LAS TERMAS DE DIOCLECIANO

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Italia – Roma

 

Las termas de Diocleciano se encuentran localizadas entre la Piazza dei Cinquecento, la Piazza della Repubblica, la Via Cernaia y la Via Volturno.

 

Las termas de Diocleciano constituyen el mayor complejo de baños levantado en la ciudad de Roma. Se construyeron en una amplia zona entre el Viminal, el Quirinal y el Esquilino. Fueron edificadas entre los años 298 d.C. y 306 d.C., por orden del emperador Maximiano, en honor de su socio de gobierno, Diocleciano. Ocupaban una majestuosa extensión que superaba las trece hectáreas.

 

Al igual que en las termas de Caracalla (ver artículo), en el eje central del complejo termal se encontraban las cuatro estancias principales, la natatio, el frigidarium o sala de agua fría, el tepidarium o sala de agua templada, y el caldarium o sala de agua caliente. En torno a ellas se situaban, simétricamente a cada lado, diversas estancias, culminando por ambos lados en dos grandes palestras, destinadas a los ejercicios físicos.  Las termas de Diocleciano tenían cabida para más de tres mil personas. Una muestra de su espectacular monumentalidad es el tamaño de la piscina o natatio, que ocupaban una extensión de 4.000 m², ¡tres veces el tamaño de una piscina olímpica!.

 

Termas de Diocleciano – recreación digital (foto: museonazionaleromano)

 

El agua que abastecía las termas procedía del Aqua Iova, un acueducto que, a su vez, dependía del Aqua Marcia. Una gran cisterna guardaba el agua procedente del acueducto. Se hallaba en el espacio hoy ocupado por la Estación Termini, cuyo nombre proviene precisamente de una corrupción de la palabra terme o termas.

 

LAS TERMAS HOY

En el espacio ocupado por las termas de Diocleciano se levantan hoy en día diversas construcciones que aprovecharon la estructura de las termas: la iglesia renacentista de Santa María de los Ángeles, la iglesia de San Bernardo, el Museo Nacional de Arte Romano y el Ministerio de Educación. La actual Piazza della Republica toma la forma de la gran exedra que cerraba las termas de Diocleciano y el espacio ocupado por el caldarium.

 

Roma. Termas de Diocleciano

 

LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DEGLI ANGELI

A mediados del siglo XVI, las termas romanas de Diocleciano se encontraban en un completo estado de abandono. Ante esta situación, el Papa Pio IV encargó al arquitecto, escultor y pintor Miguel Angel Buonarroti, el diseño de una iglesia sobre el espacio de las antiguas termas romanas y una Cartuja, en honor de los mártires cristianos caídos durante la construcción de las termas, según decía la tradición.  El gran artista renacentista aprovechó la colosal estructura arquitectónica de las termas, sin alterarla. Asi nació la iglesia de Santa María de los Ángeles.

La entrada a la iglesia se encuentra en el espacio del caldarium, que daba acceso al tepidarium, integrado dentro del espacio eclesial. El frigidarium romano se aprovechó para levantar la nave central de la iglesia, llegando a ocupar parte de la antigua piscina romana.

Los espacios laterales de la iglesia abarcan dos estancias simétricas de las antiguas termas, a cada lado de la nave central.

 

Roma. Iglesia Santa Maria degli Angeli (foto: Fr. Lawrence Lew)

 

 

EL MUSEO NACIONAL ROMANO

Las termas de Diocleciano son una de las cuatro sedes que componen el Museo Nacional Romano, junto con el Palazzo Altemps, la Cripta Balbi y el Palazzo Massimo. El Museo Nacional Romano fue fundado en 1889. Es a principios de los años ochenta del siglo pasado cuando el museo da un salto cualitativo con la creación de sus cuatro sedes.

El espacio de las termas de Diocleciano se convirtió en el Museo de la Epigrafía, dando cobijo a una importante colección epigráfica, con textos escritos desde el siglo octavo antes de nuestra era hasta la cuarta centuria de nuestra era.

 

Roma. Termas de Diocleciano (foto: Carole Raddato)
Termas de Diocleciano. Sala X (foto: museonazionaleromano)

 

Una de las estancias más famosas de las termas es la conocida como estancia octogonal.  Se cree que funcionaría como un segundo frigidarium o sala de agua fría. En el siglo XVII se convirtió en un almacén de grano y en 1928 en planetario, hasta su eliminación en 1987. En la actualidad es posible contemplar su extraordinaria cúpula y disfrutar de las esculturas que una vez decoraron las termas. Destaca la Afrodita de Sirene, copia de una obra de Praxiteles realizada en época adriánica.

 

Terma de Diocleciano. Sala octogonal (foto: museonazionaleromano)

 

También forman parte del museo las estancias que, durante el Renacimiento, fueron  utilizadas como almacén de aceite. En la actualidad se utilizan para dar charlas y conferencias.

 

El claustro ajardinado formaba parte de la Cartuja levantada por Miguel Angel. En él se exhiben más de cuatrocientas esculturas y relieves por las que se pueden recorrer las distintas épocas artísticas de la Antigua Roma.

 

Termas de Diocleciano. Claustro renacentista (foto: Jeroen van Luin)

 

LA IGLESIA DE SAN BERNARDO

En los extremos de la gran exedra de las termas de Diocleciano se localizaban sendas estancias circulares destinadas a bibliotecas. Sobre una de ellas se levantó en 1598 la iglesia de San Bernardo. La segunda estancia circular es visible hoy en día al principio de la Via del Viminale.

 

Roma. Iglesia de San Bernardo – termas de Diocleciano (foto: Architas)

 

 

Más información.

MUSEO NACIONAL ROMANO (Viale Enrico De Nicola, 79. Roma).

HORARIOS: Martes a viernes, de 14:00 a 19:45. Sábados y domingos, de 10:30 a 19:45.

TARIFAS 2020: Adultos... 9€. 

WEB: museonazionaleromano

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