4 DÍAS EN LA CAMPANIA DEL VESUBIO

CÓMO ORGANIZAR TU VISITA A LA CAMPANIA DEL VESUBIO
¿Qué te parece un viaje a la Campania del Vesubio? En este artículo, te vamos a contar nuestro viaje de cuatro días al área vesubiana. Acompáñanos a descubrir los lugares sepultados por la erupción del Vesubio del año 79 d.C.
Lo realizamos en el mes de mayo de 2025, estableciendo nuestro cuartel general en la antigua Neapolis, la actual Napoles. Nos alojamos en el hotel Europeo, céntricamente situado, a escasos metros de Spaccanapoli. Te contaremos las rutas que puedes seguir para descubrir completamente las ciudades de Pompeya y Herculano, además de los increíbles yacimientos arqueológicos de Boscoreale, Oplontis y Stabia. Y para el último día, dejamos la guinda del pastel, la visita a uno de los mejores museos arqueológicos del mundo, el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.
¿Cómo distribuir los tiempos y las visitas? Esta cuestión es crucial en base a lo que queráis ver. ¿Cantidad o calidad? En nuestro caso, nos decantamos por descubrir Pompeya a fondo, dedicando dos mañanas a esta impresionante ciudad romana. Si preferís visitar más lugares, podéis dedicar una mañana a descubrir los Campos Flegreos (Baia, Pozzuoli, Cuma). ¿Empezamos?
LA RED DE TRENES CIRCUMVESUVIANA
El área metropolitana de Nápoles cuenta con una excelente red ferroviaria. La línea Circumvesuviana es una red de trenes de cercanías operada por EAV (Ente Autonomo Volturno) que conecta Nápoles con varias localidades situadas al este y sureste del Vesubio. Cuenta con cuatro líneas, siendo la más interesante la primera, Nápoles – Sorrento, que nos conecta con Pompeya (Pompei Scavi), Herculano (Ercolano Scavi) y otros destinos arqueológicos y costeros. Te recomendamos descargarte la app Go Eav, para la compra de los billetes de tren. Funciona francamente bien.
La estación de referencia para nuestros desplazamientos es la de Napoli Porta Nolana, punto de partida de los trenes de la línea Circumvesuviana.
DÍA 1. POMPEYA Y BOSCOREALE.
El arqueólogo alemán August Mau, diseñó en el siglo XIX, una división de la ciudad de Pompeya en regiones, manzanas (insulae) y casas (domus), para facilitar su estudio y excavación. Las regiones está numeradas del I al IX (en números romanos). Cada región se divide a su vez insulae, manzanas o bloques, numeradas en números arábigos. Dentro de cada insula, se enumeran las entradas individuales de casas, tiendas, etc. Este sistema permite identificar cualquier edificio con un código único, como por ejemplo VI 15, 1 = Región VI, Insula 15, Puerta 1.
Pompeya está dividida en 9 regiones arqueológicas, ordenadas en base a un criterio funcional y topográfico, adoptado durante las excavaciones. Realmente si uno mira el plano es difícil dirimir qué criterios siguió el Sr. Mau en su diseño. Ciertamente, la numeración refleja, de forma aproximada, el orden cronológico en que se fueron excavando las zonas a lo largo del siglo XVIII y XIX.
El acceso habitual es el de Porta Marina, acceso directo desde la estación Pompei Scavi de la línea Circunvesuviana. A pocos pasos de esta entrada, nos encontramos con la basílica (VII, 8,1), el templo de Apolo (VII, 7, 32) y el foro de Pompeya. Para este primer contacto con Pompeya, nuestra recomendación es continuar descubriendo las regiones VII y VI, hasta salir de la ciudad por la Porta Ercolano. ¿Nos vamos ya? ¡No! La Via delle Tombe, flanqueada en ambos lados por numerosas tumbas, nos lleva hasta dos espectaculares residencias señoriales, localizadas extramuros: la Villa de Diomedes y la impresionante Villa de los Misterios y sus increíbles pinturas murales.

Entre los lugares de interés que encontramos en la región VI destacan sobre todo la Casa del Fauno (VI, 12, 2) y la Casa dei Vettii (VI, 15, 1). La primera, con una extensión de 3.000 m², ocupando prácticamente una manzana entera, es mundialmente famosa por el impresionante mosaico de Alejandro Magno y Darío que se descubrió en la exedra del peristilo itálico. En la actualidad, podemos ver una copia, puesto que el original se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles. La Casa dei Vettii, «más modesta» con su extensión de 1.100 m², cuenta con extraordinarias pinturas murales del cuarto estilo pompeyano, destacando sus doce paneles mitológicos y el fresco de Priapo, localizado en la entrada de la vivienda.
Pasear por Pompeya es descubrir lugares extraordinarios a cada paso que damos. Las espectaculares dolia empotradas en los mostradores de los innumerables restaurantes que encontramos por la ciudad, denominados thermopolia y cauponae, nos invitan a imaginar los alimentos que allí aguardaban a ser degustados por los comensales.

Por la tarde dedicamos una hora a descubrir Boscoreale. El Parque Arqueológico de Pompeya pone a disposición de sus visitantes un transporte gratuito en lanzaderas, el Pompei ArteBus. El trayecto desde el punto de partida, en Piazza Esedra de Pompeya, hasta Boscoreale es de 15 minutos. En la web de pompeiisites tenéis a vuestra disposición los horarios de los minibuses.
La visita recomendada a Boscoreale es de una hora. Es imprescindible visitar el Antiquarium de Boscoreale, donde se exhiben objetos hallados en las villas romanas de Boscoreale y Boscotrecase, así como otros procedentes de Pompeya y otros lugares sepultados por el Vesubio. En la primera planta del Antiquarium tenemos dos auténticas joyas, las piraguas de Poggioarino y el carro nupcial o pilentum procedente de Civita Giuliana. También cuenta con el triste testigo de numerosos moldes de yeso de personas y animales caídos tras la erupción vesubiana.
Junto al Antiquarium se encuentran los vestigios del Pagus de Villa Regina, un extraordinario ejemplo de una villa rustica suburbana de Pompeya. Destaca su impresionante bodega, con dieciocho dolias enterradas en el patio.
Para regresar a Nápoles, podemos coger el tren de la línea Circunvesuviana, en la estación Villa Regina-Antiquarium, que se encuentra a ochocientos metros -diez minutos a pie- del yacimiento arqueológico de Boscoreale. Otra opción es esperar la llegada del Pompeii ArteBus que nos lleve de regreso a Pompeya.

DÍA 2. POMPEYA Y LA LUJOSA OPLONTIS.
El segundo día lo dedicamos a explorar las regiones pompeyanas que aún nos queda por ver, las regiones VIII, I, II, IX y V. Inicialmente, nos encaminamos por la Via della Abondanza hasta dos lugares de la región VII que nos habían quedado pendientes de visitar, el lupanar (VII, 12, 18-20) y las termas estabianas. Se cree que en Pompeya había al menos 25 lupanares o prostíbulos, pero con certeza sólo se conoce éste. Es un lugar que encoje el corazón al ver sus pequeñísimas habitaciones con camas de piedra y pinturas murales con posturas sexuales a la entrada de casa estancia.
Las termas estabianas (VII, 1, 8-15) son las más antiguas de la ciudad. Ocupan una manzana entera, entre la Via dell’Abbondanza y la Via Stabiana, contando con dos áreas diferenciadas, una para los hombres, más grande, y otra para las mujeres, de menores dimensiones.
El espacio más interesante de la región VIII es el complejo formado por el odeón, el teatro, el denominado cuartel de Gladiadores, el Foro triangular y el templo de Isis. El cuartel de Gladiadores se denomina así por el abundante equipo gladiatorio descubierto aquí y que se exhibe en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.

En la regio II encontramos una de las construcciones más características del mundo romano, el anfiteatro (II, 6). Se localiza en el extremo sudeste de la ciudad, próximo a la Gran Palestra. Construido en el 70 a.C., es el anfiteatro romano en piedra más antiguo que se conoce. En el entorno del anfiteatro se encuentran tres viviendas de gran interés: la casa de Octavius Quartio, la Casa della Venere in conchiglia y la Praedia de Giulia Felice (II, 4, 6). Ésta última, ocupa una superficie de más de 3.000 m², con termas, habitaciones decoradas en los estilos tercero y cuarto pompeyano y jardines con fuentes y esculturas. Una inscripción en su fachada, indica que alquilaba tanto habitaciones como espacios comerciales.
En la regio I, localizada entre las regiones VIII y II, se encuentran una treintena de viviendas y locales de interés, muchas de ellas ubicadas en el entorno de la Via dell’Abbondanza. Cabe mencionar la Casa del Citarista, la Casa de Menandro, la Casa de Paquio Proculo, la Casa del Larario de Achille, la Casa del Ceii, o locales como la Fullonica di Stephanus y el thermopolium de Vetutius Placidus.
Al otro lado de la Via dell’Abbondanza, en la regio IX, se encuentra un lugar, en pleno proceso de excavación, con las técnicas más avanzadas del siglo XXI, la ínsula de los Castos Amantes (IX, 12). Excavada dentro del proyecto Gran Pompeya, en mayo de 2024 se abrió al público a través de pasarelas suspendidas elevadas, que permiten tanto su observación, como excavación y trabajos de conservación al mismo tiempo. La IX región es la que sin lugar a dudas dará más sorpresas en los próximos años y décadas, puesto que apenas se han realizado excavaciones arqueológicas.

Por último, la región V es otra de la que más trabajos arqueológicos ha acogido en la última década, sacando a a la luz domus, frescos y estructuras excepcionales. Los lugares de mayor interés son la Casa del Giardino (la Casa del Jardín, V, 3, 14), la Casa di Orione (V, 2,1), y la Casa del Larario (V, 1, 10). Una domus que dará mucho que hablar es la Casa de Leda (V, 6, 12) aún en proceso de excavación y consolidación, pero que cuenta con espectaculares pinturas del cuarto estilo pompeyano.
Completamos el dia con la visita al yacimiento arqueológico de Oplontis, en Torre Annunziata. El minibus Pompeii ArteBus nos deja en Oplontis tras media hora de viaje. El único lugar abierto al público en Oplontis es Villa Popea, una impresionante residencia quizás vinculada a la familia imperial, concretamente a la segunda esposa de Nerón, Popea. Los espacios visitables de la villa nos muestras una impresionante piscina, numerosas esculturas y excepcionales pinturas murales.

DÍA 3. HERCULANO Y LAS VILLAS DE STABIAE.
Para el tercer día dejamos la visita a la otra gran ciudad sepultada por el Vesubio pero con un efecto bastante diferente, ya que el estado de destrucción sufrido por Herculano fue menor que el experimentado por Pompeya. El tren de la línea Circumvesuviana nos lleva hasta la estación Ercolano Scavi, y tras 10 minutos de camino llegamos al yacimiento arqueológico. Descubrir Herculaneum es un complemento perfecto a la visita de Pompeya. Tres horas son suficientes para descubrirlo con tranquilidad.
Lo primero que visitamos en Herculano es la Sala de la Barca y el Antiquarium. Lo más llamativo de este museo arqueológico es el impresionante estado de conservación de numerosos muebles de madera, incluyendo una cuna, mesas, camas y lararios.
En Herculano encontramos construcciones de dos pisos aún en pie, termas, domus, thermopolia, etc. Una de las construcciones más interesantes es el Colegio de los Augustales, decorado con impresionantes pinturas sobre el héroe Hércules. Las domus más representativas son la Casa de Neptuno y Anfitrite, la Casa del Salón Negro, la Casa del Bicentenario, o la Casa Samnita.

Tras visitar Herculano, nos desplazamos en tren hasta Castellmare di Stabia, en un trayecto de media hora. Para llegar a Villa San Marco, podemos utilizar el autobús urbano (líneas 301 y 302), hasta la parada «Castellammare – Passeggiata Archeologica», que te deja a menos de 300 m. del yacimiento arqueológico. Otra opción es una caminata de 1,7 km., un recorrido de unos 20 minutos que nos lleva hasta Villa San Marco. Yo me decanté por esta último opción, disfrutando desde el paseo marítimo de la impresionante vista del Vesubio. Indicar que en la playa de Stabia fue donde falleció Plinio el Viejo.
Villa San Marco es una impresionante villa de recreo de la aristocracia romana que ocupaba una extensión de 11.000 m², de los cuales se han excavado la mitad. Son destacables sus termas, peristilos, sus espectaculares pinturas del cuarto estilo pompeyano y unas inigualables vistas del golfo de Nápoles y el Vesubio.
A diez minutos a pie, llegamos a Villa Arianna, también de una superficie similar a la de Villa San Marco, aunque con apenas una cuarta parte excavada. Merece la pena acercarse a descubrirla por la extraordinaria calidad de sus frescos.

DÍA. 4. EL MUSEO ARQUEOLÓGICO DE NÁPOLES Y LA NEAPOLIS SUBTERRÁNEA.
La mañana del cuarto y último día de nuestra estancia en Nápoles, la dedicamos a visitar el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, sin duda alguna, uno de los mejores museos arqueológicos del mundo. La planta baja del museo cuenta con una interesante colección egipcia, con más de 2.500 piezas, procedentes de las colecciones Borgia y Picchianti. En la planta principal se encuentra la espectacular Colección Farnesio. Entre sus magníficas obras destacan las colosales esculturas que decoraban las Termas de Caracalla en Roma. Las Colecciones vesubianas son el núcleo central del museo, con impresionantes esculturas en bronce, mármol e increíbles pinturas murales procedentes de Pompeya, Herculaneum, Boscoreale o Stabiae.
En una sala intermedia, camino de la primera planta, se encuentran extraordinarios mosaicos procedentes principalmente de Pompeya, destacando sobre todos el Mosaico de la batalla de Issos, que se descubrió en la Casa del Fauno de Pompeya. Tras estos espectaculares tesoros, llegamos a una sala más recogida, identificada con las palabras Gabinetto Segreto. Este lugar, abierto al público en general, tan sólo desde el año 2000 se guardan pinturas de temática sexual, tintinabula, esculturas con enormes falos, que nos señalan que el mundo romano era mucho más abierto y natural.

En la planta superior, descubrimos las extraordinarias esculturas que decoraban la fastuosa Villa de los Papiros, en Herculano. Una última sorpresa nos la depara la Colección de la Magna Grecia. Al acceder a la sala, el atento personal del Museo nos invita a calzarnos unos pantuflos. ¿El motivo? Todo el pavimento de las salas dedicadas a la Magna Grecia, está cubierto por mosaicos provenientes de Pompeya y Herculano. ¡Absolutamente impresionante!.

La tardes de viernes, la dedicamos a descubrir la Neapolis romana. En la visita al complejo de Santa Maria Maggiore alla Pietrasanta, descubrimos que, bajo su suelo, se encuentra parte del foro de la antigua ciudad romana, visitable con una audioguía que te proporcionan con la entrada. Tampoco debemos dejar la visita a la Napoli Sotterranea, que nos traslada al subsuelo napolitano, que en época griega fue cantera, en época romana acueducto, y en época moderna, refugio antiaéreo. Por último, en el claustro de la iglesia de Santa Chiara, se conservan las ruinas de un complejo termal de época romana, de los siglos I y II d.C.

¿Te ha inspirado este viaje por la Campania vesubiana?
Si ya has visitado alguno de estos lugares, cuéntanos tu experiencia en los comentarios.
Y si estás preparando tu viaje, no dudes en preguntarnos.
¡Estaremos encantados de ayudarte a descubrir uno de los patrimonios arqueológicos más extraordinarios del mundo!