólito. Finalmente, una caja para almacenar frascos de perfumes y un ánfora.

 

Tesoro de Seuso. Aguamanil y cubeta de Hipólito

 

EL QUADRIPUS, ¿PARTE DEL TESORO DE SEUSO?

En 1878 se descubrió en Kőszárhegy, cerca de Polgárdi, un quadripus, atril de plata de cuatro pies. Los estudiosos creen que formaría parte del tesoro de Seuso, por su similitud artística y de pureza argentaria. Tiene un peso de veinte kilogramos y su origen se sitúa en la segunda mitad del siglo IV d.C., al igual que el resto del tesoro.

 

Quadripus romano

 

 

Más información.

WEB. museo de budapest

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