EL LAGO NEMI Y LOS BARCOS DE CALÍGULA

Italia – Lacio /  NEMVS ARICINIVM  (Italia)

 

La localidad de Nemi está situada en la región italiana de Lacio, a 25 Km. al sureste de Roma. Está ubicada en la zona central de las Colinas Albanas, sobre el Lago Nemi. Este lago, de origen volcánico, abarca una superficie de 1,67 Km2, con una profundidad máxima de 33m. El lago tiene su propio microclima, protegido del viento por las paredes del cráter volcánico. En verano, tiene lugar un fenómeno natural, conocido como Speculum Dianae (El espejo de Diana), caracterizado por el «mágico» reflejo de la luna en el centro del lago.

 

Lago Nemi

 

Recreación barco de Calígula (foto: pixelparadox.com)

El lago Nemi fue utilizado por el emperador Calígula para la construcción y botadura de dos excepcionales barcos, de cuya riqueza y ostentosidad hace gala Suetonio. Los dos barcos, auténticos palacios flotantes, tenían unas dimensiones de 70m. de largo por 20m. de ancho y 73 m. de largo por 24m. de ancho, respectivamente. Su descubrimiento permitió corroborar el hecho de que los romanos eran capaces de construir grandes barcos así como su alto grado de desarrollo tecnológico alcanzado. Se cree que su finalidad era doble, por un lado, la de ser una lujosa residencia de recreo del emperador y, por otra, ser un lugar de culto dedicado a la diosa egipcia Isis, asociada a la Diana romana, y cuyo rito  fue potenciado por Calígula. Se mantiene la hipótesis de que ambas naves serían utilizadas además en el Isidis navigium, ritual ligado al inicio de la temporada marítima, que se realizaba el 15 de marzo de cada año, y estaba vinculado al culto de Isis, patrona de los navegantes. Los barcos serían despojados de todas sus riquezas y hundidos intencionadamente tras el asesinato del emperador Calígula, en el año 41 d.C. Estos barcos, de los cuales ya se tenía constancia de su existencia desde el siglo XV, fueron extraídos del lago Nemi, tras un costoso proceso de drenaje del agua del mismo, entre los años 1927 y 1932.  Es posible que en el fondo del lago se conserven aún los vestigios de un tercer barco, que está siendo buscado por buceadores italianos.

 

A orillas del lago, en la vertiente norte, se encontraba el templo de Diana, centro de culto ubicado en las proximidades del bosque sagrado de la diosa. En la orilla suroccidental del lago se hallan los vestigios de una gran villa palatina que se cree pertenecía a Julio César y, posiblemente, a su heredero, Octavio, el futuro emperador Augusto.

 

Museo delle Navi Romane (foto: David Macchi)

 

En los alrededores del Lago Nemi encontramos dos lugares de gran interés: los vestigios del templo de Diana Nemorensis y el Museo de los Barcos Romanos.

 

El Museo de los Barcos Romanos (Museo delle Navi Romane) fue construido entre los años 1933 y 1939 para albergar los vestigios de los dos barcos del emperador Calígula extraídos del Lago Nemi. Por desgracia, ambos barcos fueron destruidos por un incendio en la noche del 31 de mayo de 1944, durante la II Guerra Mundial. Tan sólo sobrevivieron algunos bronces y maderos carbonizados, así como algunas piezas que se encontraban almacenadas en Roma. En 1988 el museo fue reinagurado de modo permanente, aunque los hallazgos más significativos se encuentran en el Museo Nazionale Romano di Palazzo Massimo de Roma. El museo consta de dos partes diferenciadas, una primera dedicada a los dos barcos, con la exposición de modelos a escala, copias de materiales hallados en las naves -como norias, una bomba de pistones o un ancla de madera con tiras de metal-, y piezas originales -como las tuberías de plomo con el nombre del emperador Calígula, mosaicos o pavimentos de mármol con incrustaciones-; y una segunda, dedicada al Lago Nemi y al santuario de Diana.

 

Tuberías de plomo del barco de Calígula (foto: Joe Geranio)

 

En la cara norte del lago Nemi se encontraba el templo de Diana Nemorensis. El culto a Diana en Nemi comenzó en el siglo V a.C., manteniendo su apogeo entre los siglos III a.C. y II d.C. Su culto fue complejo: adorada como la diosa de la caza, asociada a Hekate -diosa del inframundo- y la diosa egipcia Isis, y también como divinidad sanadora. Los suplicantes, en busca  de curaciones, depositaban en el santuario estatuas votivas de terracota, con la forma de las partes del cuerpo sobre las que imploraban protección. Los fieles eran principalmente mujeres, que depositaban como ofrenda joyas, o lujosos vestidos, como túnicas de seda o cinturones de oro. Entre sus vestigios podemos observar su base, de planta rectangular, partes del pórtico del peristilo y un altar circular. Cerca del templo se hallan las ruinas de un teatro, ligado al complejo sacro de la diosa.

 

Templo de Diana Nemorensis (foto: ramst3)

 

Más información.

MUSEO DELLE NAVI ROMANE. web

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