Arqueología en Castilla y León: las huellas del Imperio romano

Publicado el 4 de marzo de 2020. Última actualización el 6 de septiembre de 2025.
La arqueología en Castilla y León conserva algunos de los testimonios romanos más impresionantes de toda la Península Ibérica. Esta vasta región fue escenario de la resistencia de los pueblos prerromanos, del avance de las legiones en las Guerras Cántabras, de la explotación minera a gran escala y de la romanización que transformó paisajes y ciudades.
Desde el monumental acueducto de Segovia, obra maestra de la ingeniería hidráulica, hasta la inmensa ciudad de Clunia, pasando por la epopeya de Numancia y el paisaje minero de Las Médulas, Patrimonio Mundial de la UNESCO, Castilla y León ofrece un mosaico excepcional de yacimientos. Villas señoriales como La Olmeda o Almenara de Adaja, campamentos militares como Petavonium, o ciudades como Asturica Augusta y Legio completan un recorrido único que combina historia, arqueología y legado cultural.
En este artículo recorreremos provincia a provincia las principales huellas del Imperio romano en Castilla y León, descubriendo cómo Roma dejó su impronta en esta tierra de frontera y de integración, clave en la construcción de Hispania.
AVILA
El territorio de la actual provincia de Ávila, habitada en tiempos prerromanos por la tribu de los vettones, guarda un importante número de poblados que nos reflejan el modo de vida antes de la llegada de las legiones y su abandono obligado hacia lugares más accesibles y de más fácil control por los soldados de Roma. La arqueología en Ávila nos acerca a los castros de las Cogotas (Cardeñosa), Mesa de Mirada (Chamartin), de los Castillejos (Sanchorreja), de Ulaca (Solosancho) y El Tiemblo -donde se encuentran los toros de Guisando-, y al sur de la provincia el castro del Raso (Candeleda). También en la parte meridional de la provincia, en Cuevas del Valle, podemos caminar por la calzada romana del Puerto del Pico, construida para atravesar la Sierra de Gredos.

BURGOS
Los yacimientos de época romana más significativos de la provincia de Burgos se hallan al sur de la misma: Roa (Rauda), Valdeande (Ciella), Baños de Valdearados (villa romana de Santa Cruz) y Peñalba de Castro (Clunia), las tres últimas en la comarca de la Ribera del Duero.
La arqueología en Burgos tiene en Clunia su mejor referente, con un extraordinario teatro, termas y varias domus decoradas con mosaicos. El Museo de Burgos, ubicado en la capital burgalesa, también es un lugar de visita recomendable puesto que en él se exhiben las principales piezas procedentes de los yacimientos arqueológicos de la provincia.

LEON
La provincia de León está marcada por dos de las principales ciudades romanas del Noroeste peninsular: Astorga (Asturica Augusta) y Leon (Legio) y por el paraje aurífero de Las Médulas, Patrimonio Mundial de la Unesco. Estos tres lugares son esenciales para comprender la arqueología en León, que permite disfrutar de la Ruta Romana en Astorga, el Centro de Interpretación del León romano, las termas o las murallas de la capital leonesa y el extraordinario paisaje natural, modelado por la mano del hombre, que nos ofrece Las Médulas.
El interés romano por la explotación del oro astur ha quedado reflejado en las propias Médulas, la Sierra del Teleno u Omaña. En esta zona se encuentran también los castros astures de Chano, en Fornela, y Castro Ventosa y La Edrada, en Cacabelos. Volviendo al entorno de la capital leonesa, en sus proximidades se encuentran los yacimientos arqueológicos de la villa romana de Navatejera y en Villasabariego, el poblado astur de Lancia. Por desgracia, ambos se encuentran en un estado de conservación no adecuado para las visitas del público.

PALENCIA
En la provincia castellana de Palencia podemos encontrar las huellas de Roma pertenecientes a dos momentos totalmente diferentes: la guerra y la paz. El primero, vinculado con las guerras cántabras, con las campañas de conquista de las legiones romanas, se reconoce en la arqueología de la montaña palentina, con los castros de Monte Cildá y Monte Bernorio. En Herrera de Pisuerga, se encuentra el campamento de Pisoraca, de la Legio IIII Macedonia.
En la zona centro de la provincia tenemos dos bellos ejemplos de la vida en la Hispania romana. Las villas de «La Olmeda» en Pedrosa de la Vega -cerca de Saldaña- y «La Tejada» en Quintanilla de la Cueza, más al sur, entre Tierra de Campos y Las Vegas nos muestran el cambio de tercio experimentado en estas tierras ya romanizadas, donde lo importante ya no era la superviviencia sino el buen vivir, como lo muestran los extraordinarios mosaicos o las relajantes termas de estas residencias señoriales.
En Nestar, en las cercanías de Aguilar de Campoo se encuentra el Centro de Interpretación de las Calzadas romanas y del Puente romano de Nestar, único puente de esta época en territorio palentino.

SALAMANCA
La provincia de Salamanca cuenta con dos lugares de interés: el castro celtibérico de Yecla la Vieja (Yecla de Yeltes), integrado en la ruta Castros y Verracos, y el yacimiento minero de Las Cavenes, en El Cabaco, donde un centro de interpretación explica las técnicas de explotación minera utilizadas por los romanos..

SEGOVIA
El punto de partida de nuestra visita a la Segovia romana es la capital de la provincia, Segovia, ciudad designada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO de la mano de su acueducto, levantado a principios del siglo II d.C. para llevar agua a la ciudad desde el río Frío, al pie de la Sierra de Guadarrama.

La arqueología romana en Segovia se completa con la villa romana de Santa Lucía (Aguilafuente), el Cerro del Castillo (Bernardos) y Coca, y su edificio romano de Los Cinco Caños. El primero de ellos, a 38 Km. al norte de Segovia. Los otros dos se localizan al noroeste de la capital,en la Campiña Segoviana, tomando desde ésta la CL-605. Bernardos a 39 Km. de la capital segoviana y Coca, cerca de la provincia de Valladolid, a 50 Km.
SORIA
La ruta arqueológica por la provincia de Soria viene liderada por el sitio de Numancia, en Garray, en las proximidades de la capital soriana. Tanto el cerro numantino como el cerco fortificado realizado por los romanos son dos ejemplos únicos, el primero de la férrea resistencia de un pueblo a ser dominado y el segundo, al ingenio logístico y militar de los romanos, consiguiendo aislar totalmente a sus adversarios gracias al anillo formado por siete fuertes y sus empalizadas y fosos que impedían cualquier ayuda a la ciudad de Numancia.
La arqueología en Soria también incluye la localidad de Muro, donde se encontraba la antigua Augustobriga romana. Al sureste de la provincia es Medinaceli, con su extraordinario arco romano, nuestro punto de encuentro. Al suroeste, Montejo de Tiermes es otro lugar a visitar, con su ciudad celtibero-romana. La localidad de Burgo de Osma cierra el periplo arqueológico por tierras de Soria, accediendo a la ciudad celtibero-romana de Uxama.

VALLADOLID
Al norte de la provincia de Valladolid, en la localidad de Becilla de Valderaduey tenemos un puente y una calzada romana por la que poder pasear sobre sus milenarias piedras. En el otro extremo de la provincia, en Almenara de Adaja se halla una villa romana y el Museo de las villas romanas. En Peñafiel tenemos el poblado vacceo de Pintia.

ZAMORA
Las tierras astures del norte de Zamora son el centro de nuestra ruta arqueológica por esta provincia leonesa. Entre las localidades de Rosinos de Vidriales y Santibañez de Vidriales se halla el campamento romano de Petavonium, habiéndose habilitado en la segunda población un Centro de Interpretación de los Campamentos romanos. Muy cerca de este lugar se encuentra el castro de Las Labradas (Arrabalde), donde se descubrió en los años ochenta un extraordinario conjunto de de ajuares y piezas de orfebrería. No debemos dejar de mencionar a la villa romana de Camarzana de Tera.

En el año 2001, la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León puso en marcha la Ruta Arqueológica de los Valles de Zamora (Vidriales, Órbigo y Eria), que comprende el campamento romano de Petavonium y el Centro de Interpretación de los campamentos, la fuente romana de San Pedro de la Viña, el castro de «Las Labradas» y el aula arqueológica de Arrabalde y el yacimiento de «La Corona-El Pesadero» en Manganeses de la Polvorosa.
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